Aparece los miércoles y los sábados

"Dios me puso en tu pagina como un tábano sobre un noble caballo para picarlo y tenerlo despierto" (algo de Sócrates).

sábado, 27 de diciembre de 2008

167 Callecitas


Camino-transcurro-pienso-percibo-sueño-amo-respiro-vivo-muero.
No las evoco. Las imagino. Las recuerdo con todo su hechizo. ¿Es contradictorio?. ¿Hacerlo es una forma de evocarlas?. No importa ni me dentendré  en analizar si esto está bien o mal.  Pienso sí en una callecita sin sol. Antigua. Quizá la de la fascinante Segovia, o de Estambul, o la de mi barrio, o alguna de Venecia con empedrado de agua. Las conocí adoquinadas con tacos de madera dura, silenciosas a pesar de las llantas metálicas de los coches y carros que la rodaban. De las patas herradas de los caballos. MIsteriosas unas, amenazantes otras. Con faroles artísticos, con escudos indescifrables, con portales vaya uno a imaginar cuantas veces se abrieron y cerraron para dar paso a la vida. Casas con paredes descascaradas, abandonadas o descuidadas, o revocadas artísticamente. O con muros de piedra tallada. O como muchas limeñas con una vereda sola, angostas.Con piedras perfectamente encastradas como sabían hacerlo los incas, o los aztecas, o los egipcios para dar simples ejemplos.O como esa callecita que evoqué en mi blog anterior cubierta de nieve dando paso a un caballo portador de leña..Pero me desvío de mi propósito y esas callecitas me dicen poco, menos o nada, aunque no por carecer de valor y significado sino porque he vivido otro tipo de callecitas.  Esas que nombré al principio. Sin importarme donde terminaban, porque siempre las comenzaba desde el principio aunque este fuera su final. De alguna forma debía transitarlas. Aunque al calificarlas en diminutivo, callecitas, uno las piensa estrechas, pero también cortas. Casi un remedo de los pasajes, pero distintas. Ellos sí seguro son cortos, estrechos o anchos, o normales. En mi mente no se me ocurren rectas. A la vista en algún lugar doblan, para un lado o para otro. A veces ocultan parte de lo que sigue. No mencioné balcones, que a veces los hay. Y plantas, macetas, persianas, rejas. O los bellos balcones peruanos riquísima y artísticamente tallados.
Pero sigo refiriéndome a la modesta callecita sin nombre, no por que no lo tenga, sino porque evoco a la anónima, la representativa. Aquella cuyo  significado es ese. Callecita. Y cada uno de nosotros pensará en la suya, las suyas. Aquellas que vió, caminó, le dijeron algo.. Las piensa silenciosas de imagen inmovil y a medida que desempolva recuerdos vuela pensando.  Las podrá llenar de luz, colores, olores, ruidos, voces, sol, nostalgias.

Chau y hasta la próxima

2 comentarios:

coto dijo...

Cuando pienso en mi vida,la llamo callecita.

Veji dijo...

M.Kearns escribió:me resultó un hermoso recorrido .
Pablo Ahumada me dijo:Muy hermos. Recordé un día de mi infancia que conocí el Pasaje Seeber, o cuando ya en Palermo conocí el Pasaje Bollini y evoqué al instante mi infancia,Gracias y hasta la próxima, Pablo