Aparece los miércoles y los sábados

"Dios me puso en tu pagina como un tábano sobre un noble caballo para picarlo y tenerlo despierto" (algo de Sócrates).

jueves, 30 de agosto de 2007

Reflexionario: Ramón Carrillo.

Para una polémica.

He leído hace poco tiempo que el gobierno editó un libro lujoso titulado Ramón Carrillo ejemplo para un estado moderno. Ramón Carrillo fué ministro de salud pública durante el gobierno de Perón y muere en el exilio y la pobreza en Belén, Brasil. En la mística sobre los temas de salud pública y en particular dentro del peronismo, existe un culto hacia el Dr R.Carrillo. Considerado el padre del sistema de salud actual, el que en gran medida nos rige, con retoques y reformas producidas a través de los años. Antes, el sistema, público era absolutamente gratuito, por lo menos en gran parte. Continúa siéndolo , pero el afiliado a obras sociales u otros sistemas deben hacer frente por medio de su afiliación a los costos generados por su atención hospitalaria. Por lo menos eso es lo que se intenta. Por supuesto que desde antes existieron mutuales, asociaciones vinculadas a nacionalidades como el Español,el Italiano, el Británico, elAlemán, etc. Hay que retroceder al siglo XIX cuando en el período de Bismark comienzan a funcionar estructuras donde la clase obrera debe contribuir con su aporte, fracción de salario para disponer de sistemas que le permitan el acceso a la salud y la atención de la enfermedad. Los trabajadores integran el sistema y comienzan a pagar y cotizar. Pasados muchos años, y todo dicho a vuelo de pájaro, el corporativismo mussoliniano desarrolla y extiende el sistema. En Europa especialemente nace el estado de bienestar, sobretodo en la posguerra impulsado especialmente por la social democracia. Los trabajadores contribuyen con descuentos de su salario mas el aporte patronal y en casos, o casi siempre, el estado. Perón organiza el sistema corporativo-obrero. La ley de asociaciones profesionales , vanamente intentada su derogación por Alfonsín, con la ley Mucci(Ubaldini hizo 13 paros generales). Esa ley impide la libre agremiación y obliga a aportar sindicalmente a la organización central vertical, con los popes a su cabeza que aún los vemos gozando de todas las prebendas, fortunas, privilegios, mando. Figuras nefastas como Lorenzo Miguel en su momento, Barrionuevo, Cavallieri, Moyano y un larguísimo etc. Ramón Carrillo organiza y pone en funcionamiento el sistema de obras sociales sindicales, en lugar de crear el sistema nacional integrado de salud como funciona en el estado de bienestar, y le entrega a los sindicatos ese enorme poder económico. Ellos hacen y deshacen. Disponen y manejan fondos cuantiosos, subsidios, perdones de grandes deudas. Son parte fundamental del negocio de la salud. No confundir con las prepagas, es otro sistema aunque en muchos casos estan mezclados negocios y prestaciones.
Mi observación apunta a señalar, no si el sistema es bueno, regular o malo. Si corresponde o no su crítica. Nada es perfecto. Pero sí recalcar que en la República Argentina, por primera vez en su historia se instauró el mecanismo basado en Bismark, que perfeccionó el corporativismo fascista y que significó de hecho que el trabajador pagara por su derecho a la salud, su atención a la enfermedad. Insisto, no lo juzgo, ni digo si es bueno o malo, ni cuales sus ventajas y sus inconvenientes. Pero si que es pilar decisivo en el perdurable y nefasto poder sindical.
Cuento que es , como es y algo de su significado.

Chau y hasta la próxima.

domingo, 26 de agosto de 2007

Mil razones


Cuando en el mes de mayo escribí Pretérito indefinido te hice una propuesta. Quizá te interesó, e hiciste el ejercicio. Lo mas probable no te interesó. Ahora con mil razones avanzo. Aquello era nogro o blanco. En esto quizá asomen grises. En aque intentaba buscaras como sos vos, el lector. O yo. En esta puede aparecer también otro destinatario. Si digo mil razones para odiarte o mil razones para querete no estás adjudicándote una cualidad o un defecto, sino un motivo o razón para una u otra cosa. Eso sí, pueden haber coincidencias con pretérito indefinido.
Empecemos
Mil razones para creer en Dios.
Mil razones para no creer en Dios.
Mil razones para amarte.
Mil razones para odiarte.
Mil razones para serte fiel y leal.
Mil razones para engañarte y traicionarte.
Mil razones para ser bueno.
Mil razones para ser malo.
Mil razones para vivir austeramente.
Mil razones para vivier en pleno consumismo.
Mil razones para querer ser feliz.
Mil razones para no poder o no querer serlo.
Mil razones para vivir.
Mil razones para morir.
Mil razones para querer saber.
Mil razones para ignorar.
Mil razones para querer que me ames.
Mil razones paara serte indiferente.
Mil razones para ser de derecha.
Mil razones para ser de izquierda.
Mil razones para ser de centro.
Y puedo seguir invocando mil razones para una u otra cosa.Lo que de tu imaginación y voluntad, o mil razones para hacer un clic y borrarlo todo. Te confieso no me he puesto aun a relfexionar a fondo, pero si sobre algunas de las mil razones que invoqué. Hay dos en la lista que no estan, pero ahora si te las digo y para ellas no he tenido suficiente respuesta. Mil razones por las que soy asi. Mil razones por las que no soy de otra manera.
Conclusión: No se muy bien que soy y porqué. Pensate.
Chau y hasta la próxima.

jueves, 16 de agosto de 2007

Para cuentario. El hombre que rellenaba minutos.

Habrás leído que muchas veces encabezo mi blog como este diciendo para cuentario. Este es un libro , hoy inhallable hecho por 4 autores: María Isabel Clucellas, Juan C. Gargiulo, Martha Salas y Hugo Leguizamón, editado por Libros de Hispanoamérica aparecido en l982 . Pienso ir publicando los mios cada tanto. Este fue finalista en un concurso de Radio Nacional. Hasta ahí llegó.

Tenia una figura agradable,"vendedora", según la jerga del medio. Dueño de una voz suave, varonil, seductora; oficio y dicción clara, precisa, correcta, reunía cualidades no comunes en un ambiente competitivo y alienante.
Su trabajo era ser locutor y armar programas de radio.
Durante dos horas, (la audición se emitía de lunes a viernes), pasaba música, hacía reportajes, leía noticias de actualidad, deportivas, culturales, publicidad.
Dialogaba con personas no siempre célebres.
Con el correr de los años, se transformó en una figura de primerísimo cartel. Cada acontecimiento importante de la radio o la televisión, contaba con su obligada presencia. Festivales artísticos, estrellas de la canción, debates culturales o políticos, eran indistintamente presentados, dirigidos y comentados por él.
Ciento veinte minutos por día componían su programa, Seiscientos por semana, dos mil cuatrocientos por mes, veintiocho mil ochocientos por año.
Pero no eran tantos si los comparamos con las ocho horas o mas que un obrero, un empleado entregan de su vida diariamente. Pero mientras unos se encuentran volcados a la producción, cumplen funciones administrativas o comerciales, él tenía la obligación de rellenar ese tiempo.
Cada minuto, uno por uno.¿Y como lo hacía?
Los tomaba, los extendía sobre su mesa de trabajo, los dividía en sesenta segundos, y con habilidad, rápidamente, los iba rellenando.
Tal palabra para tantos segundos, tal sonido para tantos otros. Al principio esta tarea le insumía bastante tiempo, pero a media que dominó su oficio, acababa más rápidamente con ellos.
Ya práctico, los fue agrupando de a dos, luego de a tres, y por último, logró reunirlos de a cinco, en una máxima muestra de productividad. Así, en un minuto podía rellenar dicha cantidad.
A un lado quedó esa forma artesanal que utilizaba al principio. Aquellos tiempos armados con maestría, extraídos como de la paleta de un pintor, cincelados con manos dedicadas a modelar esculturas, fueron reemplazados por la urgencia, la torpeza.
Con el transcurso de los días, en su afán de producir más y más, su tarea se fue poblando de apremios y desesperación.
Las horas que mediaban entre uno y otro programa, los debía dedicar a esos ciento veinte exactos, justos, oportunos, alegres, interesantes y aún tristes, pero nunca aburridos minutos. Eso jamás. A cada uno le podían caer todos los adjetivos, menos el de aburrido.
Para aliviarse de su febril trabajo, hacía uso de los minutos silenciosos, sin rellenar, intercalándolos en forma individual o agrupados, creando así espacios mudos muy agradables.
Progresó rápidamente en esa labor; aumentó aún más su efectividad. Pero al orden inicial, la armonía, fueron reemplazados por el desorden total, el caos.
Los minutos aparecían esparcidos o apilados sobre su mesa de trabajo,reunidos anárquicamente.
Se les mezclaban, resultando programas por momentos absurdos. Palabras y sonidos ,colocados sin lógica, sin sentido, fueron emitidos más de una vez, con el consiguiente descrédito para tan encumbrado locutor.
Eso aumentó su desesperación, su descontrol.
Comenzó a llegar temprano a la oficina, más irritable que de costumbre, descargando su ira sobre los minutos, propinándoles golpes.
Más de una vez lo esperaron aterrados en un rincón, con el aspecto de una masa informe, que mira con miedo a su ahora implacable enemigo.
El los atrapaba con violencia, de un manotazo. Los tiraba sobre la mesa y despiadadamente comenzaba a rellenarlos, con manos crueles y feroces, retorciéndolos, estrujándolos. Otras, los guardaba en cajas oscuras, o los ensartaba en unos pinches para evitar que se le volaran.
Los pobres minutos intentaban huir, revolotear, pero quedaban moviéndose, desplazándose sobre la mesa, como esas mariposas nocturnas que agonizan a la luz del día, en un agitar inútil de alas, en frustrada evasión de la muerte.
Cambió su labor creadora , el lirismo de las primeras épocas, por un irracionalismo demencial, por la tarea demoníaca. El se transformó en un verdadero poseso.
En su locura cometió entre otros, tres errores fundamentales:
1) Jugar con el tiempo, es decir, jugar con la vida y la muerte.
2) Acelerarlo haciendo transcurrir los minutos a mayor velocidad.
3) Introducir en ellos más de lo que podían admitir sesenta segundos, de manera que cada minuto, en su posterior emisión aparecía con más contenido de palabras o sonidos de lo admisible.
En varias oportunidades, como consecuencia de este último error, alguno le estalló salpicando el ambiente, manchando las paredes con segundos incrustados en el revoque. Milagrosmente esas explosiones no le acusaron daño físico alguno, pero moralmente se sentía abatido, descontrolado. Sus manos manejaban en forma desaprensiva y despiadada un arma poderosísima, altamente
peligrosa ,el tiempo. Se transformó en un obsesivo esclavo del reloj. Perdió conciencia de lo que estaba haciendo, tal era su locura. En una aceleración más caótica aún fue quemando etapas, inadvertidamente.
Cuando lo encontraron muerto un 3 de noviembre de l980, su aspecto físico era el de un hombre de más de setenta años, aunque todos estaban enterados que el año anterior había cumplido cincuenta y uno. En su micro mundo, donde últimanente se hallaba encerrado, el tiempo, su tiempo,adquirió otra dimensión, otra velocidad. El reloj del estudio giraba sus agujas como enloquecido, sin control.
Un almanaque, colgado en una pared, misteriosamente señalaba: noviembre de l999.

Chau y hasta la próxima.

Foto: JCGB 2004.

lunes, 13 de agosto de 2007

17 de agosto.El General San Martín.

No voy a contarte historias del general ni tengo nada original sobre su vida, su biografía y su significado histórico. Tampoco voy a escribir una composición alusiva. Me voy a referir al primer centenario de su muerte en 1950 año y época que viví en plena juventud. Fui testigo de un acontecimiento histórico, de su utilización y aprvechamiento con fines políticos y aun represivos, cosa que al lector no memorioso , o joven le asombrará, pero quienes estuvimos y además tenemos juicios diferentes, antagónicos, lo sucedido era parte de la vida, del sistema existente, para unos, me incluyo, calificándolo de corporativo y facistoide, para otros inlovidable estado de esplendor. Corría 1949 y yo era un soldado conscripto con 21 años cumplidos. El servicio militar era obligatorio y lo hacía la clase 1928, la mía. Estábamos en los Servicios del Estado Mayor, escuadrón de caballería sito en la Av. Gereral Paz y Constituyentes, pegado a la Escuela de Tropas Mecanizadas, en Villa Martelli, escuela en la que en su momento se sublevó M.Seineldín, cercana al gran gasómetro sobre la Gral Paz. Ese año estuvimos ensayando figuras de desfile porque para el 9 de julio lo haríamos utilizando uniformes de coraceros que se habían usado para el primer centenario del 25 de mayo y el del 9 de julio(1910 1916) Pero a último momento nuestra participación se suspendió y se la dejó para 1950, centenario de la muerte del prócer. En ese 1949 auge del gobierno peronista, se promulgó la nueva constitución que reemplazaba a la de 1853, vigente hasta ese año, y que con la reforma posibilitó la reelección del presidente, en este caso Perón, por otro periodo de 6 años. En 1949 todos los soldados, escolares, etc, nos vimos obligados a jurarla y prometer lealtad a la nueva constitución peronista.Pero en 1955 con la Revolución Libertadora, esa constitución fue derogada por otra nueva que salvo agregados volvió en espíritu a la de 1853, anulando la reelección. Esta rigió hasta 1994 y con el pacto de Olivos surgió la actual y que permite una segunda reelección por 4 años en lugar de 6. Es la que utilizó Menem.
Volviendo a aquella época los solemnes preparativos para el centenario significaron entre otras cosas la reconstrucción o réplica de en pleno Barrio Parque en Palermo, Bs Aires, de la casa y lugares donde vivió y terminó San Martín su vida en Francia.
Iniciado el año 1950 se lo declaró oficialmente "Año del Libertador Gral San Martin". Todo texto oficial o no oficial debía llevar impresa esta frase. El sentido autoritario y represivo en el apogeo del poder tuvo sus consecuencias. Existía una comisión parlamentaria encabezada por el diputado Visca llamada aproximadamente "comision investigadora de actividades antiargentinas". Esa comisión entre otras cosas comenzó a clausurar diarios y publicaciones opositoras porque no habían puesto por falta de información ese texto debajo del título que ostentaban. Sirvió de pretexto para clausurarlas a lo largo y ancho del país. Asi cerraron Nueva Provincia de Bahia Blanca, La Hora del P.Comunista, La Prensa, que luego sería expropiada en maniobra infame y criminal, etc. Como verás, caian todos en la volteada. Fueron mas benevolentes con otras que rápidamente cumplieron con la norma pero las claramente opositoras, como dije mas arriba sufrieron escandalosas persecuciones y clausuras.
Pero el 17 de agosto en solemne desfile, coraceros incluidos, Perón montado en su célebre caballo blanco a pintitas, presidió toda una imprtante ceremonia con la escenografia y la coreografia de los típicos actos de gobiernos corporativos. Se lo honró, pero esa honra tuvo carácter político partidario. Nuestra historia, desgraciadamente tiene ejemplos de este tipo, distorsiones y la utilización de la memoria de los próceres con fines totalmente ajenos. Miremos el último acto del 9 de julio en Tucumán y en lugar de honrar la fecha patria se hizo un acto electoral para patrocinar a la candidata del oficialismo en las próximas elecciones presidenciales.
Por supuesto hasta aquí lo relatado es una interpretación. Si fuiste contemporáneo o sos un joven formado en otra mística, diferirás total o parcialmente de lo que afirmo. Para ese año, ya hacía bastante tiempo,1949, que habia dejado de ser soldado y estaba volcado nuevamente a mi carrera universitaria.
A grandes rasgos ,y en forma sintética te evoqué el primer centenario de la muerte del Padre de la Patria, tal como la ví y la viví, de la que se cumplen este 17 de agosto 157 años.
Chau y hasta la próxima.

martes, 7 de agosto de 2007

La importancia de los objetos inanimados: La escoba que nacio de semilla.



Nota:El próximo domingo 12 de agosto será un nuestro país el dia del niño. En mi blog del 10 de mayo "La fantasia de los niños", hablé de esa maravilla , la imaginación de los pibes. Hoy, en virtud de esta próxima fecha, dedico mis fantasías a evocar la de todos ellos, nietos incluidos. Cada uno con las suyas, o con las tuyas.

"Don Quijote fue el hombre mas libre de la historia.Se invento su propia realidad. Y lo es el niño cuando en su inocencia, aún la ignora."
Este blog lo escribo hoy 24 de junio en un frío amanecer de Buenos Aires.Es San Juan, mi santo y el de muchísimos Juanes. Uno de ellos, mi abuelo Juan Bautista. Esta simpática y amable pequeña historia es una de las tantas que generó en su relación conmigo, su nieto menor y preferido. Mi padre a fines de 1927 había mudado su familia a una casa nueva especialmente construida.Un hermoso chalet estilo tudor en el barrio de Belgrano, sobre un terreno muy amplio y profundo. Mi madre, conmigo en la panza y mis dos hermanos, además de mis dos abuelos maternos. Genoveses como ella. En abril del 28 nací yo y la familia fue habitando y gozando esa casa que alguna vez aparecerá mejor en texto futuro. En sus jardines mi abuelo hizo con sus manos temblorosas , parkinsonianas ,un pequeño hoyo, y allí ante mi curiosa mirada y sus explicaciones en dulce genovés, depositó unas semillas sacadas de la paja de una escoba, las tapó con tierra, les puso un tutor previendo su crecimiento recto y la regó. Me dijo estuviera atento que con los días nacería una escoba. Yo no le perdía ojo y al cabo de un tiempo comenzaron a aparecer pajita. Un día fuimos juntos al jardín y para mi sorpresa y alegría estaba una escoba bien crecida, con su mango semienterrado y las pajas para arriba. Inmediatamente la saqué , lleno de asombro y emoción. Mi abuelo, con pícara sonrisa y en sus ojos azules nació una mirada enternecedora, me explicó que de haberla dejado más tiempo, ella crecerá hasta llegar a ser una escoba en forma. Esa escobita, allí nacida era muy común en aquellos tiempos. Se las vendía y formaba parte de los juegos de la mayoría de las nenas destinadas en su formación a ser futuras madres y amas de casa.Disponían para sus juegos de miniatura de todas las cosas que una señora utilizaba en su función hogareña. Las nenas no solo iban a la primaria, que no siempre terminaban, sino que su barniz cultural la daban las academias de piano, de danza española, de corte y confección y a la edad del secundario las escuelas profeionales donde aprendían y se diplomaban de bordadoras, cocineras, etc. Diplomas en mano, mas cierto atractivo físico , ya estaban listas para emprender la aventura de su vida, casarse. De no lograrlo, el gran fracaso. Recuérdense tangos, poemas, historias sobre las solteronas. Esas escobitas las vendían unos ambulantes. Algunos todavía lo hacen y en especial existían unos carros tirados por un manso y lento caballo. Eran los llamados canasteros. Estos, en proeza de equilibrio y estiba cargaban el carro con sillas de mimbre, de paja, jaulas para pájaros, canastos y cuanta cosa la artesanía mimbrera y canastera podía hacer. Pregonaban su mercadería a paso lento y se paraban un tiempo largo en esquinas fijas. También vendían plumeros, escobas y escobitas como la que mencioné.
En este caso, con ella en mis manos, significó la culminación de un proceso de ingenua credulidad. De amable recuerdo. De impronta con vistas al futuro. Abuelo, hoy en tu santo te recuedo con el cariño que supiste despertar en mí. Con tu hermoso rostro de curtido marino genovés. De tus ojos color mar .De tus manos temblorosas y vacilantes. De tu hablar dulce con palabras pronunciadas en un dialecto que sonaba a música en mis oídos y que aún sigue haciéndolo en los usos de un lunfardo porteño que italianos y genoveses, supieron cimentar tan bien en nuestra cultura popular.
Y quiero decirte que pasados ya 71 años de tu muerte, la historia de la escoba que creció de unas semillas me la creí, y aún hoy hago lo posible por seguir creyéndola.

Chau y hasta la próxima.

Catalina, la chica.

Te sorprenderá el título. Esperarías ver un texto sobre la infancia de la emperatriz de Rusia, Catalina la Grande. Pero no .Convengamos que en la historia del mundo pasaron, viven y vivirán muchas Catalinas, con menos o ninguna repercusión de la que tuvo la aludida. Esta Catalina es una chica de barrio, criada en un conventillo de la zona de Retiro, fines del sigloXIX, principios del sigloXX. El prototipo de las mujeres pintadas por Evaristo Carriego o Raúl González Tuñón. Miserables, de corta y terrible vida, o con una sobrevida hasta una vejez de infierno. Algunas volcadas al trabajo en las fábricas, llamadas fabriqueras. Otras de diversas ocupaciones de la época. La mayoría con muchos hijos, golpeadas, maltratadas por la vida, el ambiente, sus pares y por la violencia de género. Catalina, la chica, así la llamaban por su relativa estatura. Rubia, gringuita. O era descendiente de inmigrantes, o ella misma había bajado de un barco. Podría ser italiana o de alguna otra nacionalidad, dada la enorme corriente inmigratoria que llegó en esos años a nuestro país. Su infancia transcurrió entre la miseria, hambre incluída y las formas de supervivencia. Caminos u opciones para transitar, para elegir no tenía muchos. En la producción como fabriquera, la costura, la servidumbre, los talleres de lavado y planchado y otras ocupaciones "decentes". La otra y principal, la prostitucion, la llamada vida"fácil" con todas sus variantes Catalina a pesar de todas sus vicisitudes no se desarrolló mal, y ser dueña de un cuerpo, piel, ojos claros, pelo rubio, más su decisión o la inducción y el engaño a que las mujeres eran sometidas, le dieron material y argumentos suficientes para volcarse por esa vida. Alternando en los lugares de moda de la época como los famosos Hansen o Armenonville, y tantos otros, fué ascendiendo , sumada a su fama de gran bailarina de tangos, que ya se iba imponiendo como danza. Catalina, como la rubia Mireya y tantas otras, brilló en la noche con luz propia, como dice el tango "con ese cuerpo compadrón". Claro que como también afirma la misma letra,"se marchite", cuando comenzó la decadencia, el declive, después de haber pasado de mano en mano, de haber cometido toda clase de excesos, de haber vivido una vida "facil". Ella no fué la excepción. Y como tantas otras vió apagarse rápidamente su luz, su estrella, si es que alguna vez tuvo alguna. Obligada a deambular por las calles, intentando vender "un ramito de violetas", para mendigar después. Su rastro se pierde. Catalina, una hormiga más del gran hormiguero que es la vida humana, hace silencio sin que nadie lo note, salvo ella misma en su inmensa soledad. Hace mutis por el foro. Catalina la chica, con poco nombre o mucho, para una vida tan pequeña, tan anónima, tan desgraciada. Final de la historia ilustrada por un poema de Evaristo Carriego:

Detras del mostrador.
Ayer la vi pasar, en la taberna,
detrás del mostrador, como una estatua...
Vaso de carne juvenil que atrae
a los borrachos con su hermosa cara.
Azucena regada con ajenjo
surgida en el ambiente de la crápula
perfumando ese búcaro de miasmas
¡Cancion de esclavitud !Belleza triste
belleza de hospital ya disecada,
quien sabe por que mano que la empuja
Y pasa sin dolor, así inconciente
su vida material de carne esclava.
Copa de invitaciones y de olvido
sobre el hastiado bebedor volcada!

Chau y hasta la próxima