Aparece los miércoles y los sábados

"Dios me puso en tu pagina como un tábano sobre un noble caballo para picarlo y tenerlo despierto" (algo de Sócrates).

sábado, 2 de mayo de 2015

Nº 833 El trompo de hojalata

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"Los giros de la vida"

Todo un juguete de enorme atracción. Periforme con base lo suficientemente aguda para permitirle  un girar deslizante. Un cuerpo con orificios musicales. Un ingenio en forma de largo vástago torneado para darle la función de impulsor rematado en un manguito de madera donde se posará la mano infantil decidida a procurarle placer a su dueño al hacerlo girar y girar. Soltado ya en un  máximo impulso muestra su decoración en superposición multicolor, con sonido susurro y en algunos más sofisticados tímidas estrellitas asomándose de su interior.

Qué cosa, así es la memoria. Sin llamarlo un destello intempestivo apareció el recuerdo de este hermoso juguete. Solaz, esparcimiento rememorando las sensaciones que provocaba, pero también su figura, llamémoslo atrevidamente su ser, cuerpo, alma. Con ese giro evocado fueron, a través de sus vueltas pasando los años, lo transcurrido, lo vivido. En mi pensamiento giran cosas, suenan cosas, se iluminan cosas. Todo provocado por el recuerdo no llamado de ese trompo símbolo. Trompo emblemático por momentos preso de una inercia lentificadora. Camino de detenerse apagando así las chispitas, acallando el sonido, perdiendo su capacidad de superponer la decoración. Ya, antes de detenerse permite se vislumbre el detalle, el contenido de sus colores. Luego, el allí como muerto, inmóvil para mostrarse tal cual es. Sin su alma. Se esfuma, desaparece, no está mas físicamente. Atrás su todo, a duras penas su nada.

Un bello, un simple, un nostálgico recuerdo. Al echarle una mirada veo esa, aquella mano infantil cargada de ilusión, de entusiasmo aferrando su empuñadura en actitud impulsora. Esa misma mano, ahora irreconocible, surcada de máculas, penosamente ajada..Trompo y manito esfumados en el tiempo.

Chau y hasta la próxima.

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