Aparece los miércoles y los sábados

"Dios me puso en tu pagina como un tábano sobre un noble caballo para picarlo y tenerlo despierto" (algo de Sócrates).

miércoles, 20 de febrero de 2013

Nº 601 Una ciudad fantasmal.

 

"La melancolía tiene infinitos rostros"
La nuestra, como cualquier gran metrópoli , si nos atenemos a las leyendas, creencias, supersticiones, tiene que estar poblada sin límite alguno de ánimas, espíritus, fantasmas de toda índole y origen.La recorrerán a su antojo, harán de su condición el ejercicio propio que más les plazca.Asustarán o sembrarán el terror,su leyenda. En lugares se oirán ruidos de cadenas, lamentos, aullidos. Se correrá el riesgo  de ser víctimas o presas de vampiros, hombres lobo, de todos aquellos personajes de la mitología vulgar y tremebunda. Alrededor de casonas si fueron habitadas por seres infelices, o autores de desgracias horrendas. El vecindario en primera instancia, los medios en especial  harán de las creencias novelas si no creíbles, por lo menos entretenidas en amarillas notas.
Aunque no se usarán masivamente las ristras de ajo , los crucifijos y otros amuletos. Se repetirán frases como que los hay los hay. ¿Todo esto porqué? El desarrollo urbano, la desaparición de los espacios en casas y casonas, y con ellos los gallineros. Tener huevos frescos, alguna gallina para el puchero, el pollito dominguero. Se hacían visitas familiares llevando algún producto del corral casero. Hoy todo pasa por el súper. La ausencia de los gallineros determinó la desaparición de los gallos.¿Has escuchado últimamente su canto?,¿has tenido ese privilegio?.Seguro que no. Pues el canto del gallo es el que ponía límites al paseo de estas criaturas y apariciones, que inmediatamente se disparaban para sus respectivas cuevas,cubículos, castillos, tumbas.
El canto del gallo ha desaparecido de las grandes urbes. Quizá los ruidos ciudadanos, estrepitosos, contaminantes, insoportables y malsanos,sean el nuevo antídoto moderno.
Me quedo con el canto del gallo, su ambiente la vieja y pacífica vida barrial.


Chau y  hasta la próxima.

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