Aparece los miércoles y los sábados

"Dios me puso en tu pagina como un tábano sobre un noble caballo para picarlo y tenerlo despierto" (algo de Sócrates).

miércoles, 13 de abril de 2011

406. Un tren extraño.

                      

Si uso la memoria las imágenes de trenes serán por lógica numerosas, viajé mucho en ellos y en particular aflorarán las del Ferrocarril Central Argentino, Retiro -Tigre por Belgrano C. Eran unos grandes mastodontes marrones ,y de ellos hasta hace poco tiempo quedaron algunos vagones pintados de blanco que transportaban a los cartoneros. El otro, llamado Central Córdoba, hoy Belgrano, de trocha angosta cuya traza bordeaba la costa del Río de la Plata, con sus locomotoras de vapor, más tarde incorporó coches motor húngaros, verdaderas novedades ferroviarias. Los mismos que hacían el recorrido en Córdoba por las sierras..Al paso de los convoyes sonaban sus pitos o bocinas perfectamente audibles cuando soplaba el viento del río. Hoy superada esa traza por la construcción de la ciudad universitaria y otras obras sobre tierras ganadas al río. Pero este, mi tren extraño coincide por ubicación y trocha con el que acabo de describir. Lo ubico en el mismo lugar porque así lo sueño, en forma repetida e idéntica. A veces, no con la misma frecuencia e intensidad voy en un tren portugués repleto de gente pero siempre, siempre en sentido contrario. Este hecho me ha llamado poderosamente la atención al leer El Pabellón de Oro del escritor japonés Yukío Mishima, obra sobre la que volveré en algún momento, describe el viaje en tren de su personaje principal, junto con su padre y en él jóvenes  militares en plena guerra . Sin embargo los jóvenes militares encarnan la vida y su padre la muerte. Volviendo a mi viaje este indefectiblemente se interrumpe como me sucede en ciertas noches. Mi tren discurre entre vías bastante onduladas, entre gente que habita no en un barrio, ni en un suburbio, con una precariedad difícil de describir, en nada parecida a las villas de Buenos Aires o de otras ciudades.mas no hay en ellas ruidos, voces. Todo es silencio, todo es sombrío, ni el tren emite sonido alguno. Yo partícipe y espectador lo espero rodeado por ese raro climax. Sé que lo abordaré, lo veo venir desde lejos, blanco plateado, hamacándose hacia la derecha e izquierda cual embarcación embestida por las olas. Movimiento causado por lo angosto de la trocha y el estado de la vía. Con apuro he sacado el boleto en la boletería de enfrente y cruzo precipitadamente las vías , subo en él, que está lleno, pero no veo los rostros de la gente. Arranca y se dirige como el verdadero hacia la zona norte en recorrido familiar, conocido. Sé que doblará a la izquierda, hará un trazado en recta para llegar entre altura y descenso a la próxima estación llamada Saavedra. Pero algo abruptamente cambia. Se mete en un túnel impensado, repetido en cada sueño. Túnel de paredes encaladas blanco grisáceas iluminado con luces mortecinas. Un sonido eco acompaña en trepidar del tren en marcha discreta. Avanza, avanza y no aparece lo que sería un corto tramo del viaje. El túnel se prolonga indefinidamente. No me angustia ni me preocupa, pero el tren extraño me lleva en incógnita hasta ahora no develada. ¿Requeriré de más sueños para conocer su final?. ¿Se repetirán de la misma forma como hasta ahora?. Sí me acompaña un presentimiento interpretativo. No sé, se me ha ocurrido en este momento una idea y presumo cual será ese fin de ese mi viaje, y de ser así y aunque tenga fuerzas y lucidez para soñarlo, no las tendré para contárselo a nadie.

Chau y hasta la próxima.

1 comentario:

coto dijo...

...tampoco hará falta,todos sabremos que te subiste al tren.