Aparece los miércoles y los sábados

"Dios me puso en tu pagina como un tábano sobre un noble caballo para picarlo y tenerlo despierto" (algo de Sócrates).

sábado, 9 de agosto de 2014

Nº757 Breves historias dialogadas.

 

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En los tiempos que ejercía mi profesión de odontólogo algunas conversaciones con los pacientes quedaron en mi memoria.He intentado reproducirlas, considero tienen su gracia.Les he sumado otras dos, verídicas. El último en 1981 en plena gran inflación, de las tantas que los argentinos debimos sufrir, sabemos sufrir.

La escena mi consultorio. Es un viernes, último día de consulta.Hora,alrededor de las 20.Luego de una larga jornada y una semana muy agitada miré el reloj con indisimulada ansiedad calculando cuanto faltaba para terminar, para comenzar el largo y deseado descanso hasta el lunes siguiente. Suena el teléfono.

Atiendo y escucho -Hola, con el Dr.?

-Sí  con el habla.

-¿No me podría atender aunque sea cinco minutos, a última hora?Estoy con un dolor que me vuelve loca. Anoche me hubiera pegado la cabeza contra la pared.

-¿Qué tomó?

-De todo pero no me hace nada.

¿Cuanto hace que le duele?

Desde el lunes.

Esta es una de las razones por las que muchos profesionales son neuróticos y padecen de infarto.

La escena en el mismo lugar, en un día gris, lluvioso.

El paciente sentado, ansioso espera el inicio de las maniobras operatorias.De espaldas tomando el instrumental y en referencia al tiempo pregunto entre dientes¿llueve mucho?

Sí , me dolió mucho anoche.

Diálogo más absurdo. Siempre en el mismo lugar

Llueve torrencialmente. Suena el teléfono.Cosa rara `porque con el mal tiempo(en aquella época) generalmente se descompone, con el buen tiempo también.

-Hola Dr..

-Sí.

-Llueve mucho, no podré ir a atenderme.

-Bueno véngase el miércoles a las cuatro.Distraído, que se mejore.

Otro paciente.Ubicarse en la época.

-Buenas tardes.

-Buenas tardes, siéntese. Mientras se prepara, ¿qué tal bien?

-Mal Dr..

-¿Qué le pasó?

-Me pagaron el medio aguinaldo pero no el sueldo. Me llegó el impuesto municipal¡Qué barbaridad!El colectivo venía repleto, no se puede viajar, casi chocamos.¿vio como está la vida? El país es un desastre

-Perdón le pregunté como anda del tratamiento.

-Lo más bien¿Sabe cuanto subió el dólar hoy?...

Otro día, la misma señora acompañada por el esposo.

-¿Que tal Dr.?

-Bien y usted?

-Para qué le voy a contar.

-Prevenido ordeno siéntese, colocándole un eyector en forma bastante incómoda. Ella no puede articular palabra.

-El esposo dice:¿No tendría un aparatito de esos para prestarme?

Otros temas.

Diálogo entre esposa y esposo.

-Viene el verano y estoy más gorda, no me va a entrar la ropa.¿cómo me quedará la malla?

-Pero gorda, si estás lo más bien.

-¿Viste que tengo razón?, me has llamado gorda.

-A mí me gustás así, dice con tono alarmado, porque se la ve venir.

-No, tengo que adelgazar, nunca pesé tanto.Desde mañana empiezo el régimen.Vos también.

En el colectivo.repleto de gente. Una "medio loro" pero con aires de hermosura se encuentra apretujada entre varios pasajeros. De pronto gran escándalo.

-Pedazo de puerco¿no le da vergüenza?.¿no tiene hermana?¿no tiene madre?.

-Pero señora, usted está equivocada.

-Que voy a estar equivocada.¿se cree que soy estúpida?:¿que no me doy cuenta?

El hombre se hace humo, ella sigue protestando en voz alta tratando de entablar un diálogo con el primero que le preste atención.Todos miran para otro lado.Dirige su mirada a otro pasajero y le grita

-Y usted,¿que hace?Seguro que es igual al otro. Todos los hombres son iguales. Degenerados, asquerosos. El aludido entre indignado y jocoso se baja, pero antes de hacerlo con ese ingenio tan porteño.

-Señora, no se haga tantas ilusiones.

Tiempos de inflación con distintas monedas circulando.En un comercio.

-¿Cuanto es?

-Doce millones quinientos mil pesos.¿ley?

-No viejos, ciento veinticinco mil nuevos.

-Paga

-¿Que me da?.Es uno verde, dos colorados y uno celeste.¿entendió?

-Si.

Con este lenguaje extraño nos hemos manejado los argentinos muchas veces. Y lo curioso que nos entendimos.

 

Chau y hasta la próxima.

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