Nº 576 Un sueño de los tantos.

“Incógnitas al dormir y al despertar".

El escenario tan extraño y curioso de sueños y pesadillas es de una variabilidad compleja, por momentos críptica, en virtud que imágenes, temas, personajes conocidos y desconocidos son población y visitantes frecuentes. De los tantos tuve este sueño.
1º escenario: Se ve una parte de la cancha de River con jugadores inmóviles aunque se oye claramente el murmullo de las tribunas.
2º escenario: El dormitorio del medio de mi casa natal. Es de noche, la luz que lo iluminó siempre, la misma está encendida.Hay dos camas, siempre las hubo. Yo anciano con ropa interior camino por la habitación ante la mirada atenta de una muchacha que hace a las veces de enfermera. Le explico quien soy, que significa el lugar, como allí transcurrió mi infancia en especial en los largos períodos de las enfermedades que padecí. Pienso ahora,en análisis lúcido fué volver a las fuentes en vez de niño enfermo, anciano enfermo.
3ºescenario.Salgo de ese lugar y me siento junto  a una mesa, todo en el espacio familiar. Frente a mí está sentada mi madre que me mira con sus ojos claros celeste verdosos. Le pregunto varias veces si me conoce o reconoce. No me responde, permanece inmutable. Le hablo como alguien que ha estado muchísimo tiempo en paradero desconocido.
Le adelanto una clave y le digo "hola mamá" Extraño, su cabeza en ese instante queda aureolada por una luminosa corona de diamantes.
Me despierto empapado en transpiración. Pretendo elaborar una interpretación. Estoy desconcertado. Como asociar al 1º escenario con
el 2º y el 3º. Cierto el estadio es parte de mi infancia, de mis memorias. Lo vi inaugurar, asistí a la colocación de su piedra fundamental. Disfruté de partidos históricos y usé al club como socio.
2ºescenario como sucede en los sueños, sin aparente lógica.  Mi casa. Siempre mi casa. Todos los hechos en sueños tienen el mismo lugar, ella. Allí, viejo y enfermo habitándola donde padecí mis enfermedades infantiles. Un volver al pasado en presente parecidísimo, y en el medio de todos esos sucesos, ella, mi madre. El hiato de una larga ausencia como hijo perdido que  nunca  existió pero quizá indique el ya largo tiempo que ella murió. Al nombrarla sin responder con el menor gesto quedó limbada. Seguro en mi idealización, mi amor por ella creó en mi inconsciente esa maravillosa imagen.

Chau y hasta la próxima.
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