Aparece los miércoles y los sábados

"Dios me puso en tu pagina como un tábano sobre un noble caballo para picarlo y tenerlo despierto" (algo de Sócrates).

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Nº 676 Entrañables despistes.

 

img089 hace tiempo fuimos jóvenes  Tristán e Isolda

Rompiendo con mi involuntario ostracismo, en esfuerzo físico y alegría espiritual, sumé en corto tiempo sucesivos encuentros en forma de almuerzos con viejos amigos hechos en distintas actividades y épocas de mi vida. Todos con un denominador común nuestras parejas edades.Nadie con menos de 85 años.A esta altura de la vida prevalecen características similares en cuanto a deterioro físico y porqué no mental. Si el tiempo transcurrido entre un encuentro y otro ha sido muy largo o alguien se ha agregado después de prolongadas inasistencias, sus rostros portando transformaciones normales ,pero el tiempo y memoria traicionan. Se dispara la pregunta¿como te llamabas?.Porque el verbo formulado en pasado indica la existencia de un método habitual para estas circunstancias. Se la formula así para inquirirle al portador por su nombre de aquél joven tiempo.Reunidos, y hago una síntesis de los distintos almuerzos Comienzan las conversaciones.¿De qué hablamos los viejos?Alguna anécdota común de otros tiempos pero sobre todo de nuestro presente y ese presente ¿de qué está compuesto?.De achaques. Cada uno cuenta sus vicisitudes. No son relatos lineales y ordenados. El intercambio de males es jugoso.Se entabla una verdadera batalla verbal y quejumbrosa de quien sufre más.Frases como no se si sabés que hace tiempo me sacaron un riñón. Sí lo sabía, nace la respuesta.Lo has contado por enésima vez.Iniciás cada conversación con el mismo tema.A cada uno si no lo operaron de algo,aunque las cataratas quedan soslayadas por banales.Se percibe una atmósfera de temblores internos y externos. Dudas, olvidos, vacilaciones y manos sin firmeza alguna. Abundan los bastones.Brindar por el reencuentro una proeza física y la toma de precauciones, ya que más de uno con sus involuntarios temblores patéticos volcará gran parte del líquido de su copa, salpicará al vecino.El juego de la elección del menú tiene bastante patetismo. Elegir se elige comida y bebida. El mozo toma nota y cuando llega con los pedidos estalla una mini confusión¿Para quien es este plato y esta bebida?Comienza a reinar cierto desconcierto, cierta inseguridad. De la duda a la certeza. Che, te estás comiendo mi comida,la que pedí. Che , sos judío, como te comés ese cerdo?.¿Para qué pediste ese bife de chorizo, lo cortaste en pedacitos bien chiquitos y ahora no lo podés comer porque la prótesis no te responde?Todos se resignan a lidiar y comer lo que quizá no era su pedido.Pero la reunión sigue igual de animada y alegre.Ha llegado la hora postrera. No porque sea la última de la vida sino el momento de los postres.En coincidencia casi unánime se pide algo blandito. Flan, helados. Sorpresa, la repostería tiene la suya.Cada porción viene con un aparatoso adorno,toda una gran y enrejado artilugio de caramelo durísimo. Solo algunos, me incluyo los masticamos sin problemas, el resto le pegaba unas tímidas chupaditas y quedaban en el plato cual trofeos abandonados por un ejército en retirada.Momento de pagar.Llega la cuenta y comienzan los disensos¿No era que nos cobraban a tanto por cabeza?.Sí, pero hubo un consumo mayor de lo fijado. Diálogos hasta llegar a un acuerdo.En lugar de lo establecido se agrega un plus que no solo sobrepasa lo planeado sino supera lo exigido en la cuenta.Uno bien lúcido dice ahora pagamos más que antes, pero no importa lo hemos pasado muy bien y nos hemos reencontrado.

Ha llegado la hora de irse. Algunas fotos que nadie verá porque con las digitales las copias quedan en la computadora,Se acabaron los álbumes, ahora se llaman carpetas. Nos vamos levantando. Más de uno recoge su bastón. En mi caso uso dos.Somos un conjunto de ancianos y ancianas que nos vamos despidiendo con sonrisas, felicidad. La meta, la promesa reencontrarnos con la lógica duda de sobrevivir hasta la nueva cita.

He contado sucinta pero verazmente algunos detalles de reuniones de ancianos Todo es mucho más rico, más lleno de amor, con cariño instantáneo en buena medida cuando los invitados van llegando. Pasando revista a los que ya no vendrán.Como dije en el título todo ha sido un tan placentero y entrañable despiste,como toda vez que nos vemos.

Chau y hasta la próxima

No hay comentarios: