Como muchos de nosotros, encarpetamos versos, poemas.Aquello que creemos son producto de sentimientos, inspiración,algo de talento, aunque esto último no sea más que expresión de autoestima,
De este archivo extraje estos oportunos, dedicados a ella, mi Julia. Hoy cumple gloriosos años.Reflejo de momentos diferentes de nuestra vida, algo contradictorios.
El café francés y nosotros dos.
Ambiente de amor y de café,
y un sonido de música no escuchada,
Tomados de las manos,
separados por dos vasos
de colores desbordantes,
posados en mesa
de dudoso mármol,
evocamos el presente y el pasado.
Nos miramos a unos ojos
aclarados por el sol
que emiten vibrátiles señales
de pasión encendida por los años
quemada en fuego otoñal
de eterna primavera.
Un rumor de viento que huye,
en un atardecer disuelto,
en el ya pálido verano,
es parte del ambiente
de amor y de café.
De maderas oscuras y lámparas antiguas,
de sillas esterilladas,
mozos de negro con delantal blanco,
y alguna planta exótica,
oculta en la penumbra.
Nuestras manos siguen entrelazadas,
nosotros separados,
por dos vasos vacíos que exhalan
su postrer vaho de alcohol.
Te invito a levantarnos,
y tomándote de la cintura,
Ensayo unos primeros pasos
pensando en poseerte.
Mar del Plata 28-2-84
Julia.
Vi tu sonrisa al despedirme,
y la vuelvo a encontrar en la ventana
presente entre el cristal,
y las hojas de los árboles,
que aleteaban impulsadas por la brisa
de una tibia tarde de verano,
mientras un piano suena a mis espaldas.
Y todo me habla de tu ausencia
o de la mía.
Vuela mi pensamiento solitario,
atravesando muros de palabras,
en las voces de sonidos diferentes.
creo escuchar la tuya cristalina
esa que me seduce cuando dice,
los secretos por ambos compartidos.
¡Volveremos a vernos!
en impaciente tiempo transcurrido
y otra vez mezclaremos nuestras vidas
en un abrazo tierno y repetido.
Cuando mire el cristal de una ventana
en cualquier instante, sin sentido,
vagará tu sonrisa entre los árboles,
recordándme que lejos me encontraba,
en una tibia tarde de verano.
Moscú julio 1983
Hoy lo he sabido.
Tu ausencia resulta insoportable,
ahora,
cuando la vejez aplaca impulsos,
los sentimientos crecen,
hasta ponerme triste.
No puedo prescindir de tu voz,
de tu presencia,
aunque ella implique reprimenda,
ante mis balbuceos, mis torpezas
mi orfandad de niño casi viejo,
vulnerable, acaso algo indefenso.
Ansío tu perfume,
tu revolotear de hada
el embellecer lo mucho o lo poco que nos resta,
o la rutina cotidiana.
La tibieza y tersura de tu piel.
todo se aplaca definitivamente
mas queda en nosotros la nostalgia agradecida.
de un amor volcánico, intenso, persistente.
En otras veces nos hemos físicamente alejado
es mi mala salud la que nos aparta.
Mis internaciones
Haré lo imposible por estar siempre a tu lado
no te quepa duda.
Hoy.