Jorge Pereira s/t 1965
No es verdad que los gatos del botánico sean tantos.
No reemplazan las plantas,
o ensucian los parterres.
Ni comen a los peces de colores,
pensativos, inmóviles, fríos.
O acallan los murmullos
de las fuentes sombrías,
con maullidos nocturnos.
Ni destrozan las bellas,
estatuas con sus uñas.
O molestan parejas
que abrazadas son ramas.
En cambio es cierto aquello
en los invernáculos aman.
Procrean con tibieza.
No desplazan palmeras,
Magnolias o amarantos.
Ni son fruto de altura,
ni son flores rampantes.
Son rumores malignos
de quienes no lo saben,
no aprecian la belleza
de una tarde de otoño,
o comprenden a tiempo
que los gatos al sol,
florecen sabiamente.
Nota:1889 llega Carlos Thays a la Argentina procedente de Francia. En 1891 por concurso es nombrado director de parques y paseo de la Ciudad de Buenos Aires. 1898 se inauguró el Botánico. El terreno fué parte de la propiedad de Juan Manuel de Rosas. Tiene 5 invernáculos, el más antiguo de hierro y vidrio ganó un concurso en París y es contemporáneo con la Torre Eiffel. Hay alrededor de 30 esculturas y en el 2006 en un concurso organizado por la BCGI, rede de jardines botánicos del mundo, ganó el 1º premio.
Chau y hasta la próxima.
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