178 Destino

"No llores el pasado.Puede que tengas que llorar el futuro" proverbio ruso.

Si creemos en él , si aceptamos que todo está escrito hasta en los mínimos detalles en el libro de la vida, cuyo cumplimiento inexorable es ineludible, inevitable, podríamos resignarnos anticipadamente a todo lo que hagamos, sintamos, expresemos, vivamos, no será más que marchar por caminos preestablecidos, aunque desconocidos para nosotros. Cada hecho será un paso en la dirección previamente marcada. También su primaria aceptación, el condicionarnos a su realización. La actitud mental que adpotemos será interpretada también como componente del destino asignado. Libro misterioso guardado vaya uno a saber en qué anaquel de la biblioteca que alberga y acuna los destinos de cada uno de nosotros. Libro que propone y dispone.

Por supuesto todo esto no es más  que un ejercicio imaginario, discutible, admisible, rechazable. Digamos existe en nuestro yo una actitud explicativa del porqué de las cosas que nos pasan adjudicándoselas al destino. Que luego se lo adosen a la voluntad divina,perfecto, pero su nombre no varía. Terminadas estas escuetas consideraciones e ideas, un personaje , no persona de carne y hueso, producto del ejercicio o creación imaginaria. Este destinado  decide torcerlo. Con esfuerzo, lucha, sufrimientos, artilugios o por distintos métodos lo logra o cree lograrlo Consigue cambiar lo escrito en las páginas de su libro destino. Para el asombro. Para lo que estaba signado, no se concreta. Le sucede otra cosa. Es otra cosa. No interesa qué. Ni como sería ni como fué.

Leyéndolo quedó plenamente convencido pudo torcerlo, cambiarlo. Su vida transcurría no como estaba primitivamente escrita. Lleno de euforia, su convicción le decía había tornado lo impolsible en posible. Y cerró el libro apresuradamente. Satisfecho dió su tarea por concluída, su propósito cumplido. No advirtió, atrapado por su alegría una breve frase a modo de apéndice. " su destino será cambiar su destino"

Chau y hasta la próxima