Aparece los miércoles y los sábados

"Dios me puso en tu pagina como un tábano sobre un noble caballo para picarlo y tenerlo despierto" (algo de Sócrates).

sábado, 11 de diciembre de 2010

370 Mundo.

 

800px-Paseo_del_Prado_(Madrid)_01

Estoy sentado de espaldas al lago, donde el agua verde, turbia, es surcada por turistas convertidos en remeros. Japoneses como en bandadas hablan un incomprensible idioma mientras fotografían,fotografían con envidiables cámaras. ¿Serían realmente japoneses?.Vaya uno a saber. Leo El País. En esta luminosa mañana de verano madrileño. El sol ya bastante alto y fuerte me da en la nuca. Cielo celeste, límpido. Hace calor. No presto mayor atención a  los sonidos, los ruidos, los pasos. Sé del golpetear de algunos remos detrás mío, del agua agitada. Imagino las ondas formadas en su superficie. De atletas improvisados que pasan trotando, practicando aerobismo. Dos policías montados en motocicletas se detienen a cincuenta metros, y un patrullero a cien, del lado opuesto. Creo notar mayor vigilancia en Madrid que el año anterior. No sé de dónde saqué esta idea.
Pasan un niño en bicicleta controlado a distancia por sus padres o abuelos, y un extraño vehículo de tres ruedas, con motor manejado por un anciano. En la parte posterior lleva una placa blanca, enlozada que dice en letras azules Inválido. Igual a  aquellos carteles que se usan en lugares públicos para informar que Se prohíbe escupir en el suelo.
Sigo leyendo sin leer. Ausente, ensimismado. Pienso en nada y en todo. Me encuentro con esa forma de estar que tenemos en determinados momentos. Cuando las letras de un texto se deslizan inconscientemente delante de nuestros ojos, y cada tanto,  por instantes una parte del mensaje escrito nos llama la atención. Como una luz que se enciende intermitentemente, ilumina con destellos y luego continúa la penumbra en nuestras mentes. Estados Unidos. Golpe de estado en... Unión Soviética. Misiles. Nueva prueba nuclear subterránea. De pronto recuerdo haber leído algo sobre el aniversario de Hiroshima y Nagasaky. Reflexiono y me digo: mundo, mundo ¿dónde irás?. Mundo, mundo ¿dónde no irás?.Son las nueve y cuarenta y cinco de la mañana y he escuchado por allí que en el reloj atómico  podrían ser para la humanidad las doce menos cinco minutos. Mi mirada sigue clavada en un periódico que no leo. Espero que se hagan las diez para ir al Museo del Prado.
Nuevos pasos. Lentos. Vienen juntos, pero presiento que caminan separados. Sin tomarse del brazo o de las manos. Los de él monocordes, sin nada especial. Los de ella atizan mi imaginación. Presumo que debe tener los pies pequeñitos. Los tacos suenan sobre la grava, como si al andar lentamente los arrastrara un poco. Repiqueteando.
Sé , sin mirarlos que son una pareja. Hablan en voz baja, coloquialmente. Cuchichean. No alcanzo a entender lo que dicen. Llegan. Ella ha callado. El le murmura-Te mandaré algún dinero. Es todo lo que oigo. Veo pasar solamente sus piernas. Pantalón gris, pollera verde. Sus pies calzados con zapatos comunes y sandalias modestas. Creo son de plástico. Se confirmaron mis presunciones. No quiero ni  intento conocer sus rostros. Espero un momento. La curiosidad me vence. Puede más que mi propósito. Levanto la mirada y no están. Han desaparecido.
¡Adiós pies desconocidos!. ¡Adiós rostros ignorados!. Solamente ha quedado en el aire flotando el repiqueteo de los taquitos y el murmullo de esa voz-Te mandaré algún dinero.
De pronto, no sé porqué el cielo me parece más azul. Mi estado de ánimo se ha tornado optimista. Los castaños continúan inmóviles frente a mí, ligeramente agitados por una brisa tenue y cálida. Consulto al reloj. Son las diez. Despreocupadamente me pregunto, mientras oigo ahora, sí con claridad el trinar de los pájaros.
Mundo, mundo,¿ a dónde irás?.
Me incorporo y camino lentamente en dirección al museo para ver una vez más a Picasso y su Guernica.


Madrid, agosto de 1983.


Chau y hasta la próxima.

No hay comentarios: