Nº 686 Un carretel de hilo (La vida silenciosa de los objetos).

"El destino asociado a la trama"

Llegó a mis manos.Supo despertar en mí recuerdos muy lejanos. Esas, mis manos eran otras;pequeñísimas, infantiles, ávidas por ser el instrumento adecuado para explorar un mundo desconocido.La niñez todo lo toca, aún aquello que puede lastimarla. Quemarse, una de las tantas experiencias del aprendizaje.Ir sabiendo con la distinción táctil. Desarmar o romper juguetes, cosas.

Entre mis ajados dedos, mis manos envejecidas este carretel industria inglesa nº 16 marca Cadena, como todos aquellos disponibles en nuestro mercado antes de la 2º guerra mundial.Mi preferido ese de color negro.Suficientemente fuerte , un buen largo, útil para remontar mis barriletes tarascas de 0,5 centavos o de construcción casera.Ni muy altas ni muy lejos. Sí dibujadas con claridad en el cielo.Alguna vez la resistencia del hilo me traicionaba cortándose. Lo veía alejarse, caer, perderse.Un chico como yo con solo 0,15 centavos(0,5 el barrilete,0,10 el carretel) tenía el juguete anhelado. Eso sí tomaba las precauciones de no arriesgarlo si el viento soplaba algo fuerte. Igual, más de una vez sufrí su pérdida.

Continúo con el carretel en mis manos.El me va contando todos aquellos recuerdos.Voy mentalmente recogiendo el hilo -barriletes- nostalgias.Sin querer lo miro enroscado.Allí entre vueltas y vueltas está atrapado ese matiz de felicidad infantil.En acto no premeditado comienzo a tirar de un extremo.El carretel de madera se agita, rueda. Con mi accionar lo agito, me va entregando sin la menor resistencia, apenas un temblor, su contenido. Su tesoro memorioso.El hilo se va tornando, como lo decíamos antes en una galleta,una madeja enredada.Me pregunto al verla ¿así fue mi vida?

Llego al final.La madera de esa especie particular de uso se muestra tal cual es, desnuda sin el menor pudor.Acabo de concluir mi trabajo. En una punta el carretel de hilo, en la otra yo-barrilete.Acabo de tocar tierra, mi cola multicolor yace a mi lado.Mis flecos que ondearon alegres y orgullosos movidos por el viento de la vida están quietos, caídos, tristes.Y yo,un barrilete descolorido

Mas un detalle curioso. Siempre usé hilo negro.Acabo de descubrir que este es misteriosamente blanco.

Chau y hasta la próxima.