"El tango es la sola cosa que no consultamos con Europa". Macedonio Fernández.
Te ví pasear tangueando altanera. Hasta que se te salió el taco del zapato.
Muchachita de mi barrio de la cita calllejera. ¿qué te pasó que no viniste?
Ha vuelto la piba que un día se fuera, hoy tiene un purrete y lo han bautizau, por eso es que bailan los cosos de al lau. No se enteraron que la piba tiene tres más.
Aquel que su almita arrastró por el fango, y también su cuerpito. Además se quedó con todo lo que pudo, sacándole el jugo como buen cafiolo.
Lava todas las mañanas, pa comer un plato e sopa con pobreza franciscana. Pero con el lavarropas cambió todo y además hace delivery que vende por internet.
Nadie quiere el estandarte si es lunga la procesión. Y lo agarró.¡Qué papelón! Cargó con el bagayo hasta el resto de sus días.
Que noche llena de hastío y de frío. También se quedó solo, no le anda la tele y el portero por economía cortó la calefacción.
Que ganas de llorar en esta tarde gris. Con esta humedad y como me duelen los pies.
Sus ojos se cerraron. Mentira, no hay forma que se duerma.
Guitarra, guitarra mía. Me la sacaron por no pagar las cuotas.
El día que me quieras...dar lo que te pedí, me vestiré de sátiro.
Volver. no pude, perdí el avión.
En un feca de atorrantes. La confitería donde se reunen los parlamentarios..
Yo no quiero que nadie a mi me diga. Ya lo sé.
Cuando no estás. Corro, salto, voy y vengo
Yo adivino el parpadeo de las luces que a lo lejos. ¿Otra vez corte de luz?.
Encontré tu corazón en una esquina. No pude impedir que se lo comiera un gato.
El malevaje extrañau me mira sin comprender. Trabajo de travesti.
Corralón, patio parrales, son postales de otros tiempos, late el alma del porteño. Hasta que llegó el negocio inmobiliario, llamado progreso. El alma del porteño podría ser alma en pena.
Mariposita, muchachita de mi barrio, te busco por el centro, te busco y no te encuentro. ¿Porqué no la buscás entre las flores?
En la plateada esfera del reloj, las horas que agonizan se niegan a pasar. ¡Qué boludo, se olvidó de darle cuerda!
Tango, tango, vos que estás en todas partes. Dios lo escucha y se pregunta, ¿me salió un competidor?.
Chau y hasta la próxima
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