Aparece los miércoles y los sábados

"Dios me puso en tu pagina como un tábano sobre un noble caballo para picarlo y tenerlo despierto" (algo de Sócrates).

miércoles, 29 de julio de 2009

228 Lo que no fui

 "Ser o no ser" se lo hizo decir Shakespeare a Hamlet. Ser o no ser o ser otra cosa nos lo decimos o planteamos muchas veces.

Noel Coward escribió una hermosa obra cuya versión cinematográfica ví hace muchos años, llamada Lo que no fué. Esta reflexión que formulo no es para nada original por  cuanto a cualquiera de nosotros nos nace en algún momento la pregunta sobre lo que no sucedió, lo que pudo suceder en y con nuestras vidas, en nuestra realización como persona y todo lo que ella lleva aparejada. Porque es indudable, en introspección íntima las incógnitas no resueltas brotarán hasta alocadamente presionándonos para imaginar que pudimos haber sido, qué otra vida hubiéramos podido vivir. Otros planes, otra gente, quizá notoriedad u otra notoriedad si se la tiene, luces, sombras. O un denominador común de gris en tono diferente. Subestimación o exagerada autoestima quizá en actitud resignada y al mismo tiempo en tardía esperanza por sobreestimación de supuestas capacidades para realizar otra cosa que la hecha como indudable posible superación. Simplificando decirnos ¡si hubiera hecho tal o cual cosa o tomado tal camino qué lejos habría llegado!. Porqué en vez de ser como soy no fui aquello otro. Allí sí la posibilidad o el seguro destacarse, éxito resuelto y garantizado. Pero no, elegí este otro camino y a este punto he llegado. Bueno es y resulta si el inconformismo es componente, impulsor hacia la superación y el perfeccionamiento. Distinto  si lo es como comprobante de un fracaso perceptible pero que a su vez nos hace caer en resignada aceptación . Fórmula válida para sumergirnos en  mediocre conformismo o para conducirnos a una falsa apreciación sobre cual es nuestro real valor o sobre la verdad referida al tiempo vivido, aceptado y hasta gozado y sufrido. Porque tampoco es cuestión de ser un desagradecido, en tirar todo por la borda, negar y negarse. La vida única y milagrosa como tantas veces se ha sostenido con razón se merece de nuestra parte un reconocimiento, una reverencia por el simple hecho de ser. Cierto y lo he tratado en Ufa alguna vez o por lo menos lo he mencionado, que una cosa es ser y otra es estar. Cuando como en mi caso la vida ha transcurrido casi toda me puedo dar el lujo de fantasear más cómodamente sobre lo que pude ser y no fuí. Rememorar lo vivido e imaginarlo de otras formas, con éxitos ,fracasos, felicidades y tristezas. Con mayores o menores trascendencias. Sí, es un lindo ejercicio. Lo anterior hasta este instante ya es pasado y a partir de él todo es un pequeño fruto, por lo menos para mí.

Te dejo para que lo pienses referido al tema una frase de Paul Válery: "El mayor esfuerzo que puede pedirse a un ser humano es ser lo que el es. Si lo hace, es un ser inhumano".

Chau y hasta la próxima

sábado, 25 de julio de 2009

227 Los tres nacimientos

Henrique Olivera st/ 2008

El patio de una casa cualquiera, rectangular, hecho de baldosas comunes, casi ordinarias, de color indefinido. Está suspendido en el espacio. Solo, sin paredes , sin ningún tipo de construcciones que lo circunde. Forma con la línea imaginaria del horizonte un ángulo de treinta y tres grados. Lo rodean algunas nubes blancas que flotan en un cielo celeste claro. De pie, alineados a ambos costados de los lados mayores, de abajo hacia arriba se encuentran  una madre, un padre, un médico, una maestra. Todos sin rostro. Junto con ellos una hermosa niña montada en bicicleta, de cabello largo, rubio castaño. Su vestido y medias tres cuartos son blancos. Los zapatos negros, charolados con tirita y botón al costado. Pedalea suavemente sin desplazarse del lugar, aunque su cabello se extiende hacia atrás impulsado por la brisa originada en su andar, dando así la sensación de movimiento. Se la ve lejana, indiferente.

A estos cinco personajes se le suma gente, también sin rostro. El médico por momentos parece enorme como si su estatura  más que crecer se alargara, igual a  esas figuras estiradas que se reflejan en las galerías de espejos de los parques de diversiones. Es la imagen que un niño afiebrado, tirado en su cama y acosado por el delirio se forja de él.

Aparece un chico que lentamente comienza a caminar por el patio subiendo la leve cuesta. A medida que avanza en su andar se va transformando, creciendo, desarrollándose. Es rubio, de guedejas ensortijadas. Aunque por momentos, de acuerdo a la incidencia de los rayos solares, o según quien lo mire parece morocho, lacio. Da la impresión que se conjugaran en él todas las razas al mismo tiempo. Delgado, de facciones regulares hay algo en su persona que irradia una luz iluminándolo todo. Cuando arriba a la tercera parte del patio muere. Solamente ha logrado llegar al límite entre su infancia y adolescencia.

Renace a partir de esa muerte un nuevo personaje que es igual al anterior. Sigue avanzando y si bien esa segunda marcha la ha iniciado con edad de doce, catorce años, al acercarse al segundo tercio del recorrido ya es un joven de más de veinte. En su trayecto, la gente que lo rodea va sufriendo perceptibles cambios. Aunque siguen sin tener rostros se adivina en ellos una expresión de amor, de esperanza hacia quien sube la cuesta, hacia quien va demostrando una personalidad diferente, como si su presencia fuera un hecho largamente esperado. Como si el mundo desde que fué creado y a partir del instante en que el hombre asomara a la vida, hubiera aguardado, deseado, la llegada de él.

La niña ahora con rostro ya es una muchacha. Mantiene su belleza pero sin frescura ni inocencia. Semeja en cambio la representación del vicio.

El llega al segundo tercio del recorrido y también muere.

Se reencarna en un tercer personaje igual al anterior. Alto, más maduro viste un sencillo y modesto traje de calle. Camisa sin corbata, zapatos comunes. Aunque su andar es por natural erguido, camina encorvado como si tuviera encima el peso del mundo. En un momento dado se detiene, y con voz hermosa, profunda dice:"he precisado de un niño-adolescente y de un joven para ser quien soy. De hoy en adelante para ser el futuro, para ser quien seré, los necesitaré a todos."

De pronto, aunque el plano inclinado del patio no se ha modificado un solo grado, para él que lo sigue subiendo, se transforma en una empinada cuesta. Es inmenso el peso simbólico  que lleva sobre sus hombros. Extrañamente a media que avanza hacia le final la gente que lo rodea comienza a tener rostro. Todos lloran y la muchacha recupera su aspecto de pureza, de inocencia virginal.

El llega al fin del patio, se detiene y girando sobre sí mismo dirige una larga mirada a todos cargada de amor y piedad. Abre los brazos y cae al vacío muerto,  tendido boca arriba sobre un piso de nubes. La madre, el padre, la muchacha y demás personajes se le acercan lentamente. Lloran en silencio.

Cosa extraña, aunque sabían que estaba allí tirado en ese lugar, todos para verlo mejor tuvieron que dirigir sus miradas al cielo

Chau y hasta la próxima

miércoles, 22 de julio de 2009

226 Locus minoris resistenciae

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"Mi cuerpo es una celda" Novela del escritor colombiano Andrés Caicedo. Se suicidó a los 25 años.

Introducción. se refiere a la guerra en el cuerpo. Su triunfo connlleva el retitutio ad integrum. Se sostiene que los mecanismos de defensa son la suma de todo lo que nos impide  ser perfectos y completos. Se define al locus... como el lugar o punto de menor resistencia. Sitio donde existe una predisposición morbosa, generalmente debida a un proceso patológico anterior.

Este tema con título en latín y un significado que nos atañe se me ha insinuado más de una vez para que lo aborde. Confieso le he dado vueltas y vueltas sin encontrarle una clara punta al ovillo pero acepté este pequeño desafío.

¿Debía hablar de males físicos, de enfermedades?. Correspondería pero los descarté de inmediato. Por ahí no iba la cosa. ¿Mezclarlo con aspectos psicológicos de nuestro yo?. Me resultó más atractivo. ¿Pero cómo hacerlo?. Dejé correr la imaginación y a la simbólica pluma. Sabemos y lo aclara su definición que cuando sucede un locus minoris resistenciae es porque ha habido o hay una guerra en nuestro interior. Uso bien la palabra guerra donde el mecanismo de defensa libra batallas. Si resulta vencedor la paz exige recuperación, la vuelta a la normalidad, el restitutio ad integrum. Esta parte está clara. Ahora si pensamos y aceptamos como dice la cita del encabezamiento que nuestro cuerpo es una celda por cuanto no podemos salir ni prescindir de él estando vivos y sí podremos hacerlo según creencias a partir de nuestra muerte física, es evidente que él y de  él nuestra dependencia es total. Aún en la práctica de modelos hinduístas o de otras culturas donde el hombre logra un dominio tal de su materia que logra hacer abstración de ella. Por supuesto nuestro cuerpo material, pura naturaleza, pura biología, contiene o es portador de un yo. Esa vida interior, esa capacidad de sentir, pensar, sufrir, gozar. Esas mil facetas que lo expresan, conforman además conciencia, dependen de esa llamada celda, de ese cuerpo. Sin él estaríamos frente a un no yo. Aventuro a sostener de allí cuando digo locus minoris resistenciae es porque he apuntado a señalar la importante y vital batalla  permanente que él nuestro cuerpo celda libra para que dispongamos de una estructura donde podamos edificar nuestro ser.

Chau y hasta la próxima

lunes, 20 de julio de 2009

Extra nº 14 Día Internacional del Amigo

idolatría , Bruno Grupalli 2008

La iniciativa de un colega argentino , el dr. Febraro hace ya bastantes años sugiriendo y creando el día del amigo fructificó y lo que en aquellos tiempos era una idea a cultivar y desarrollar ha dado sus frutos. Se ha arraigado y hoy, más allá de las consabidas y nunca ausentes especulaciones comerciales, marca un jalón recordatorio lleno de nobleza sobre este aspecto tan importante de la vida humana. Cierto se ha escrito mucho sobre ella ,se ha intentado definirla a veces hasta con cierto escepticismo como lo sostenido por Ramón y Cajal en su libro Charlas de café, cuando afirmó ¿cómo todavía son amigos?, sí, todavía nos necesitamos. Aunque es una definición que permite interpretaciones diversas. O cuando G.García Marquez en 100 años de soledad pone en boca  de Aureliano Buendía  "el mejor amigo es el que acaba de morir". Porque a la amistad no solo se la ha cultivado como un sentimiento lleno de altruismo y entrega, como relación social, ya que el hombre es un ser social. Ella es y ha sido, compone uno de los más nobles sentimientos que alberga y son capaces de contener en su interior las personas. Uno siempre recuerda a los amigos que ya no están en forma entrañable y nostálgica dándole en algo la razón a A.Buendía. Uno recuerda a veces con cierta ingratitud o indiferencia práctica a aquellos aún presentes, apoyando inconcientemente a R. y Cajal. A veces también porque la vida, las circunstancias nos han alejado hasta físicamente de ellos.  En ese noble órgano donde creemos guardar todo lo bueno, lo puro de nuestros sentimientos, ese corazón que se obstina en latir, en mantenernos vivos hay una caja. Ninguna tecnología médica es capaz de descubrirla, de localizarla, pero ella está allí invisible en su modestia, segura de albergar, preservar, guardar uno de los más puros sentimientos. A nuestro requerimiento, a veces al margen de nuestra voluntad se abrirá todas las veces que sean necesarias para dejarlo salir, para hacernos sentir y direccionar el recuerdo hacia aquellos con quienes tenemos el privilegio, el goce de compartir vida, nuestros amigos. En plural o en singular. A todos ellos o a él, o a los que fueron y ya no están valgan estas palabras escritas más que con capacidad expresiva, porque las palabras y sentimientos se agolpan y no hallan traducción idónea, la mano se revela instrumento insuficiente para registrarlas. Valgan, repito para que sean en lo posible el pobre reflejo de todos los sentimientos guardados en esa caja corazón

Chau y hasta la próxima

sábado, 18 de julio de 2009

225 de Pensamientos ajenos

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 "Siempre una vez, uno acaba por ser dos" . De Así hablaba Zarathustra.

Cuando uno se asoma al pensamiento ajeno se encuentra muchas veces con ideas que ayudan a interpretar o definir los propios. Para bien o para mal. No siempre coincidimos ni los suscribimos. Lo mejor, si es que logran llamarnos la atención es reflexionar sobre ellos.  Esta sección a mí me gusta mucho armarla, tiene la virtud de despertar ideas que comento, no para orientarte o guiarte hacia determinado fin, sino para que, de interesarte, saques tus propias conclusiones.

Empecemos con Silvina Ocampo, gran escritora bastante olvidada en la actualidad, por momentos revalorizada, esposa de Bioy Casares, hermana de Victoria Ocampo, y mucho mejor escritora que ella. "Morir no sienta a cualquiera, vivir tampoco". "Lo que más descansa es el cansancio". "Los que solo dicen la verdad, a veces se redimen mintiendo". "A algunas personas les cuesta tanto ser  virtuosas que esgrimen sus virtudes como un reproche". Saborealos por tu cuenta. Y ya que hablamos de virtuosos decía Hesíodo con toda tazón sobre el vicio y la virtud "Se puede ir en cuadrilla tras el vicio que el camino es liso y llano y está muy cerca de cada uno de nosotros. Que al contrario pusieron los Dioses delante de la virtud los sudores y trabajos y que el sendero que allí nos conduce es largo y escabroso."

Otras facetas humanas y que son muchas han merecido opiniones. Los afanes cotidianos, la vida misma, el papel que jugamos ante determinados hechos y acciones. El cómo somos, nuestro qué hacer. "El trabajo es la diversión más barata" decía Bernardo Houssay. Con todo respeto a este gran científico, premio Nobel agregaría,depende de lo que trabajes. No es lo mismo hacer lo que a uno le gusta imaginándolo a él en un laboratorio,a picar piedras al rayo del sol.

Si de los sentimientos que algunos buscan definir como el patriotismo Charles de Gaulle dijo "Patriotismo es cuando el amor por tu pueblo es lo primero. Nacionalismo es  cuando el odio poor los demás pueblos es lo primero"

Si calificamos como de dificilísimo el camino de la virtud, la perfección, la culminación de ese camino, impulso muchas veces alentado por religiones y creencias desalienta leer que "el hombre es capaz de una perfección a la cual no obstante jamás llegará en la vida" Sócrates, y que no implica alcanzar la felicidad. Esta, esquiva como pocas nos aparece vedada de atenernos y aceptar a Solón cuando sentencia" A nadie llamemos feliz antes de su muerte", y después de ella ¿para qué?.

Pero en esta vida los hay señalados con un dedo no para ser felices precisamente sino para jugar un papel relevante aunque en nada se beneficien con ello sino para aumentar sus padecimientos rodeados de imcomprensiones. "La naturaleza eligió a Galileo para revelar parte de sus secretos" Vincenzo Viviani (su discípulo y biógrafo). O ser capaz con un gesto demostrativo, casi extravagante después de haber realizado una de las más grandes conquistas de la historia responderle a Carlos V  cuando le pregunta por su epopeya entregándole un trozo de pergamino arrugándolo y diciéndole Esto es México. Palabras de Hernán Cortés.

Termino esta serie con la amargura implícitas de estas palabras que te llevan a pensar cuan injustos y destructivos somos porque a México no solo lo conquistaron con palabras. Los pueblos se mataron y siguen matando y a veces el mètodo puede ser sutil, engañador, artero. Con una simple orden, una medida económica y mil artilugios más. En vísperas de su muerte anunciada Patrice Lumumba declaró "Si muero mañana es porque un blanco le entregó un arma a un negro".

Chau y hasta la próxima

miércoles, 15 de julio de 2009

224 La costumbre

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Seis y media de la mañana. Suena el despertador, el odiado despertador. Con su casi eterno clac-clac. ¡Qué diferente de aquél otro tic-tac, cuando los relojes funcionaban a cuerda! Pero el progreso los fué reemplazando por otros llamados de cuarzo, a pilas, sustituyendo también a aquellos eléctricos menos confiables, porque uno se acostaba pensando, ¿si se corta la luz?; el reloj se detendrá y entonces me quedaré dormido. Solo era cuestión de correr la palanquita de la alarma y a la hora indicada sonaría. Sonaría estridentemente. Para ponerlo en marcha bastaba conectarlo y darle impulso a una ruedita y la aguja del segundero avanzaba en el sentido de las horas. Pero esos relojes tenían una particularidad, se los podía hacer funcionar al revés, en dirección contraria y las horas retrocedían. ¡Qué intento mágico!. Breves momentos de imaginación. ¿Volvería la niñez?. ¿El pasado?. ¿Se transformaría el despertador en una máquina del tiempo?. Absurdo, mejor volver a la realidad. Uno, dos, tres, cuatro, hacia adelante..Hacia el minuto de sesenta segundos. Hacia el destino. Quizá mejor que el pasado.

El clac-clac se torna más espaciado, más lento. Señal de que se está agotando la pila. A cambiarla antes se detenga durante la noche y no suene a las seis y media. Porque esa es su obligación, su misión. Tocar a esa hora. Exactamente a las seis y media, siempre. ¿hasta cuando?. Vaya uno a saberlo. Así es la costumbre y no hay nada mejor que la rutina. El orden pre establecido amasado a través de los años. Forjándolo con vida, tiempo, esfuerzos, sacrificios. Sí, sacrificio de ideales, sueños, riesgos, para obtener derecho a la tranquilidad. ¿O vivir con placidez puede ser superado por otro estado diferente?. Hay que tolerar la mediocridad resignadamente, y es muy difícil aceptar ser mediocre, admitir ser nadie. Aún inconcientemente. Sacrificar la vida, cualquier posibilidad o alternativa en el altar de la comodidad y la rutina. Así es la costumbre, y tiene su alto precio.

¿Porqué tan pendiente del reloj?. Si le gana siempre al despertador. Si abre los ojos antes, se anticipa. En verano entreviendo el resplandor del amanecer. En invierno aunque desconcertado por la prolongada oscuridad, el despertador tiene la obligación de sonar a las seis y media. Todos los días del año. Aún en vacaciones, aún en domingo

Se levanta. Al lado de la cama están las pantuflas. No necesita buscarlas. Es cuestión de extender los pies. La izquierda a la izquierda, la derecha a la derecha.  Jamás cambiadas, colocadas allí en la víspera. Exactamente en el mismo lugar. Si pudieran dejar huella, seguramente quedaría impresa en el lustrado parquet . Camina con absoluta seguridad. Cinco pasos hasta la puerta del dormitorio. Tres hasta el cuarto de baño. Ocho en total. Nunca nueve. La costumbre es muy importante, hasta para caminar.

Luz, necesidades, ducha. Se afeita, viste, desayuna. Lava sus dientes. Va hasta el balcón del frente a recoger el periódico.

¡Maldición!. Son las siete y cuarto y todavía no lo han dejado. ¿Acaso ignora el repartidor que esa es la hora convenida?. Pues debería saberlo, adivinarlo o intuirlo.  ¿Como se atreve con un acto de impuntualidad alterar la costumbre?. ¿Su costumbre?. Entonces ¿para qué levantarse a las seis y media si las noticias  no están allí enrolladas, tiradas en el piso?. Y ahora, ¿qué hacer?. Esperar, dar vueltas por la casa. Está atento al golpe del periódico contra el vidrio del ventanal. ¡Allí está, ya cayó!. Bien, a ver qué dice.

Inicia un nuevo rito, esta vez con la lectura. Portada, títulos, continúa la costumbre. Comienza por las historietas, de atrás para adelante. Sección espectáculos, deportes, avisos fúnebres, ¿Habrá muerto algún conocido?. No ninguno. ¿Y en participaciones?. Tampoco, qué desilusión. Busca en recordatorios. ¿Cómo?. ¿G... murió hace cuatro años?. Creía que aún estaba vivo. ¿Acaso no lo había visto hacía poco?. ¿Pero qué dimensiones tiene la palabra poco?.¿Cuál su cuantificación?.El tiempo pasa muy velozmente, es verdad sabida. Los hechos se mezclan y lo que nos parece reciente ha sucedido hace varios años.¡Qué cosa!. Uno ha llegado a determinada edad, son tantos los nombres de los muertos que se entra en la duda. ¿Cómo retenerlos en la memoria? Es muy difícil. A veces por asociación. Y  además ¿para qué?

Seis y media de nuevo. Otra jornada igual, ya pasó la anterior y la anterior y la anterior. Idénticas de lunes a viernes. Diferentes el sábado. Tristes el domingo al atardecer. No hay cosa más horrible que la tarde del domingo, peor que el lunes por la mañana. Aunque haya que trabajar. Aunque  el periódico no esté a las siete y cuarto tirado en el balcón. Aunque en  los avisos fúnebres no haya ningún conocido. Aunque continúe levantándose a la misma hora, leyendo el diario con igual método, eso sí la prioridad para los fúnebres.

Hola muerte ¿qué tal?. Porque es la muerte en letras de molde, encerrada en pequeños rectángulos.Conteniendo nombres, fechas, datos, lugar de inhumación. Breves síntesis  apenas sugerentes de historias, vidas, identidades. Punto final. A veces repetidas y encolumnadas. Cuanto más repetidas, más importante el personaje desaparecido. Geometría apilada en sucesión vertical. Qué costumbre esa de leer los avisos fúnebres y piensa más de una vez,¿como saldré yo?.¿En qué día y en qué año?. La cita con su muerte un desafío cotidiano. Casi en aparente ficción. Alucinante. Lo piensa con pequeña soberbia y orgullo, adjudicándose por medio de ese aviso una notoriedad que nunca tuvo, pero que su vida rutinaria y disciplinada debería garantizarle el derecho a un fin publicitado. Por única y última vez, sin alentar otra pretensión que esa, muy lejos de aquellos privilegiados que fueron alguien , que lucharon toda su vida para acceder al derecho de tener una muerte elegida. Sin rutinas. Entre esa muerte elegida y la de él, la gran diferencia. Y se dió el gusto.

Una mañana, a las siete y cuarto mudo de asombro se encontró. Allí estaba su aviso fúnebre, en letras de imprenta como lo imaginó tantas veces.

Buenos días muerte, llegó mi día, pensó azorado. En ningún momento se dejó ganar por el terror.

Aviso "José María...QEPD, Fecha...

Falleció con los auxilios de la santa religión y la bendición papal. Su esposa Antonia Eugenia, sus hijos Leonor, Francisco y María (ausente) ,nietos hermanos y demás deudos..." Un segundo aviso de la empresa y los amigos. Todos los datos coincidían. El domicilio de la casa mortuoria. En un instante de reflexión pensó casi con satisfacción que las cosas le sucedían como siempre lo había imaginado. Letras de molde, recuerdos de la empresa. A pesar de la rutina era alguien. Hasta se le ocurrió buscar si en otras páginas habría aparecido su obituario. Reaccionó.

No, tendría que ser una broma de mal gusto. Porque el estaba vivo. ¿O el reloj de cuarzo adelantaba tanto que lo hacía vivir en el futuro?. Imposible. Vivía, vivía. ¿Pruebas?. La costumbre, su costumbre.

¿No se levantó durante años y años a las seis y media?. ¿No caminó siempre los mismos ocho pasos hasta el cuarto de baño?¿No siguió siempre la misma rutina? .Sus necesidades de seis y media a seis y cuarenta, exactamente, tenía el intestino amaestrado. Su ducha de seis y cuarenta y tres a seis y cincuenta. Su afeitada a las seis y cincuenta y cinco. Su desayuno de siete a siete y diez. Su diario de siete y cuarto a ocho. Su trabajo de nueve a doce y de quince a veinte. Su ir y volver. Sus todos los días iguales., menos los jueves y sábados por la noche ritualmente preparados para hacerle el amor a su esposa. Preparado concienzudamente., detalladamente. Aunque cada vez tuviera menos ganas, aunque fuera siempre igual , sin fantasías. Terminando en la misma posición. ¿Y su tristeza de todos los domingos a la tarde?.¿Y sus iras de los lunes a la mañana?. Mezcla de enojo y depresión. Porque sus estados de ánimo también fueron parte de un ritmo impuesto e inalterable..¿Cómo muerto?.

¿No se había esforzado para fundar una familia?.¿No la había rodeado de las comodidades propias de su condición y clase?. Sólo él sabía cuanto esfuerzo prodigó para que sus chicos fueran a un colegio privado. Para asociarlos a un excelente club. Recordó el valor de su primer automóvil, cambiado regularmente cada cierto tiempo para no desvalorizarse. ¿Y el piso donde vivían?.¿Y los muebles?.¿Y los electrodomésticos?.Todo lo que aparecía no lo incorporaba regularmente al uso familiar?.¿Faltaron alguna vez las revistas, los best sellers y algunas colecciones de libros lujosamente encuadernadas, que nunca se abrieron . Cierto que cuando los hijos crecieron tuvo grandes dificultades con ellos. No lograba comprenderlos,entender sus raras costumbres, vestimentas, anillos, aros, cortes de pelo. Pero al final algo estudiaron ,no lo que él quería y soñaba. Se casaron, dieron nietos, salvo María que anduvo, mejor no recordarlo, enredada en líos políticos, pero pudo sacarla a tiempo del país y ahora está en Europa, portándose bien. ¿No trabajó siempre y se labró una posición envidiable?. ¿Alguna vez se metió en algo?. Siempre votó cuando hubo elecciones a favor, naturalmente. Además si gozaba de buena salud, ¿porqué no podía pasar la vejez tranquilo?.¿Cómo es que se había muerto?. Ridículo.

Pensó en el sufrimiento de su esposa a la que amó moderadamente y jamás engañó.Porque a pesar de sus cargos directivos y de las secretarias él cuidó muy bien su imagen y su rutina. Por sobre todas las cosas fué un buen ciudadano. Pagó siempre puntualmente sus impuestos. No encontraba el motivo para haberse muerto así sin darse cuenta.

Repasó su vida minuciosamente y no le encontró un solo defecto. Todo había funcionado siempre bien, con orden. Esposa buena y hacendosa Hijos modelos y obedientes, estudiosos y educados. Muy estudiosos y muy educados, a pesar de algunos contratiempos. ¿Porqué se casaron tempranamente y se fueron a vivir lejos y lo visitaban poco?. Cosa de jóvenes se dijo.Pero que quede bien claro, igual fueron obedientes. Aunque cada vez menos obedientes. Detalles, detalles sin importancia. Porque los adolescentes son por naturaleza rebeldes. El también lo fué en su época, pero en menor medida. Jamás se habría atrevido a decirle a sus padres lo que los hijos le enrostraban. ¿Y  ella su mujer?.¿No lo amaba y servía dócilmente con solicitud conmovedora? ¿No gemía de placer los jueves y sábados?¿O simulaba?.

Desayuno a punto con tostadas impecables. Almuerzo a punto, todo a punto y a horario. Jamás una sorpresa. Parecía hacerlo a propósito. Un menú para cada día de la semana, invariable durante toda una vida en común. Ropa limpia, bien planchada y ordenada dentro de los respectivos cajones del placard con ramitos de alhucema. ¡Qué rico perfume a lavanda!. siempre ese maldito perfume a lavanda. Cómo lo odiaba.

Cierto ella había envejecido casi como él, pero las mujeres disimulan más el paso de los años. Bastaba mirarla para encontrarla siempre igual. ¡Si a veces lo excitaba!.Bien , con esa aureola de serena felicidad. Sin una arista en su vida. Perfecta.

Aquello del intento de separación un mal momento. Un incidente sin importancia. Crisis superada con bastante trabajo pero superada al fin.

Divorcio,esa palabra lo golpeó rudamente. ¿Y la religión?.¿Y la tradición en la que lo habían educado?. ¿Y el juramento ante el altar?. ¿Qué dirían en la empresa?. ¿Nada tenía valor? Divorcio,consideró el asunto con indignación y desprecio.

Todo volvió a ser igual, como antes y a amarse todos los jueves y sábados como antes, como lo hicieron durante tantos años.

¿Pero ella alguna vez no tenía los ojos enrojecidos?. Por no hacerle caso. Por no ir al oculista más seguido. O por no tomar precauciones en la cocina cuando pelaba cebollas. Siempre se la veía impecable, con su delantal limpito, con un bolsillito en forma de corazón de donde sacaba con más frecuencia un pañuelo. Ella callaba, callaba obstinadamente. Y caminaba por el departamento con los patines reglamentarios. ¿Llantos?. Bah, cosa de mujeres.

¡Qué tiempos!. Los hijos pequeños y manejables. La mujer joven y atractiva. Vida brillante.¿O eran los pisos los brillantes a fuerza de cera y máquina?. No de ninguna manera, ese aviso fúnebre era un error.

El no solo había nacido sino que estaba vivo. Vivo y feliz. Siempre feliz..

El, la esposa aunque llorara de tanto en tanto, cada vez menos, cada vez más hermética. Y sus hijos casados dándoles nietos. Y María en Europa portándose bien. Buenos, estudiosos, obedientes a pesar de todo. Y por último la prueba de vida, sus costumbres , la costumbre.

Allí estaba él con su periódico, abierto en la página correspondiente con su aviso fúnebre.

A las siete y cuarto en punto. Más siete y cuarto en punto que nunca.

Chau y hasta la próxima

sábado, 11 de julio de 2009

223 Y las vacas volaron

"La imaginación, la fantasía, la realidad irreal"

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Néstor era un viejo amigo un poco extraño, bastante extravagante. Lo sabíamos extremadamente fantasioso y no muy equilibrado. Aunque cultivábamos su amistad desde hacía muchos años, en los últimos tiempos la frecuencia y rutina de  nuestros encuentros se habían prolongado inadvertidamente. Esa mañana de verano gozando del pequeño placer de tomarnos un cortado en el café Volta, esquina Echeverría y Obligado, en lugar de sentarnos en su acogedor interior como lo hacíamos habitualmente, optamos por ocupar una mesa en la vereda, precisamente una de esa esquina. Desde ella nuestra visión abarcaba además de los edificios que circundan la plaza Belgrano, la iglesia Redonda (Inmaculada Concepción),el Museo Larreta,el Museo Sarmiento, la escuela Casto Munita, la plaza en sí con el monumento a Belgrano en su centro. A este lugar lo consideramos uno de los más hermosos y acogedores del barrio. Justamente en momentos que aguardábamos nuestro consabido pedido vimos a Néstor que caminaba por la diagonal de la plaza y se dirigía directamente hacia nosotros, ya que desde lejos nos había localizado. Con alegría desbordada se sentó sin darnos casi tiempo a saludarlo y allí nomás comenzó su extrañísima conversación. Nos contó, cosa que ya sabíamos que en su campito  cercano a Chascomús tenía una interesante cantidad de vacas, que le iba muy bien pero que últimamente le había sucedido con su ganado un hecho muy extraño y curioso. Julia y yo nos preparamos previo cruce de  miradas de inteligencia a ser destinatarios de un nuevo desvarío. Lo primero que nos llamó la atención fué su forma de relatar. Se interrumpía, hacía silencios para luego volver a arrancar. Le preguntamos,un poco por formalidad qué le pasaba y nos dijo que había estado sentado en el banco de la plaza y allí había dejado todos sus pensamientos de manera esperaría la luz verde del semáforo y los haría cruzar con un simple llamado, y poder así seguir contándonos  sus últimas aventuras..Lo convencimos que aprovechara lo escaso del tráfico y los hiciera cruzar de una vez. La conversación ganó en agilidad y nos informó que a sus vacas le pasaba algo extraño. Todas por momentos se elevaban unos diez centímetros del suelo, orientaban sus cabezas al sudeste y por lógica sus ancas quedaban apuntando  hacia el noroeste. El encargado le había avisado de ese fenómeno que se iba agravando como si una enfermedad contagiosa traducida en levitación se hubiera apoderado de todos los animales. Ya , cobrando más altura pasaban el alambrado posándose tranquilamente en campos vecinos a pastar  y de igual forma retornaban al suyo. El mismo encargado comenzó que se apoderaba de él la misma tendencia, como si se tratara de una enfermedad contagiosa. Julia y yo más que sorprendidos intercambiábamos miradas incrédulas y festivas, sabiendo de quien partía semejante fantasía, sin imaginar que esa mañana sería la última vez que veríamos a Néstor. Se despidió de nosotros encaminándose al banco para recoger pensamientos sin  usar , y se fué. Por curiosidad buscamos en los suplementos del campo de distintas publicaciones y medios alguna noticia relacionada con el delirio de Néstor. Nada, absolutamente nada hasta que, pasado un buen tiempo con episodio olvidado los medios anunciaron, se hicieron eco de un extraño fenómeno sucedido en Chascomús. Un anochecer una bandada de vacas con un hombre al frente pasaron sobre la ciudad rumbo al sudoeste. Además de las muchas pruebas fotográficas, testigos, quedaron los regueros de bosta en los techos, terrazas, edificios de la ciudad. Pasaron silenciosamente como sin prisa. En las fotos reconocimos a Néstor como el hombre que las dirigía. Supimos luego que el encargado se había amarrado a un árbol para no verse arrastrado por semejante hecho mágico, como Ulises y las sirenas. Una vez que el grupo se alejó sintió que el hechizo había desaparecido. De Néstor y sus vacas que volaban no se supo nunca más nada. Su destino quedó rodeado en el más profundo misterio. Algunos aventuraron que por ese rumbo en la noche llegaron al Atlántico y allí se perdieron. Otros memoriosos lo asociaron con el misterio del globo el Pampero. Néstor, amigo, te pedimos perdón por no haberte creído, por nuestra oculta  y disimulada burla. Esa incredulidad nos impidió  comprenderte, aceptarte tal cual eras . Porque sí, porque eras parte de un realismo mágico ya superado en literatura pero de plena vigencia en la vida real,con toda su maravillosa magia y fantasía. ¿Un ejemplo?. Néstor y sus vacas que volaban.    

Chau y hasta la próxima.     

 

Nota: el Pampero se perdió tripulado por Eduardo Newbery y el Sargento Romero  un 17 de octubre de 1908                          

miércoles, 8 de julio de 2009

222 9 de Julio

 

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En vísperas de un nuevo aniversario de la declaración de nuestra independencia, como es mi costumbre e impulsado por el sentimiento patriótico no puedo dejar de referirme a la fecha. No me planteé  hacer una apología de su significado de por sí conocido y recordable por todo argentino.Ya el año pasado publiqué en Ufa copia del acta de la independencia en español y en quechua. Esta vez me ha atrapado la duda sobre este contenido..Pensé referirme, cosa que me agrada sobremanera en evocación del período escolar, cuando en la primaria, los chicos de guardapolvo blanco, moño azul en mi época, impecables al igual que las nenas en cuyas cabezas sobresalía un hermoso y grande moño de organdí, unos blancos y otros celestes. En días previos a los patrios los chicos que mejor dibujábamos junto con las maestras estábamos destinados con tizas de colores a pintar pizarrones con temas alusivos. Difícil dibujar las columnas torneadas de la entrada de la casa de Tucumán. Luego, montados en caballetes esos pizarrones adornaban el lugar de la ceremonia. Además en nuestros cuadernos constancia en colores de la fecha patria. Una plataforma escenario, presentación de la bandera de ceremonia, himno, palabras alusivas, discursos, canciones patrias, algún recitado o representación a cargo de alumnos. Final con desfile al son de la marcha de San Lorenzo. Marchábamos orgullosos, con el pecho henchido y escarapela destacada, agitando banderitas. Salíamos de la escuela con gloria después de haber tomado un chocolate caliente y recibido alguna golosina Estoy hablando de una escuela pública del bajo Belgrano,no de las ricas precisamente.

La otra idea era volver al Congreso de Tucumán, referirme a la faz histórica pero no me siento capaz ni en condiciones de analizar, puntualizar y meno aún historiar el proceso que nos llevó a la declaración de la independencia.. Me pareció referirme sí a su presidente Francisco Narciso de Laprida y su trágico destino. Este patriota parte y víctima de las guerras intestinas muere en Mendoza un 22 de setiembre de  1829 en manos de Aldao. En esa matanza jamás fué encontrado su cuerpo y me pareció oportuno recordar como final de esta evocación qué duro fué el camino transitado por nuestros próceres en su entrega, su lucha por una patria que se forjaba con visiones e intereses contrapuestos. Jorge Luis Borges le dedicó un poema a su muerte llamado Poema conjetural.

Zumban las balas en la tarde última

Hay viento y cenizas en el viento,

se dispersan el día y la batalla

deforme y la victoria es de los otros.

Vencen los bárbaros, los gauchos vencen.

Yo Francisco Narciso de Laprida,

cuya voz declaró la independencia

de estas crueles provincias, derrotado

de sangre y de sudor manchado el rostro,

sin esperanza ni temor, perdido

huyo hacia el sur por arrabales últimos.

Como aquel capitán de Purgatorio

que huyendo a pie y ensangrentando el llano,

fué cegado y tumbado por la muerte

donde un oscuro río pierde el nombre.

Así habré de caer. Hoy es el término.

La noche lateral de los pantanos

me acecha y me demora. Oigo los cascos

de mi caliente muerte que me busca

con jinetes, con belfos y con lanzas.

Yo que anhelé ser otro, ser un hombre

de sentencias, de libros, de dictámenes,

a cielo abierto yaceré entre ciénagas;

pero me endiosa el pecho inexplicable

un júbilo secreto.Al fin me encuentro

con mi destino sudamericano.

A esta ruinosa tarde me llevaba

el laberinto múltiple de pasos

que mis días tejieron desde un día

de la niñez. Al fin he descubierto

la recóndita clave de  mis años,

la suerte de Francisco de Laprida,

la letra que faltaba,la perfecta

forma que supo Dios desde el principio.

En el espejo de la noche alcanzo

mi insospechado rostro eterno.  El círculo

se va a cerrar. Yo aguardo que así sea.

Pisan mis pies las sombras de las lanzas

que me buscan. Las befas de mi muerte,

los jinetes, las crines, los caballos,

se ciernen sobre mí...Ya el primer golpe

ya el duro hierro que me raja el pecho,

el íntimo cuchillo en la garganta.

Chau y hasta la próxima.

sábado, 4 de julio de 2009

221 El hombre y su insignificancia

DSC02422.JPG   "Erguido varios palmos del suelo, en el Cosmos es menos que la nada"

Una triste despedida.

Pensó en sacarse una foto con una escarapela, además del distintivo de la repartición y el consiguiente escudo peronista obligatorio en esa época. Sin afiliación al PJ no había empleo oficial. Sentado frente a su modestísimo escritorio donde trajinó años y años en oscura y rutinaria tarea. Puso cara de ganador, ubicó las manos adecuadamente, una de ellas , la derecha sosteniendo una lapicera. Sus anteojos levemente deslizados hacia adelante como corriéndose para la punta de la nariz. Así se registró con un trasfondo de oficina, compañeros inmóviles en simulacro de trabajo. Acunaría esa foto en su próximo recuerdo luego de haber transcurrido años y años de mediocre y rutinaria tarea. En una evaluación su resultado sería desapercibido. Como su vida. Su retiro igual a la de las aguas en bajamar, mejor en bajante de río. Aflorarían como rastro y sedimento las miserias, los avatares de una labor sin importancia. Ese último día no era el imaginado. Aquél que soñó alguna vez con medalla, reloj de oro, palabras alusivas y la cordialidad sincera expresada por los compañeros de la foto. Frío apretón de manos, miradas huidizas, frases circunstanciales. Pensó si tantos años de mediocre entrega merecían tan magra cosecha. Entre otros tantos atributos le faltaba ser autocrítico, su insignificancia,  supina. Oscuro, gris en su paso por el trabajo en muy mediocre carrera. Ascensos obligados por escalafón, por permanencia, sin mérito propio. Hombre insignificante. Parafraseando a Musil, hombre sin atributos.

Salió de la oficina rumbo a la calle con sensación de insecto. Se mezcló entre la multitud. Mientras caminaba, absorto y sumergido en sus sensaciones no percibió que se iba encogiendo, reduciéndose en tamaño, tomando altura y forma acordes con lo que le estaba aconteciendo. Perdido entre las piernas y los pies de los transeúntes algún anónimo caminante, sin darse cuenta lo aplastó. Quedó despanchurrado sobre una baldosa de la vereda, secándose al sol como tantos otros insectos de igual suerte. ¿quién era Gonzla, porque así se llamaba? Qué se yo.

Chau y hasta la próxima

miércoles, 1 de julio de 2009

220 Blanca Nieves

01-Blanche-Neige-un-jour-mo

Es bueno de vez en cuando resucitar recuerdos, arrimarse a la infancia, en especial cuando ella ha sido feliz, y si desgraciadamente no fué así el impulso de olvido empujará decididamente a dejar atrás un pasado irrecordable. Hoy me decido por  incursionar en un aspecto divertido, lleno de creatividad, como alguna vez aludí en Ufa sobre la inventiva infantil. Regía en nuestra infancia con indudable influencia una colección de la editorial Jackson llamada El Tesoro de la Juventud. En ellos había información, juegos, cortos libretos para ser representados. Recuerdo en especial el de Robin Hood. También planos e indicaciones precisas para construir juguetes. Por aquellos tiempos,  1937 se había estrenado el primer dibujo animado de largo metraje de  Walt Disney , Blanca Nieves.. Nosotros éramos unos chicos muy creativos, aunque el grupo lo componíamos siete, cuatro Ferreiro y 3 Gargiulo para esas actividades nos juntábamos cuatro varones.Héctor, Horacio, Billy y Veji. Contábamos con un diseño , una mini pantalla compuesta por 2 ejes de madera, uno libre, el otro con manija. En un extremo fijábamos un rollo de papel y en el de la manija el extremo para el inicio. Ese rollo dividido en cuadros contenía escenas y el desarrollo argumental de Blanca Nieves. Un marco de terciada hacía  las veces de recuadro boca de pantalla  cinematográfica. Toda esa ilustración dibujada y pintada a mano con pinturitas era obra de Héctor y Veji. En algunas noches de verano invitando parientes o visitas hacíamos la representación. Para ello en el patio de la casa de los Ferreiro poníamos sillas y bancos a modo de platea, bajábamos la persiana del garaje  hasta la altura de la pantalla montada en una mesita a nivel de los ojos. Los costados libres los tapábamos con tela a modo de telón. La función se hacía así: sentados los espectadores Horacio, el más chico con una linterna desde afuera  y con celofanes de colores iluminaba los cuadros. Héctor desde el interior del garaje hacía correr los cuadros del rollo dando vuelta a la manija mientras Billy, mi hermano entre bambalinas  hacía las voces y todos los diálogos y yo munido de latas y otros utensilios de percusión  era el técnico de sonido simulando tormentas, pajaritos, lo que se cuadrara. Finalizada la función servíamos unos vasos de horchata fresca que hacíamos con agua y pepitas de damasco. Por supuesto pasábamos la gorra.

Ya en la 2º guerra mundial hicimos una especie de noticiero cambiando el mecanismo por hojas de sacar y poner en lugar del rollo. Recuerdo entre otras informaciones gráficas dimos la batalla del Río de la Plata. Como comprobarán éramos chicos con inventiva, iniciativa y posibilidades disponibles que sabíamos aprovecharlas. Su evocación asociada a otros recuerdos que alguna vez relaté como las películas de cine mudo vistas también en noches de verano, sobre un telón colgado en ese mismo patio. Mi cuento Edna Purviance habla de aquellas sensaciones inolvidables. Comparar tiempos, modas, estilos no tiene sentido ni valor. Cada generación hizo su experiencia y sigue haciéndola. No es mejor ni peor, es distinta, con un denominador común  para quienes gozaron y gozan del privilegio de experimentarla positivamente. La niñez, como otras etapas de la vida es única, irrepetible pero no hay duda que ella deja en memoria y conducta una impronta indeleble.

Chau y hasta la próxima.

Nota: dedico este Ufa  a mi nietito Pablo que el 3 de julio cumplirá años. Vive su infancia en pleno desarrollo, crecimiento, aprendizaje. Le deseo que su memoria atesore hermosos recuerdos.