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"Dios me puso en tu pagina como un tábano sobre un noble caballo para picarlo y tenerlo despierto" (algo de Sócrates).

miércoles, 24 de julio de 2013

Nº 645 Lavando ropa

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"Por más que uno friegue es dificil o imposible quitar ciertas manchas de la vida".

El tema parecería poco importante como para merecer un texto, pues en relación al presente con la existencia de máquinas lavarropas, la publicidad de jabones casi mágicos, detergentes, acondicionadores mas toda una batería disponible destinados para hacer del lavado una tarea más llevadera, menos sacrificada.Si la comparamos con las anteriores primitivas, ya las mencionaré, puede afirmarse que hoy constituye una de las manifestaciones elocuentes de la liberación femenina.Repasemos remontándonos a un pasado lejano se nos figurarán las negras esclavas lavando la ropa a orillas del río en la época colonial.El progreso hizo que en las casas de cualquier nivel, conventillos incluídos se pusieran  unas piletas o piletones donde las mujeres, disponiendo de agua corriente o de pozo, munidas además de la consabida tabla de madera o de metal, estas últimas usadas como instrumento sonoro en la música negra americana.Por supuesto que a las prendas había que secarlas, trasportarlas ,las del río en canastos o tachos sobre la cabeza de la lavandera.Tendiéndolas o colocándolas sobre las piedras. Yo recuerdo que durante mi infancia hablo de la década del 30 del siglo pasado, concurría a mi casa una señora unas dos veces por semana o más  para lavar la ropa sucia que se acumulaba en esos tachos de zinc con dos manijas. No recuerdo su rostro, sí sus manos rojas, agrietadas, que de tanto fregar consumían no menos de un pan de jabón, los más populares Federal o Llauró.A las prendas blancas  se les aplicaba un azul marca Colman.No es que no existieran máquinas de lavar pero no estaban difundidas ni popularizadas. Cuando terminó la 2º guerra mundial comenzó la era  de los electro domésticos. La industria de guerra convirtió su industria bélica fabricando entre otras cosas heladeras eléctricas,lavarropas etc.Mi padre compró una marca Whirpoole hecha en Canadá. Mi abuela genovesa al verla no podía creerlo.Ella en su tierra natal había lavado ropa a la vera del río.Naturalmente la lavandera fué despedida sustituida por ese aparato entre mágico y eficaz.De allí más que adolescente, un joven universitario  fui testigo de la erradicación de esas manos ajadas, el avance del progreso que las había sustituído.

No más jabones consumidos en tablas de fregados, ropa retorcida y una pileta cubierta de espuma.Ellas desaparecieron en gran medida para siempre. Fueron métodos que mostraron que en el acto de entregar nuestra "ropa sucia" dábamos a conocer parte de nuestra intimidad a manos conchabadas. Quizá sin darnos cuenta aún hoy el lavado más que un acto de higiene puede contener oculta alguna expiación.Al usar esas prendas limpias, planchadas además de adornarnos formen parte de nuestra personalidad.

No más jabones gastados, tablas fregadoras, ropa retorcida, una pileta cubierta de espuma. Ellas desaparecieron para siempre. Estallaron en y con el tiempo, en un tiempo pasado lleno de burbujas pleno de acontecimientos históricos y personales.

Pero esto ya es otra historia.

Chau y hasta la próxima.

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