Aparece los miércoles y los sábados

"Dios me puso en tu pagina como un tábano sobre un noble caballo para picarlo y tenerlo despierto" (algo de Sócrates).

martes, 29 de mayo de 2007

La importancia de los objetos inanimados. El Espejo(imágenes)



No supo que extraños mecanismos psicológicos desencadenaron su reacción , despertaron ideas, impulsaron decisiones, el día que se detuvo frente a un viejo espejo oval bastante deteriorado, que por tradición familiar conservaban en la sala de su casa.Una sala muy particular, con misterio y encanto, quizá para su subjetivismo, o por el hecho de mantener ese espejo colgado en una de las paredes cubiertas con un antiguo papel floreado.
Su entorno y contenido contribuían a crear ese clima atractivo, seductor, de una riqueza mediana y contrastante.
Cortinados, alfombras, vitrinas, cristaleros, bargueños, mármoles de Carrara y maderas con parte de su perfume original.Varios cuadros al óleo, algún grabado. Sillas y sillones de patas terminadas en regatones de bronce tapizados con cuero color ciruela.Un morris arrinconado junto a una mesa ratona, cierta penumbra opacando el brillo pavoneado por el tiempo de platos dorados, adornos en plata, alpaca y cristal. Allí, cerca del viejo reloj de pared, cuyo péndulo de oscilar moroso hacía creer en horas de transcurrir mas lento, estaba colgado el espejo oval, clamando a gritos por un azogue renovador. Alguien, con razón, se había opuesto a su remozamiento, sosteniendo , así se borrarían todos sus recuerdos.
El marco de madera oscura, tallada con motivos vegetales, guardaba en sus recovecos polvo, signo de un descuido generalizado, que esa penumbra disimulaba en parte.
Mirándose en el se le ocurrieron multitud de ideas. Una de ellas, la primera, que el espejo le creaba la sensación de estar viendo una imagen harto envejecida de sí mismo. Más de lo que el suponía. Más de lo que el tiempo y la vida habían modelado. Probablemente , por causa de su deterioro, se viera obligado a reflejar rostros también ajados. O seguramente a crear imágenes muy crudas, exageradas, casi caricaturescas y crueles. Como si hubiera perdido la capacidad de reproducir juventud o inocencia.
Al estar frente a cualquier luna la imaginación se enciende, salvo se le echen miradas rutinarias. El espejo es un objeto mágico, lleno de atracción y misterio. ¿Por qué debía o podía sustraerse a su magnetismo?. Inmediatamente pretendía atravesarlo con la mirada, en busca de otra dimensión. O reflexionaba sobre la cantidad de vida reflejada en él. Y pensó, pensó mucho sobre la posiblilidad de desentrañar sus encerrados misterios. En principio deseó saber donde iban a parar sus imágenes. Si se desprendían de su fondo para emprender misterioso vuelo, o quedaban atrapadas allí, en su seno. Si seguía emitiendo señales, como estrella apagada cuya luz aún nos sigue llegando. Armó un conjunto de espejos angulados colocados en un semicírculo casi cerrado. Así, partiendo del izquierdo y finalizando en el derecho, se trasmitiría su imagen de uno a otro lado. El se colocó en el centro de ese semicírculo, frente al viejo espejo. Supuso de esa forma que su figura comenzada en un extremo, concluiría en el otro, junto con todas las repetidas en los intermedios. A esa, su cara, la descubrió prisionera, igual que cualquier otra cosa u objeto allí colocado. Reiteradas tantas veces como espejos componían el artilugio, aumentando a su vez la carga en el interior del principal. Cual película fotográfica no corrida e impresionada con reiteración. Decidió entonces abrir más el arco de espejos por el lado derecho, facilitándole a la imagen una forma de escape. Con sorpresa comprobó que ella se repetía, pero esta vez de mayor a menor, difumándose, diluyéndose, tornándose más tenue en el extremo abierto, hasta quedar totalmente difumada. Entonces, se dijo, se fuga al espacio, se pierde en el aire. E inició la loca aventura de querer atraparla. Pensó en una red de malla sutil, aunque inmediatamente descarto aquella de color blanco. Con razón supuso siendo alba, le resultaría muy difícil hallar figuras iluminadas o resplandecientes. Desechó otra negra. Aunque útil su tono, la considero demasiado siniestra y poco tentadora para aquello que pensaba recoger. Azul, azul oscuro, color noche. Para que las imágenes se engañaran y pensaran en un cielo libre, un espacio infinito. La trampa sería así perfecta. Armó con mucho cuidado y paciencia un bastidor y se transformó en cazador de imágenes mariposas. La trampa, sutilísima. Al azul solo le faltaban luna y estrellas. Lejos estaba de sospechar que otras lunas y otra estrellas quedarían enredadas en ella. Toda la celada a sus espaldas, y el de cebo, en el centro frente al espejo. Aguardó en silencio. Solamente su respiración por momentos ansiosa, y el lento oscilar del péndulo, los únicos sonidos audibles en la sala. Se propuso gesticular, moverse discretamente , realizar pequeños visajes y esperar las primeras campanadas del reloj de pared. Consideraba así un tiempo más que suficiente para el logro de sus propósitos. Asechó, asechó como cazador experimentado, la caída de sus presas. Cumplido el tiempo estimado, tembloroso e impaciente revisó la red sin encontrar nada de lo imaginado. Se dijo, he sido burlado. Para su sorpresa y estupor halló en cambio suspiros, algún sollozo, dos o tres restos de carcajadas, voces, pensamientos, pero ninguna imagen. Todo el ma terial emanado del espejo lo desprendió de la red como quien arranca estrellas, cosecha lunas, y lo guardó cuidadosamente en un primoroso cofre reservado al efecto. Pero también halló de lado de afuera de la trampa imágenes pugnando por llegar al espejo. Indudablemente ellas también se habían sentido atraídas por el azul noche del tul, por el misterio del espejo, por la poesía de su intento descabellado. Las encerró a todas en el mismo cofre, sin reflexionar mayormente en la suerte o el destino que les reservaría. Sorprendido y maravillado al mismo tiempo pensó que el espejo le enviaba nuevos mensajes en coincidencia con sus propósitos. Estaba llamando la atención hacia donde debía dirigir sus investigaciones. Sugería cambios de método. Ya había descubierto parte de la verdad pero el conjunto del misterio continuaba perteneciéndole al espejo y permanecía guardado en su interior. El se aprestó a desentrañarlo.
Lo bajó de su clavo, y con sumo cuidado comenzó a desarmarlo. Cuando logró desmontar la parte trasera, comprobó con asombro que todo el azogue se desprendía fácilmente del cristal. De esa forma el alma del espejo, su verdadera esencia quedaba a su disposición, como película sutil cargada de enigmas. En ella, seguramente se alojaban años y años de vida familiar.
Mayor aún fue su sorpresa cuando fue extrayendo sin dificultades figuras conocidas por su memoria y su corazón. Vio primero a un apuesto y parquinsoniano viejo. En sus ojos celestes parecía caber todo el mar Mediterráneo. Su vida marinera, su mirada de inmigrante esperanzado. Lo acompañaba una pequeña mujer vivaz, plena en su dureza y fertilidad. Temblaron sus manos cuando tuvo en ellas un verdadero camafeo. Una bella rubia de ojos claros, rodete en la nuca con esfumado peinetón. Su escote en V con una rosa en el vértice, le enmarcaba el cuello rodeado por un collar de perlas. Inmediatamente, acosándola , cargado de furtivas y apasionadas miradas de amor, apareció un querido rostro, portando un par de anteojos redondos, de montaje dorado.Y un niño bueno, algo melancólico. Una niña con trencitas sueltas, alegre juguetona vivaz. Por ultimo, un niño endeble y enfermizo. Recuerdos, recuerdos. Imágenes familiares. Una mesa tendida, juguetes, el andar de un gata... Supuso percibir olores y sonidos de su infancia. Simple ilusión. Con tristeza comprobó que la vida se le había escurrido de las manos, No logro aprehender casi nada. Todo se le voló. En su torpeza prescindió del tul azul. Manejó las imágenes como pájaros en jaula abierta. Esos recuerdos alojados en el fondo del espejo se le escaparon. No supo guardarlos en el cofre ni en ningún otro lado. Solamente en su alma, que no era poco. Le permitiría mientras siguiera viviendo, sondearla para exhumarlos. Pero morirían con él. Lo mas duro de aceptar, el comprobar que todos esos recuerdos, esas imágenes, fuera de él carecían de toda importancia. Seguramente para los demás eran de escaso o nulo valor. Mas, cuando creía agotada la veta de imágenes recuerdos, apareció una mas, diferente, difusa, extraña. Absolutamente desconocida. La observo detenidamente, cada vez con mayor ansiedad. En su pecho una fuerza misteriosa comenzó a acelerar los latidos de su corazón. Creyó estallaría. Paso por sus manos y se le escurrió,diría perversamente. Como para herirlo. Para dejar en su espíritu una huella cruel, frustrante. Lo comprendió todo de una vez, de un solo golpe. Había tenido por breve tiempo, aunque desgraciadamente tarde, la imagen. La imagen de lo que debió ser. La imagen de lo que nunca fue.

Chau y hasta la próxima.

jueves, 24 de mayo de 2007

Historias mínimas



Cuando moría pensó. Soné. Cuando nació lloró.

Nena ¿porque estás triste?.Hoy perdí a mi muñeca. Te compro otra. Es que también hoy dejé de ser nena.

El vago deambula por las calles perdiendo el tiempo en nada. Se le acerca un hombre de aspecto rudo y autoridad. El vago, como para empezar una chacota le pregutna ¿Cómo te llamás?
Trabajo.
Se quedó pálido.

Corto una flor. Una abeja voló desorientada,

El hombre llega a la casa y percibe en la mirada de su mujer una mezcla de ira y frialdad. Ella le grita. Se acabó, no te aguanto más, te vas.
Pero, el balbucea casi infantilmente..¿Y los chicos?.
Nunca tuvimos hijos.
Ya lo sé , pero te lo dije por si no te acordabas y te ablandabas un poco.

Lo intentaron hidratar pero se les murió igual. No sabían que era alcohólico.

Si me llamás o prentendés verme te diré personalmente que no estoy.

Durante casi 30 años puso la tarjeta. Marcó el reloj. Un día cuando volvió para repetir la rutina lo habían despedido.

Al extraviado le preguntan su nombre y apellido. No se, contesta. Su edad, no se. Su nacionaldad, no se. Otros datos, no se.
Entonces al ver que el empleado meneaba la cabeza y dejaba la planilla en blanco dijo: peor soy yo.

Por pirmera vez la vio pasar. Ambos pensaron mañana seguro volvemos a vernos. Peor nunca se vieron.

Ay del ay.

Ay.

Historias mínimas de guerra.

Caminó por la nieve siguiendo al emperador. Moscú a sus espaldas. Se congeló soñando llegar a Francia.

Cuando sacó su bayoneta de la barriga del enemigo, su mirada lo siguió toda la vida.

Apuntó, apretó el gatillo y sonrió. Se asomó a la trinchera, la bala le dio en la frente.

Heroico vomitó fuego. Luego lanzó granadas. Su grupo avanzó, tomo la posición. Los condecoraron. Del otro lado las madres rompieron el llanto.

Apretó un botón en el submarino. Disparó un torpedo. Dió en el blanco. Apretó un boón, disparó un torpedo, dió en el blanco. Apretó un botón, disparó un torpedo , dió en el blanco. Fue a apretar un botón, disparar un torpedo, pero antes la bomba de profundidad dió en el blanco.

Cuando lanzó la bomba elevó el avión lo más rápido que pudo, como lo había ensayado muchas veces. Luego el espanto al ver el hongo.

Eligió el mejor y probado amuleto. Rezó, se encomendó a su suerte. El éxito y la gloria lo esperaban en esa acción. Mas no, lo esperaba la muerte.

Cuando regresó, compendió que todo el sacrificio de la guerra habia sido inútil y una locura. Eso si, de la locura no pudo desprenderse.

Cuando estalló la guerra aullaron las sirenas. Cuando estalló la paz, zurearon las palomas.

Chau y hasta la próxima

Foto: film "El Sacrificio" de A. Tarkovsky

martes, 22 de mayo de 2007

Cuentario: Mi río


"cuando se ignora donde se va,hay que recordar de donde se viene" (proverbio Africano)


Algo más sobre mi barrio.

"Si una vez tu poeta te miró aleonado,
Yo andaluz y de Cádiz

Quiero verte azulado.
Y un blanco pero al centro
de bandera Argentina"

Rafael Alberti.

Ya alguna vez, en otro blog lo cité a Alberti. Lo vuelvo a hacer, porque a partir de estos versos que se refieren a ese gran escritor argentino Leopoldo Lugones, quien bautizó a nuestro río color de león, inicio este texto pare decirte que ese Río de la Plata es parte fundamental, omnipresente en la vida de la Ciudad de Buenos Aires, en mi vida y en mis recuerdos. En mi caso particular no es porque me haya dedicado a la náutica, salvo muy ocasionalmente en veleros del Club Universitario de Buenos Aires, o dedicándome a la pesca como deporte. Muy poco lo he explorado, pero nací muy cerca de él, y sigo viviendo en sus cercanías. Al río se lo nota en el clima húmedo, en sus temibles sudestadas aún plenamente invasivas. Pensá en un río con mareas lunares. Tormentas, crecidas y bajantes. Con un delta que avanza inexorablemente sobre la ciudad. Formador de costas, como la de la reserva ecológica, nacida de un vertido de escombros provenientes de la demolición de edificios por la traza de una autopista que atravesó la ciudad cual tajo feroz. Ese río la ha cubierto de flora y fauna propias de zonas del alto Paraná, casi selváticas, pegadita a lo mejor de la urbe porteña. En sus cíclicas crecidas, impulsado por fuertes ráfagas que soplan del sudeste , penetra en barrios aledaños y lo he visto cubrir hasta los fondos del jardín de mi casa natal y viviendo hoy en un primer piso de la emblemática avenida del Libertador, se ha atrevido a lamer la puerta de mi domicilio, mientras algunos vecinos se paseaban en canoas.También lo he visto retirarse empujado por el fuerte viento del oeste llamado Pampero kilómetros de la costa haciendo peligrar la provisión de agua potable de la capital. En mis noches infantiles, cuando el viento soplaba del río se oía no sólo el tren que bordaba la costa, sino las sirenas de los barcos que lo surcaban por el viejo canal, también pegado a ella. Lo atravesé en innumerables viajes al Uruguay en especial en los viejos vapores de la carrera, que tenían camarote, y tardaban la noche en la travesía de Buenos Aires a Montevideo. Algunos de esos barcos eran propulsados por ruedas laterales en lugar de hélices. En su poco profundo lecho, a la entrada del puerto de Montevideo vi la obra muerta del acorazado Graf Spee, hundido por su capitán Hans Langdorf, sepultado en el cementerio alemán de la Chacarita de Buenos Aires. Langdorf, para no entregarlo a la flota ingresa que lo aguardaba en la desembocadura del río para librar la continuación de la batalla llamada de Punta del Este durante la segunda guerra mundial. Fue en diciembre de 1939, lo hizo volar y se hundió parcialmente. Hoy ese hermoso río sufre contaminación. El hombre, con sus actividades se especializa en agredir sistemáticamente a la naturaleza, de agredirse a sí mismo, destruyendo su propio hábitat. Su propia existencia. Lo dice el Fondo Mundial para la naturaleza en un comunicado del 22 de marzo del corriente año en el día Mundial del Agua. Informa entre otros que el Yangtsé, Mekong en Asia, el Danubio en Europa, el Nilo en Africa, el Ganges en la India, el Grande y nuestro Río de la Plata en América, se están muriendo entre otras causas por la contaminación. El nuestro es el más ancho y uno de los más caudalosos del mundo. Su cuenca es inmensa, con 350 especies de peces, 650 de pájaros y 1600 de plantas. Pero recibe más de 2 millones de metros cúbicos de residuos industriales y otra cantidad de residuos sin tratar, mas la limpieza de las sentinas de los barcos que llegan a Buenos Aires. Como ves, con estas palabras que comienzan tan poéticamente, que continúan con evocaciones nostálgicas , se estrellan con una amenazante realidad que como tema no es la primera vez ni la última que lo encaro e insisto en él.
Chau y hasta la próxima.

Foto: JCGB. 1998 Río de la Plata.

martes, 15 de mayo de 2007

Cuentario : La escalera



La o las escaleras , constituyen un elemento que como todas las cosas de uso en un momento dado , diríamos cobra vida. Puede pasar siglos tallada en una montaña, en la selva, en lugares olvidados u ocultos. Hasta que una mirada humana, un pie que la pisa,l a hace revivir. Yo en este caso me voy a referir a una en especial. En mis afortunados viajes por diversas partes del mundo, vi muchísimas. Las pisé, las trepé, bajé. En el Vaticano, Florencia, La Sagrada Familia, Estambul, Machu Pichu, Moscú, San Petersburgo, Washington... por solo citar algunas.
Había llegado a una ciudad puerto, Odessa en el sur de Rusia, hoy Ucrania. Ciudad que me impresionó por su aspecto bastante antiguo, tipo belle epoque. Su puerto, su Mar Negro que navegué, sus playas, balnearios, su edificación y sobre todo su gente. Amable, alegre, ufana de su puerto y su ciudad. Al puerto lo consideraban el mejor del mundo. Sus calles en ese tiempo empedradas con las vias del tranvía sobresaliendo peligrosamente de los adoquines. Sus hermosos parques.Ciudad construida principalmente con la piedra caliza extraída de su suelo. Me dijeron que subterráneamente había unos 800 km de túneles. En lo alto, en relación al puerto y al mar, albergaba en su subsuelo un intrincado laberinto. Declarada ciudad heroica durante la ocupación nazi, la resistencia se refugió en esos túneles que tuve la oportunidad de visitar y padecer.También conocí la ópera, y ví entre otras representaciones el ballet Carmen que ya había visto en el estreno en el teatro Colón de Buenos Aires con Maya Plessiskaia. En una amable reunión fiesta me invitaron a pronunciar palabras que ignoro como fueron traducidas y entre birndis y brindis de vodka me agarré la peor borrachera de mi vida. La jaqueca me duró días despues de mi regreso a Moscú. En Odessa me alojé en un hotel antiguo, acorde con el clima y la arquitectura de la ciudad. Estábamos en pleno verano. Pensé ¿que hago yo con ropa sport y zapatillas? Aqui se imponen traje, rancho y bastón. Para mi sorpresa, mientras lo iba imaginando al bajar por la escalera alfombrada de rojo, me topo con una pareja rusa , el de traje y ella de vestido vaporoso y capelina.
No ignoraba, desde antes de mi llegada de la existencia de la famosa escalera y el primer día salí a explorar caminando rumbo a l puerto con el fin de encontrarla.Y la encontré. Allí estaba. Bajaba hacia el puerto. Subía a la ciudad. Como en la película. Cuando chico el socio de mi padre me la describió en una noche de verano. Luego la ví mucha veces en la película El Acorazado Potemkin. En ese momento la subí y la bajé varias veces. Volví a visitarla antes de partir. Era la misma, intacta. Allí las tropas zaristas masacraron a unas 4 mil personas. Allí la escena del cochecito. Allí con mi imaginacion reconstruí cada cuadro, cada instante. Cada drama. Sin un grito, sin un sonido. A puro gesto, como en la película muda. Después aún fascinado por esa experiencia tan personal, tan subjetiva. Volví al hotel caminando por ahi. Me crucé con gente desconocida, sin poder intercambiar palabra alguna. Sin poder contar mis impresiones, mis sensaciones, la experiencia, los recuerdos que ella despertó. Porque para mí de todas, esa fue la escalera.
Chau y hasta la próxima.

lunes, 14 de mayo de 2007

Pretérito indefinido


"Cuando se mueve una piedra del cimiento de mis convicciones, me llueven cascotes en el techo".

Te voy a proponer un juego. Cuando leas este texto te encontrarás con una lista de palabras que no agotan el tema. Algunas de ellas no signifcan literalmente lo que dicen, sino que pueden ser interpretadas como acción de intencionalidad o simple deseo. Por ejemplo, "mentiroso" puede no serlo en forma sistemática, porque quien no ha mentido en su vida. Y asi con muchas de ellas. No gurardan un estricto orden alfabético, aunque si separadas por un guión del antónimo correspondiente. No tienen signo de puntuación para que cuando las leas tanto en silencio como en voz alta, te den la sensación el efecto de la continuidad como si contaras números rápidamente. Empezamos:
mentiroso-sincero bruto-educado sabio-ignorante valiente-cobarde bueno-malo pacifista-belicista lindo-feo alto-bajo simpático-antipático amable-grosero ingenuo-desconfiado callado-verborrágico tímido-audaz puro-deshonesto arrogante-humilde experto-inexperto abandonado-diligente pusilánime-audaz abierto-cerrado absolutista-comprensivo abstemio-bebedor abúlico-activo aburrido-divertido abusador-reprimido abyecto-noble acaudalado-pobre aceptable-inaceptable acogedor-huraño activo-pasivo achacoso-sano admirable-despreciable afamado-desconocido amanerado-sencillo afeminado-viril homosexual-heterosexual afortunado-desafortunado vaiente-cobarde altruista-egoísta ambicioso-desinteresado apasionado-desapasionado apático-fervoroso apocado-atrevido arbitrario-justo ardiente-frio arrogante-humilde arriesgado-temeroso astroso-aseado brillante-opaco calumniador-veraz cándido-pícaro trabajador-vago concuspicente-casto conformista-disconformista considerado-desconsiderado constante-inconstatne coherente-contradictorio cuerdo-insensato puro-corrompido. Y te podría llenar páginas y páginas que definen la personalidad humana. De que se trata entonces este juego. Si tenés ganas y te gusta la propuesta hacé volar tu imaginación y buscate mas virtudes y defectos y sus corresponidentes antónimos. Yo tuve esas ganas y lo hice, pero no te voy a contar el resultado. Es cosa mía. Podés aplicar en tu auto examen el pretérito indefinido del verbo ser y decirte en las primera persona FUI, pensando en lo que viviste o quizá pensando en otra porsona, en este caso FUE , y si te animas a profundizar la seleccion y endilgarte lo que te corresponda ya en primera persona SOY.
Que te diviertas y no sufras mucho.

Chau y hasta la próxima.

jueves, 10 de mayo de 2007

fantasías de los niños.


"un globo se suelta y vuela.Un niño llora"


"Yo jamas fui un niño.Mi sonrisa es seca,mi rostro serio,mis espaldas anchas,mis músculos duros,mis manos partidas por el crudo frío,solo ocho años tengo,pero no soy un niño" Fortunato Ramos, Memorias de un maestro rural en la Puna Jujeña."

No pretendo contarte mis fantasías infantiles.Mi infancia es tan , pero tan lejana que te podría sonar arcaico o anacrónico.Igual no sería para mi gran esfuerzo de memoria. Quizá un placer, en realidad lo estoy haciendo de alguna manera. Pretendo referirme a ese estado mágico que la infancia, cuando aun prevalecen la inocencia, la credulidad, la imaginación en su estado primario, no influida todavía o en muy poca medida por la vida, el medio, la incorporación de conocimientos. Cuando todo es cristalino. En ese periodo en especial los niños fantasean muchísimo y creen a pie juntillas sus propias fantasías. Les adjudican a personajes reales o imaginarios, a los padres, superpoderes, omnipotencia, dominio de fuerzas mágicas.Los niños son capaces con su imaginación y en los hechos de emprender, a veces acciones riesgosas o irrealizables. Lo hacen en acción individual pero sobre todo la emprenden en pandilla. Las travesuras, muchas nacidas de esas fantasías, se ejercen en solitario o en grupo. Una de sus facetas es la pretención de hacer o construir cosas imposibles. Nosotros eramos un grupo de cuatro, mi hermano y yo y dos hermanos hijos del socio de mi padre.Vivíamos practicamente juntos. Una vez se nos dio por hacer la locomotora La Porteña en tamaño suficiente creyendo funcionaría y pasearíamos con ella por el jardín.C onstruimos un piso de madera, un horno de barro tamaño nido de hornero para la caldera y las ruedas las pretendimos hacer con ramas de palmera. Por supuesto abandonamos sin el menor remordimiento ni sentido de frustración para intentar hacer otra cosa.. Los Reyes Magos eran el blanco principal de nuestros sueños y fantasías.Una víspera 5 de enero, llovía. Para nosotros no era agua sino pis de camello. Las zonas secas del patio donde la lluvia no alcanzaba, por los toldos que los Reyes ponían para no mojarse. Demás esta decir que interpretábamos las formas de las nubes como figuras representativas de lo imaginado. Y mil cosas mas. Vos, al leer este blog evocaras aquellos, tus momentos felices o tristes de tu infancia. Seguro con nostalgia, seguro con alegría. Seguro se te dibujará en el alma una sonrisa. Y sumarás , si tenés hijos la experiencia de haber vivido sus fantasias. El niño que no fue niño, como dice Fortunato Ramos en la cita , en su tristeza quizá su fantasía seria ser niño.

Chau y hasta la próxima.

Foto JCGB 2002.

domingo, 6 de mayo de 2007

Reflexionario: de animales.


"La historia de la humanidad es la historia de los horrores". Cornelio
Castoriadis. Del avance de la insignificancia.


Cuando al perro le gritaron ¡cucha! pensó. Soy un afortunado, tengo asegurada casa y comida a cambio de fidelidad.
Cuando pretendieron que el gato se adaptara servilmente a la vida hogareña pensó. Estos humanos no entienden lo que es la libertad.
Cuando el caballo fue domado pensó. Me espera una vida de trabajo, guerras y esclavitud..
Cuando al burro lo domesticaron, pensó me espera una vida de trabajo y seré el emblema de la dura faena.
Cuando la mula fue creada pensó ¿y yo que soy?
Cuando apresaron al tigre, al león y otras fieras pensaron. Nos espera cadena perpetua.
Cuando atraparon al oso pensó. Pobre mi vida, seré payaso de circo o fiera amaestrada.
Cuando atraparon al elefante pensó. Haré números de circo y si me abate algún cazador mis colmillos serán vendidos, mis patas adornos o souvenires.
El rinoceronte, huyendo de algún cazador pensó. Quieren mi cuerno para hacer afrodisíacos.
Antes de caer por el disparo de un cazador el ciervo pensó. terminaré luciendo mi cornamenta como trofeo.
Cuando el pez se vio dentro de un acuario pensó. Por lo menos comeré y no moriré contaminado por los vertidos humanos o dentro de una lata de conserva.
Cuando la ballena sintió la penetración del arpón pensó. No seré mas la reina de los mares, no podré defenderme del hombre.
Cuando el ave vio los barrotes de su jaula lamentó su prisión con un tristísimo y maravilloso canto.
Cuando el ganado fue llevado al matadero pensó. ¿Porqué a mi? Me han criado, engordado, ordeñado y ahora me matarán, me despedazarán, se comerán mis trozos. Dichosos los tiempos que vagábamos por los campos. Cuando moríamos hasta iluminábamos la noche con nuestros huesos como luz mala.
Cuando el toro se encontraba en plena lidia pensó. Qué triste y trágica es mi vida. Me aclamarán, me torturarán, seré picado, me clavarán banderillas, me engañaran y me mataran con destreza o sin ella. Antes deberé embestir y embestir hasta mi muerte.
Y así ha sucedido con casi todas las especies de animales en la tierra.
Cuando el negro, el indígena, los perdedores de las guerras, los capturados, los conquistados fueron sometidos se preguntaron. ¿Quiénes son estos hermanos tan crueles?
Cuando a través de la historia bestias, hombres, padecieron y padecen lo indecible se preguntaron y preguntan ¿Dios existe?
De una frase del siglo XVI "mátenlos a todos. Dios reconocerá a los suyos".
Cuando el hombre apareció sobre la faz de la tierra supo que su destino sería el poder. la creación, el arte, la ciencia, la belleza, la literatura, la poesía, la tecnología y cuanto prodigio se conoce y se conocerá de su genio y creatividad.
Cuando el hombre se paro en dos patas, homo erectus, y luego aprendió a usar sus manos, homo sapiens, presintió que el destino le reservaba todas las glorias, todas las felicidades, todos los sufrimientos.
Lo que jamás imaginó que el se transformaría en el genio del bien y del mal. Que sería el brazo ejecutor de su propia destrucción, de su entorno, de su hábitat, de su bello planeta Tierra. De la mayoría de sus habitantes, de las especies vegetales y animales. Que sería, a no dudarlo, el mayor criminal y asesino del universo.

Chau y hasta la próxima.

Foto: JCGB 1980.

jueves, 3 de mayo de 2007

Cuentario: Edna Purviance

La conocí una noche de verano.¡Qué extraño!. Mientras evoco mi primer cita con Edna, se suman al recuerdo compases del tango Flores Negras. Sus notas imprimen a la remembranza un aire nostálgico del que ella no tendrá nada que ver. O quizás mucho. Flores Negras fueron sus párpados oscurecidos hasta la exageración, contrastando aún más, si cabía, con su tez blanca, su cabello rubio.
Acudió desaliñada, el cabello revuelto recogido en rodete mal hecho. Vestida pobremente, con un cierto negligé encantador. Los brazos desnudos. En el derecho, un leve tatuaje, vital para su destino. Me miró con esos ojos hermosos, profundos, tiernos. Su visión, la tibieza de la noche, cierto perfume a jazmín y a madreselva, hicieron el resto.
¿Cómo no iba a pasar del deslumbramiento al amor?.¿Cómo dominar los nacientes sentimientos?.Y además,¿porque hacerlo? Si todo era cuestión de dejarse envolver por ella, por su belleza, su aire candoroso, mi imaginación....
Y mientras daba rienda suelta a la fantasía, cuando aumentaban mis emociones, llegó él sin decir palabra alguna. Apenas medió un gesto suyo, suficiente para llevársela tomada del brazo, Hablándole luego al oído, conquistándola. Edna, etérea, se dejó convencer. Comprobé con tristeza, desolación, total impotencia, como se alejaban.
Quizá el aspecto del diminuto galán, su virtuosismo para tocar el violín con la mano izquierda, robaron su corazón. No pude competir con él.
Volvimos a encontrarnos en otra oportunidad, pero ella apenas cruzó una mirada conmigo. Yo la observaba absorto, extasiado. Muy ocupada, atendía a su madre descompuesta por los vaivenes del barco. La ví desembarcar; reaparecer al cabo de un tiempo triste, vestida de negro, sentada en un restaurante de pobre categoría, y salir nuevamente con él, para pederse detrás de una puerta oscura que se abrió para darles paso.
Desde ese momento, cegado por los celos, me propuse no ofrecerles tregua. Perseguirlos en todas sus aventuras. Meterme en sus vidas. Inútilmente. El siempre me vencía. Y a los otros. Los gitanos; los malhechores; los borrachos ;los vigilantes. A todos ellos derrotaba con gracia, melancolía y cierta pícara humanidad..¿Cómo luchar contra él?.¿Cómo conquistar el alma de ella?.Para estar a su lado me bebí a escondidas, mezclado entre señoras hipocondríacas jarros y jarros de aguas curativas. Traté de sorprenderla en la cocina mientras en el negocio del padre se desarrollaba el drama del asalto. O la comedia. Una vez más, él convertido en héroe, se quedó con Edna. Salvó las joyas, dominó al gigante asaltante, superó al dependiente rival y conquistó una vez más, su disputado corazón. Muchas veces intenté vanamente desentrañar el motivo de mis derrotas, en otras noches de verano, en otras citas. Repasé detenidamente cada detalle. Repetí cada escena, cada encuentro. Me detuve en la mirada de unos ojos que nunca repararon en mí, aunque ingenuamente creyera lo contrario .Pero en mis sentimientos se fué operando, sin darme cuenta, una transformación, un cambio. Comencé a admirarlo a él. A respetarlo. A disfrutar de cada gesto o pirueta suya. Mas no podía superar o aceptar esos finales en que siempre, indefectiblemente, se quedaba con ella. Para llevársela por esos largos caminos, casi sin horizonte.
Luego comprendí que jamás podría vencerlo. Porque el era el autor de los destinos. Movía las vidas, los personajes. Ordenaba que lo amaran. Que el malvado perdiera; el borracho se regenerara; que los gitanos corrieran detrás del carromato sin posibilidades de alcanzarlos; o que el pintor le hiciera un retrato con el brazo tatuado para una exposición donde la madre reconocería a la niña raptada. Y que yo nunca pudiera entrar en sus vidas. Me excluyó totalmente. Me ignoró al extremo que Edna jamás pudo enterase de mi existencia. ¡De cuanto la amaba!. A despecho de mis esfuerzos por llamar su atención. De mis pulcras rodillas fregadas casi hasta lastimarme. A pesar de mis zapatos bien lustrados, mi mejor pantalón corto, mi camisa planchada, mis orejas y cuello limpios, y mi pelo dominado con abundante fijador. Sin ningún remolino parado. Con mi mejor aspecto. Con el que acudía a cada cita. Jamás me permitió verla de otra forma que no fuera proyectada sobre el telón casero, plateado que el las noches de verano colgaban de un clavo en la pared del patio de casa del vecino. Bajo pérgola con parrales, jazmines y madreselvas. Acudió a cada cita en gris, negro y blanco tiza. No supe del color de sus ojos, ni el de su piel. Desconocí el timbre de su voz. Su perfume. Todo lo intuí,l o adiviné, lo imaginé.¿Como habrás sido realmente Edna Purviance?. Nunca, nunca pude saberlo. Te guardé en mi corazón infantil mucho tiempo. Y en unos carretes enlatados para proyectar en una máquina Pathé Baby.

Chau y hasta la próxima.

Nota: Edna Purviance fué una bella actriz, mujer de Chaplin, Protagonista de numerosísimas películas muda filmadas por él. Carlitos Vagabundo, inmigrante, dependiente , patinador, en las termas para solo citar algunas.