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"Dios me puso en tu pagina como un tábano sobre un noble caballo para picarlo y tenerlo despierto" (algo de Sócrates).

miércoles, 2 de abril de 2014

Nº 720 Casualidad

                                       ca dario 3

"El peregrinaje por la vida está lleno de sorpresas".

La causa,el initium, nuestro viaje a Europa en l982. Una sombra nos acompañó todo el tiempo, la guerra de las Malvinas. Partimos yendo al aeropuerto detrás de convoyes de tropas.Los anónimos rostros de aquellos soldados que nos miraban desde los camiones, sin identificarlos, quedaron como imagen para siempre. Ella, esa guerra nos iba acompañando con sus sucesos y acontecimientos. Regresamos en vísperas de la derrota en un ambiente triunfalista que nos entristeció enormemente; por ser voceros de esa realidad opuesta a la que se vivía. Con nuestro relato en el círculo donde nos movíamos fuimos tildados de traidores a la patria. Pero volvamos a nuestro viaje.

En ese extenso y denso periplo uno de los puntos de partida fue Palermo. De Sicilia en tren fuimos atravesando Italia, de sud a norte, hasta llegar a Venecia. Lugar soñado. Sin haber reservado nos alojamos en un discreto hotel. Esa noche nos acompañó en un momento un coro callejero que se fue alejando con sus voces en estela de arrobamiento. A la mañana comenzamos a palpar lo inimaginado. Al caminar por esas intrincadas callejuelas dibujadoras , contenedoras de canales, íbamos pisando nuestro asombro. Que vimos, que no vimos, cual atmósfera única. Yo me sentía más que acompañado, envuelto por una leyenda. La de mis ancestros venecianos. Mi abuela paterna, María Gatto con su aristocracia recalada en un conventillo de la calle San Martín. En el ascensor de la torre de la plaza San Marcos me abordaron confundiéndome con un lugareño. En un vaporetto una señora era el vivo retrato de mi padre. Y así, entre sensaciones y asombro apareció la casualidad. Ca Darío, el nombre de la casa que se asomaba. Sorpresa, recuerdos, memoria estimulada.

Una pared preciosamente empapelada. En un lugar visible la acuarela colgada dándole al ambiente más distinción de la que tenía por toda su belleza diseñada y amueblada. Hablo de la entrada de mi casa natal. Cuando esa permanencia se agotó me llevé el cuadro conmigo. Hoy está colgado en mi casa. Un Ca Darío en colores, hecha por un ignoto artista. No tengo a quien preguntarle su origen. Mas se que en Venecia hay un original, yo tengo una réplica. Causa y casualidad.

Chau y hasta la próxima

 

 Nota, hoy 2 de abril se cumple un nuevo aniversario del inicio de la Guerra de las Malvinas.aludidas en mi relato.

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