Aparece los miércoles y los sábados

"Dios me puso en tu pagina como un tábano sobre un noble caballo para picarlo y tenerlo despierto" (algo de Sócrates).

miércoles, 14 de enero de 2015

Nº 801 Una larga travesía.

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"Un viaje onírico puro"

El que obraba de rey ya había partido dejando órdenes precisas..Debíamos salir inmediatamente.Lo hicimos en un vehículo cuya parte posterior era playa,cubierta por una colchoneta, una lona y sobre ella los dos tripulantes.Un primo y yo.El capitán otro primo hermano del anterior.Debíamos atravesar la ciudad para arribar  a mi casa natal, donde nos aguardaban en fiesta convocada mis antepasados,parientes, seres queridos,personajes importantes del mundo actual.El lugar, nuestro viejo jardín ampliado y embellecido portentosamente.Su tradicional estanque central poblado de plantas acuáticas, peces de colores,todo en un tamaño varias veces superior al original.

Arrancamos de nuestra casa puerto surcando un estrecho corredor, hallando a la salida un obstáculo inesperado, extraño, un piano  vertical..Obligado el piloto capitán a ejecutar sucesivas y complicadas maniobras logró por fin abrirse camino encaminando nuestro vehículo nao por el adoquinado que se extendía a nuestros pies.En lenta y arrastrada marcha fuimos atravesando bocacalles. Algunas avenidas, rodeados por edificios por momentos vulgares, plazas, algunos baldíos que semejaban islotes,avenidas de circunvalación, puentes,algunos bañados cuyas imágenes sugerentes asemejaban ríos, mares, verdaderos espejismos. Nuestro capitán en un recodo fue abordado por vecinos que lo increparon tildándolo de inútil. Ello le provocó una profunda depresión impulsándolo a abandonar el viaje. Tomé el mando a pesar de mi longevidad, mi condición física, el largo tiempo que había pasado sin conducir, el olvido de mis anteojos. Con marcha prudente continué la derrota. En un cruce debí ceder el paso a una ambulancia que en lugar de hacer sonar su sirena gritaba a voz en cuello -Paso, paso, soy una ambulancia. Fui sorteando los inconvenientes que me presentaba el tráfico. Sí en una esquina frené bruscamente para no atropellar a un cronopio. A pesar de que llevábamos mucho tiempo de viaje no tenía síntomas de la menor fatiga, que sí se me da abrumadoramente en mi vida cotidiana. Al llegar a las calles Monroe y Montañeses a cortísima distancia de nuestra meta en forma extraña nos envolvió una penumbra en pleno día. En nuestro arribo nadie nos esperaba. La reunión citada no existía.¿Qué había pasado? A nuestro viaje, especie de modelo conquistador, hurgador de mares, de mundos ignotos, siempre en marcha hacia el este, en rodeo incalculado, nos habíamos adelantado al tiempo.

Lo penoso fue abrir los ojos y despertarse…

Nota: En todo este relato no he logrado .reproducir con palabras lo que este sueño produjo en ese momento en mi espíritu.Todavía percibo su huella.Casi más que un sueño,voluntaria o involuntariamente ha sido un ensueño.

Chau y hasta la próxima

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