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"Dios me puso en tu pagina como un tábano sobre un noble caballo para picarlo y tenerlo despierto" (algo de Sócrates).

sábado, 8 de septiembre de 2012

Nº554 Otras frases más un recuerdito.

 

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"Junté palabras en una noche sin sueño"

Ella me ocultó sus maravillas. Con inmenso placer las fuí descubriendo de a una.

Tanto es así que por exceso no es así.

Pero ¿qué te pasa?. Me pasa y pasa.

Soy como soy o no soy nada.Porque soy así no soy nada,

El tiempo se va con el tiempo.

No le quedó tiempo porque lo usó todo.

El tiempo cura. El tiempo mata.

A tiempo, dijo la muerte.

El cazador tiene su método para matar el tiempo.

¿Qué es tiempo más tiempo?. ¿La eternidad? 

Si tanto va el cántaro a la fuente, al final se llena.

El cuento de la lechera acabó cuando la vaca pateó el balde.

La mentira descarada no tiene rostro.

Cuanto más temprano sea mejor.

Cuanto más tarde sea mejor.

Cuanto mas temprano sea peor.

Cuanto más tarde sea peor.

Cuando yo vea todo lo que tendría que ver,¿qué miraría?¿la revelación?

En mi vida volé muchas veces. En muy pocas aterricé.

La creatividad humana es su maravilla y también su perdición.

Pregunto, te pregunto,¿qué?

Te oigo pero no te escucho.

El recuerdito: ROLLITOS.

En los carnavales las serpentinas,además de ser arrojadas como juego, las usábamos para hacer rollitos.¿Quien no se tentó con hacerlos?. Claro que en nuestra infancia esas serpentinas marca El loro las tirábamos desde autos descapotables o palcos en aquellos memorables corsos.Los lanza perfume y el papel picado también eran de esa marca, no así los pomos. Lo cierto es que con los sobrantes de las serpentinas nos entreteníamos haciendo rollitos. Quizá vos visitante también los hayas hecho, pero seguro no habrás tenido la posibilidad de hacerlos como yo. En la victrola a cuerda pegábamos en el eje  la punta de la serpentina y al girar el plato las iba enrollando. Agregábamos y agregábamos hasta que todo el posadisco quedaba cubierto por ese rollo multicolor. Luego con una goma de pegar transparente lo pincelábamos. Ya seco y rígido lo retirábamos de la victrola y nos quedaba un rollo grande, de destino incierto, a nuestro gusto.

Este es uno de mis tantos recuerditos. Dirás ¿qué me contaste?. Nada pero me dió mucho placer hacerlo.

Chau y hasta la próxima.

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