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"Dios me puso en tu pagina como un tábano sobre un noble caballo para picarlo y tenerlo despierto" (algo de Sócrates).

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Nº 571 Cuidar a los enfermos

minamata Minamata W. Bischof

"Tener piedad es comprender y compartir el dolor ajeno".


He dedicado muchos UFA a contar las condiciones de estar enfermo. Mis distintas experiencias, internaciones, sufrimientos, bienaventuranzas. Basta entrar en mi registro de títulos para encontrarlos, no digo todo pero un amplio espectro de relatos. Cierto es que en esas experiencias el contacto con profesionales, enfermeros, auxiliares y toda la pléyade de los componentes de los equipos de salud, me hicieron pensar siempre en la valoración  vocacional, puesta en la práctica abnegada y humana actitud. No se trata ahora de hacer una descripción-relato de todo esto, sino de intentar introducirme en el pensamiento, sentimiento, motivaciones. Del porqué de una abnegada vocación. Mas están aquellas personas que por parentesco, amor, sensibilidad, tienen la ocasión, o la vida los ha colocado en tal disyuntiva. Lo señalo como experiencia personal. Ella , mi esposa es la que me cuida. Vela por  todo aquello que necesito o requiere mi atención, por supuesto la suya. No pormenorizaré detalles ni enumeraré esas necesidades. Si diré
son la garantía de un bienestar, calidad de vida diarias. Mitigación  de sufrimientos, superación de inconvenientes y problemas. Situaciones extremas. Qué sería del enfermo sin el auxilio de un ser querido.. Sin su presencia, ternura, amor. Pero además capacidad volcada a ese velar incansable. Actitud protectora, responsable, envuelta en una aurea mágica. Porque uno puede estar instalado en un lecho o en el lugar adecuado y desde allí diría se vislumbra al mundo, un mundo recreado, inventado, adivinado. Un mundo pequeño, inmenso compuesto por años y años de pasado,un presente fugaz, un futuro incierto. Y sin embargo a pesar de todas estas limitaciones, la vida sigue palpitando, con otro ritmo, más cansinamente. Vida insuflada por la sabiduría médica, pero por sobre todo por esa omnipresencia del ser  querido, volcado al cuidado ininterrumpido. Son hechos materiales, pero en especial son  hechos de amor y llegan, ayudan. Vuelvo a interrogarme poniéndome en el lugar. Sus sentimientos, sus pensamientos, sus infatigables fatigas, su compartir dolores, sufrimientos, los síntomas de cada recuperación. Todo participado, disfrutado, alegrado, acongojado. Estas personas, yo por fortuna tengo la mía merecían  las mencionara, aludiera a ellas.Inducir al visitante a la reflexión, a pensar en el protagonismo de esas personas. Una última consideración. "Cuidar a los enfermos no tiene ningún sentido a menos que no experimente una auténtica satisfacción en prestar este servicio... el
servicio que se presta sin alegría no es útil ni al que sirve ni al que lo recibe". M.Gandhi.


Chau y hasta la próxima.

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