Aparece los miércoles y los sábados

"Dios me puso en tu pagina como un tábano sobre un noble caballo para picarlo y tenerlo despierto" (algo de Sócrates).

miércoles, 18 de marzo de 2009

190 La Voz

"No puedo siquiera imaginar que un día dejaré de vivir" Susan Sontag.


Con la rutina de siempre,todos los días leo el diario. Por escasos momentos me deleito , la mayor parte me amargo e indigno por las noticias en sí, por su presentación, por la evidente intencionalidad artera y aviesa, su fondo manipulador, ya que muchas de ellas forman parte de una línea editorial que no comparto en absoluto. Así más de una vez me pregunto ¿porqué sigo leyéndolo?. Además por encima de alardes técnicos, de modificaciones gráficas ,de modernizaciones, sus redactores de forma ostensible o inadvertida para ellos, cometen errores de todo tipo. Una pena para un matutino tan importante y tradicional.
Como dije, por rutina lo voy leyendo, a veces de atrás para adelante, en otras a la inversa, o con cierta forma desordenada y anárquica como método. Mi curiosidad informativa se detiene en un titular destacado de la página policial. Anuncian un par de accidentes en rutas y la muerte de un matrimonio mayor. En el detalle reconozco su nombre. Me sobresalto. Avanzo y el nombre y apellido de ella no me resultan familiares. Me sumerjo en inquieta duda. Para salir de ella, lo llamo. Su voz en el contestador me dice que deje el mensaje después de la señal, Comienzo a reconstruir y a suponer. Pocos días antes, en un almuerzo de camaradería nos comentaron que se iban de vacaciones a la costa. Telefoneo a amigos comunes. Me confirman, son ellos los muertos. El destino ha hecho su aparición. En escena la tragedia. La posible lógica de un fin. De un fin inevitable, como el de todos. No importa el como. Es el fin en sí, nivelador. Me obstino en no aceptar el hecho. Repito llamadas, consultas. Persiste la confirmación. Es y ha sido así. Con ingenua ilusión vuelvo a llamar y sale la voz de mi viejo amigo que repite mecánicamente, sin vida, de ello ya estoy convencido "deje su mensaje..."
He vuelto a llamar antes que algún familiar la borre. Grabé en mi memoria esas palabras que él jamás supuso serían de despedida. Un adiós inconciente. Creo resonará por mucho tiempo en mi memoria voluntaria e involuntaria su voz.
La voz.

Chau y hasta la próxima

En recuerdo de mi amigo Pedro Sonkin y su esposa Julia.

1 comentario:

coto dijo...

La tecnología,a veces nos pone en situaciones desconcertanes.Mi esposa Lisa,trabajó durante años para una compañía aérea.Resulta que cuando estábamos de novios,yo vivía en España y ella,aquí en USA.Manteníamos nuestro noviazgo por teléfono...
Pero el hecho desconcertante sucedía casi diariamente, al tener que pasar por el control de seguridad del aeropuerto.Para no cortar la llamada,seguíamos hablando y llegado el momento me hacía pasar(yo en cierta manera estaba en ése teléfono)por el scanner.
El teléfono,cuando hablo con los más queridos, siempre me incita a preguntarme:Será la última vez?
Esto tiene conección con la publicación anterior,miedo.