Nº 709 Mi diávolo

 

"Un juguete,el juguete ha jugado con y para nosotros"

Como nos sucede a todos,muchas veces los recuerdos hacen su aparición sin ser llamados.Estoy atravesando una época donde ellos, en particular los evocativos de mi lejanísima infancia aparecen en tropel.Ignoro la causa, o me hago el disimulado

Una compañía de diavoleros ofrecía demostraciones en un teatro. Mi padre , que muchas veces me contaba de la existencia de ese juguete, al término de la función me compró uno.Yo estaba deslumbrado por las demostraciones de esos verdaderos artistas malabaristas que se daban el lujo de sustituirlo por botellas y otros elementos utilizables.Volví a mi casa obsesionado por aprender a jugar, mas me encontré con una dificultad.Mi diávolo de madera no estaba bien equilibrado. Me armé de paciencia e ingenio y le fui clavando alrededor del eje púas de fonógrafo.Así logré la perfección.De allí en más todo fue ensayo y error. Hasta que este último desapareció.A jugar, disfrutar inventando nuevas maniobras.Placer que como todos los juegos de los niños se fue desdibujando, sustituido por otros entretenimientos.Hoy lo recuerdo, pienso en mi diávolo.En sus trayectorias impresas por mi habilidad.Mis fantasías proyectadas en sus parábolas.Rememoro con melancolía, cierta tristeza.Por qué ese sentimiento nació por la lógica de lo que fue.De alegrías infantiles vividas. Del marco donde se desarrollaban mis juegos.El jardín de mi espléndida casa, entre flores, árboles, una fuente de mármol llena de peces de colores.El cielo azul límpido techando,dándole cobertura a ese hermoso ámbito.Y yo allí; y yo aquí.Intentando describir esa mi impronta, sin el menor significado para vos.En cambio la siento como una de mis hazañas importantes en tiempo de aprendizaje, de goce.Cada uno de nosotros porta sus propios rastros, su marcadas huellas.l Por algo todos nos aferramos a la vida.Seguro tu diávolo aunque no lo hayas tenido provocará tus propias y nostálgicas evocaciones.Pensá en algún juguete de tu infancia y lo demás aflorará solo.

Chau y hasta la próxima