Bicicletas. Anne Marie Heinrich 1970
Aunque parezca contradictorio yace crucificado.
Las espinas no se clavan en su cabeza, sino en su alma.
De su sangre derramada beberá el mundo.
Comerán de su cuerpo.
Creará el perdón y la esperanza.
Creerán en el pero no se comportarán según sus enseñanzas.
Será el símbolo de sus creyentes pero no lo será para la mayoría de la humanidad.
Nacerá la fe, por momentos vacilante.
Muchos lo seguirán en especial en estos días.Otros harán turismo.
Sufrirán sus sufrimientos.
Celebrarán su reaparición.
Y estas fechas de vértigo histórico religioso se repetirán, se repetirán, se repetirán.
Chau y hasta la próxima
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