Aparece los miércoles y los sábados

"Dios me puso en tu pagina como un tábano sobre un noble caballo para picarlo y tenerlo despierto" (algo de Sócrates).

sábado, 14 de marzo de 2009

189 Miedo

Te parecerá un poco extraño el encuadramiento de este tema. ¿Melancolía por el miedo? .En realidad se trata de la evocación que me estoy haciendo del que supongo o recuerde fué mi primer miedo. Naturalmente era casi un nene, anterior a ese otro nene(Veji) que ilustra a un costado de mis blogs.. Dormía en una habitación de mi casa natal que daba a la calle, jardín y cerco por medio. La persiana pintada de azul dejaba pasar la luz nocturna, mortecina, emanada de los faroles de la época, principios de la década del 30 del siglo pasado. Faroles pendientes de unos tensores colgados a mitad de cuadra y otro en la esquina. Luz amarillenta, poco potente. Todos los atardeceres y al amanecer pasaba un operario municipal que la encendía y la apagaba. Su presencia se adivinaba porque con una llave abría  una caja junto enfrente de mi casa y al cerrar la tapa lo hacía con fuerza, y el golpe metálico se oía claramente en el silencio de la noche. Eran verdaderos continuadores de los antiguos faroleros. En las noches de tormenta sobre esa persiana se dibujaba claramente la silueta de un pino que se interponía entre mi habitación y el cerco. Su sombra se movía al ser agitado por el viento y ese movimiento proyectado sobre mi cama despertaba mi infantil imaginación haciéndome ver a un monstruo que se abalanzaba sobre mi lecho para atraparme. Yo me tapaba la cabeza y lloraba en silencio, muerto de miedo. Luego se sumarían otros en aquella época. Terror a una enceradora y a una aspiradora Electrolux, y al sonido de las campanas de la iglesia Inmaculada Concepción, la redonda de Belgrano, que según los días llegaba hasta casa y yo imaginaba era el preanuncio de la aparición del hombre de la bolsa.
Otros miedos he tenido en el transcurso de mi ya larga vida. Algunos fundados, otros quizá confundidos con aprensión, pero seguro,todos  los hemos pasado con distintas causas, afrontándolos   con distinta actitud y carácter. Normal en la vida de la gente. Pero el miedo virginal que te conté al principio, fué único, irrepetible. Seguro vos también tendrás el o los tuyos.

Chau y hasta la próxima

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