Aparece los miércoles y los sábados

"Dios me puso en tu pagina como un tábano sobre un noble caballo para picarlo y tenerlo despierto" (algo de Sócrates).

sábado, 6 de septiembre de 2008

135 Colores

Juegos de Luz y color, Juanca Gargiulo.

Cierto que los colores son parte indisociable de nuestra vida. Ellos por presencia o ausencia, gracias a la luz lo iluminan todo. Cada cosa, objeto, animal, planta. Aquello que compone la naturaleza, el mundo que nos rodea, el unviverso, todo es color. En la luz, en la oscuridad. Nuestros siete básicos en que ella se descompone. Los del arco iris. Embellecen así tal visión. Espectáculo que uno no puede menos que agradecer a la naturaleza tanta creación, y tantos matices. Claro, los hay para todos los gustos. A algunos de ellos les hemos adjudicado valores o representación emblemática. Al verde la esperanza, al blanco la suma de todos los colores, la pureza. Al negro la ausencia de todos los colores, lo asociamos con la muerte. Al rojo con la guerra. En la época medieval el azul y el verde considerados de escaso valor por falta de dominio en su producción. Ya en el sigloXII el azul pasó a ser un color apreciado sobre los otros en los rosetones de las catedrales para filtrar en forma celestial a la luz. El negro considerado color real, o de los caballeros, valorados los más hermosos los rubios y pelirrojos. Y el rojo representó el valor y la nobleza, pero también emblemático de verdugos y prostitutas El amarillo de la cobardía pero también el del oro, sinónimo de riqueza y poder. Agrego ya que me he referido a este período histórico que gustos y costumbres fueron cambiando ya que esa edad duró mil años. Me refiero ahora al gris, muy representativo de la mediocridad, de lo pobre. Se lo adjudicamos a esas vidas sin relevancia, de hormiguero cuando la medimos en una perpectiva mayor, generalizada. En análisis individual rescataremos valores pero no suficientemente destacados para sobresalir del conjunto. La excepcionalidad depende de muchos factores que no viene al caso analizar. La vida gris, anónima, es la corriente a la que estamos condenados insisto, vista en perspectiva amplia. Lo particular, el resultado de nuestras propias conclusiones, lo que nos dicte el yo, nuestra autoestima. Podremos así rescatar valores, luchas. Consideraremos o comprobaremos habernos destacado en círculos reducidos, con límites más o menos imprecisos. Recordar ese gran libro de José Ingenieros llamado El hombre mediocre.

Cambiando de color y de tema, aunque el mío, el preferido es el azul, hay un rojo cobrizo, el del pelo de muchas personas que tiene un particular encanto. Lo digo porque tengo un hijo, Nicolás con ese color. Cuando veo sus fotos de niño, de joven con ese tono en su apogeo, en su brillo me resulta de una belleza conmovedora. Será por el cariño que le tengo, porque la vida me dió pocas oportunidades de decírselo personalmente, porque es mi hijo.
Hecha esta personal acotación o paréntesis agrego que la vida es color, con distintos tonos, matices, gustos. Eso sí, como diría Raúl González Tuñón, a quien tuve el honor de conocer y cultivar, "si quiere ver la vida color de rosa, eche 20 centavos en la ranura".


Chau y hasta la próxima.

2 comentarios:

coto dijo...

Gracias.
Te quiero,Coto.

Anónimo dijo...

esa foto se hizo con el prisma que me regalo mi primo nico

HoRaCiO