Aparece los miércoles y los sábados

"Dios me puso en tu pagina como un tábano sobre un noble caballo para picarlo y tenerlo despierto" (algo de Sócrates).

martes, 18 de diciembre de 2007

En un abrir y cerrar de ojos


En este período operatorio que esoy atravesando, al cerrar los ojos para dormir o dormitar me rodean sucesión de imágenes. Algunas me gustan, otras me desagradan. Simplemente parpadeo y les ordeno desaparecer. Si son gente hasta me doy el lujo de matarlos en un abrir y cerrar de ojos. De todas ellas y son muchas te cuento de algunas.
Telón de fondo como en un cine. En realidad es la pared de enfrente a mi cama.
Vuela un un pajarito blanco con alas negra hasta el límite de la derecha. Allí queda inmovil.
Vuela un segundo pajarito igual al anterior pero un poco más grande se superpone y agranda la imagen. Vuela un tercer pájaro con la misma finalidad y queda conformada un ave más grande aún. Vuela un cuarto que es decididamente grande y se forma un buen pajarraco.
Suena un tiro y cae.
Sobre mi derecha aparece un hombre robusto, viste camisa a cuadros. Su pelo revuelto. Se pasa una mano por la cara demudada. Le pregunto qué le pasa. Nada,me contesta, soy una imagen.
Entra corriendo por el mismo lado una mujer vestida con ropa deportiva, apenas maquillada. No me da tiempo a interrogarla. Me dice al pasar.Vengo a avisarle que soy otra imagen.
Luces: Un gran disco luminoso, brillante, su luz casi hiere. Bordes irregulares oscuros. A veces se agrega una segunda pero muy irregular. Desaparecen dejando una ligera sombra casi gris. Son las únicas imágenes cuando abro los ojos pero reaparecen cuando los cierro .Ellas deciden.
Desde mi cama a mi izquierda aparece una gran ventana. Sentada, con la espalda apoyada en el marco, está una mujer de larga cabellera castaña, algo más clara por la luz solar. Veo una habitación amoblada, un piano, piso de madera, adornos indefinidos. La voz de otra mujer que se asoma pero solo veo parte de sus piernas. Pregunta ¿qué estás mirando?Algo raro contesta. En lugar de la calle veo a un hombre que no conozco acostado en una cama blanca .Digo, soy yo que me estoy muriendo. Me responde, le estiro la mano para ayudarlo. La tomo y agrego. Gracias, no me sirve, no es la suya la mano amada. Solo ella puede salvarme. Llega la mano que espero, la de mi amada. La toco, me aferro a sus dedos, a su palma. Pero también llega la muerte y dice. Ustedes son un ejemplo y los ejemplos sirven para la posteridad, pero también merecen disfrutar más tiempo, y se los concedo. Fin
Chau y hasta la próxima.

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