Este hermoso poema fué musicalizado por Juan Tata Cedrón.Hace poco salió el disco Ramito de Cedrón cantado por Lidia Borda. Imperdible.
Qué estará haciendo a esta hora,
mi andina y dulce Rita de junco y capulí:
ahora que me asfixia Bizancio y que dormita
la sangre, como flojo coñac dentro de mí.
Dónde estarán sus manos que en actitud contrita
planchaban en las tardes blancuras por venir,
ahora,en esta lluvia que me quita
las ganas de vivir
Qué será de su falda franela;
de sus afanes; de su andar;
de su sabor a cañas del lugar.
Ha de estar en la puerta mirando algún celaje,
y al fin dirá temblando:"Qué frío ,ay....Jesús!
Y llorará en las tejas un pájaro salvaje.
Qué estará haciendo a esta hora
mi andina y dulce Rita de junco y capulí.
El amor roto, la relación inconclusa. El poeta invoca y evoca a su Rita. La pasión, la nostalgia marcan su corazón. Impronta ruda, desgarradora. En palabras simples, comprensibles, propias de su destino. Rita de pueblo, Rita sencilla. Muchacha andina de junco y capulí..En el recuerdo pregunta a sus dudas. La ubica en su tiempo, imagina lugar, espacio. Más que imaginarlo dice conocerlo. Lo esboza, lo dibuja con palabras. Allí sitúa a su Rita.Interroga a ese pasado intemporal.No da pie de cuando floreció ese amor. Porqué se marchitó o interrumpió. Cuando. Deducimos sí con claridad pasó. Y de toda esa evocación recuerdo con la triste lluvia que cae, anula sus deseos de vivir. De tal peso es su trtransido amor. Lamento puro.
Maravilla el sentimiento humano. Su pasión, su goce o tristeza hasta la desesperación. La mirada objetiva. El subjetivismo conmovido. El autor, el amante en incógnita irresoluta en otro tiempo, ¿habrá superado ese trance?,¿habrá logrado revivir en otra pasión?. ¿En otra Rita?. O como afirma ese perder las ganas de vivir aceleraron su fin.
Cuantos hombres sin saberse poetas, sin esa capacidad expresiva, o diferente, han acunado en su alma parecidas pasiones. Iguales sentimientos manifestados de distintas, infinitas maneras. ¿Qué habrá pensado Rita de él?. De su amor ausente en ánimo desolado, allí en la puerta tocándose sus adoradas manos, con su mirada en las nubes, con frío, temblando. Un pájaro llorando por ella. Triste historia bellamente cantada por aquél César Vallejo,uno de los más grandes poetas americanos.
Chau y hasta la próxima.
Nota: Hoy en las vísperas, a todos mis visitantes, muy felices pascuas.
1 comentario:
Vallejo! Hermano! No sigas muriendo, ahora que tu patria te necesita, en este invierno brutal solo iluminada desde las cumbres por Rita, ...
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