"Se nos irán los días afinando las cuerdas del arpa, sin haber encontrado la canción que vinimos a cantar" Rabindranath Tagore.
La búsqueda incesante no dió resultados. Todo fué revisado. Ambiente, naturaleza. Su ausencia absoluta. Allí en pisos, calles, parques, hojas secas. Arboles ostentando bellos follajes amarillos o ralos. Cielos, soles, nubes, fríos, lluvias perdían su emblemática representatividad. Especies de aves y otros animales , desaparecidos. Cielos, soles, nubes, fríos , lluvias presentaron otro aspecto con distinto significado. Imposible hallar equinoccio y estación.
El solsticio de invierno hizo su presentación. Por tradición el 21 de junio, por ciencia el 22 o 23. Estamos en invierno, que novedad. Ella la más desagradable y temida estación. La naturaleza luego de agonizar en otoño representa su mentida muerte ahora. Disimula, nos mantiene con la ilusión cierta de un renacer esplendoroso en primavera. Viviremos sus indicios con esperanza. Sabremos de su fin y de su reiteración anual. Es parte fundamental y funcional de nuestra vida. Bella en la reflexión, dura en la realidad. Cruel, benigna, amable, patética.
Invierno, bienvenido, tu presencia nos dice algo fundamental, decisivo al percibirte, al recibirte. Estamos vivos repitiendo una rutina anual.
Chau y hasta la próxima.
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