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"Dios me puso en tu pagina como un tábano sobre un noble caballo para picarlo y tenerlo despierto" (algo de Sócrates).

sábado, 16 de marzo de 2013

Nº 608 El colgante de oro

 

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"¿Seguro no tiene alma?".

No sabía como pero de mirar  aquí, allá, de ver a otros. De un panal colgado en una rama tomó la cera. Con cuidado, ejercitando un preciosismo insospechado modeló una pieza pensando en ella, la niña más hermosa de la tribu.Imaginó un colgante para adornar ese bello y deseado pecho. Quedó satisfecho con la cera creada. La revistió  con un barro arcilloso. Ya bien seca, habiendo cuidado dejar orificios para la entrada del metal. Buscó en el río cercano algunas pepitas. Calentó el barro, se esfumó la cera, volcó el oro fundido. Rompió el molde. La pieza obtenida, algo rústica la fué puliendo con infinita paciencia.Cuando quedó satisfecho la guardó envuelta en unas hojas carnosas.Había logrado dominar el método de la cera perdida. Se incorporaba así , sin saberlo, a ese sector humano que daba pasos importantes en su evolución.

En la oscuridad donde estaba escondido, el colgante pensó. Soy un milagro de la creatividad del hombre. Deberán pasar muchos años para que esa evolución se desarrolle en toda clase de industrias, fabricaciones, tecnología, arte.Pero aquí estoy yo, jalón y muestra. Seguro un día me exhibirán en algún museo, detrás de un cristal, iluminado convenientemente, con un texto explicativo. Dirán donde me encontraron, en el cuello de la momia de una adolescente inmolada en las alturas, acompañada por la de su adolescente admirador. El la acompañó en su destino, se ofreció ser la pareja de la destinada al sacrificio.Antes me colgó del cuello de la niña.Allá quedaron expuestos a rigurosísimas temperaturas, mirándose, sin tocarse, sin arroparse ni protegerse.Conservados por el frío,la altura, los siglos.Yo , pequeña pieza preciosa, inmutable compañera de ese cuerpo, al que vi llorar en silencio, aguardar alucinada la llegada de su fin.Pienso en mi destino. No puedo menos que sacar un saldo favorable. Ayudé a un enamorado a avanzar en su evolución hacia una mayor civilización. Acompañé a la virgen niña en su misión religiosa, su sacrificio. Sentí el correr de sus lágrimas, el calor de su mano apretándome, luego su tibieza, su eterna frialdad. Me han separado de ella, estoy en vitrina aparte con las consabidas explicaciones. Sí, soy un objeto inanimado mas si tuviera la mínima posibilidad de relatar toda mi experiencia, de lo que he sido partícipe y testigo sería un objeto muy reverenciado y animado.

Chau y hasta la próxima.

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