"Un escultor implacable, el tiempo"
Se movían con torpeza.Por momentos los dedos se agitaban como ramas impulsadas por un viento inexistente.Ramas bien cuidadas de uñas impecables, pulcras, ligeramente afiladas;manos talladas por el tiempo, la vida, sin la menor señal de haber sido utilizadas en labores duras o toscas. Todo lo contrario, permitía imaginarlas modelando, pintando, escribiendo. Quizás tañendo algún instrumento.Eso sí, más allá de los dedos, el resto surcado por venas azules, sobresalientes. La piel tachonada de manchas marrones.
Volvamos a la acción.Actuaban las dos en conjunto auxiliándose la izquierda y la derecha.Parecían no poder con la tarea emprendida.Verlas actuar, moverse producían en el observador fatiga, impaciencia,angustia, sufrimiento.Pero ellas actuaban con un empecinamiento,una paciencia infatigable.Pasaron minutos semejantes a horas. Al acto no se le vislumbraba un final, aunque sí un fin. La duda reinaba ante lo posible o lo imposible de la acción.
Por fin lograron abrochar el botón.
Chau y hasta la próxima.
Nota::Dedico este texto a todos aquellos ancianos o no, que por razones de edad o enfermedad, tienen dificultades para moverse.
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