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"Dios me puso en tu pagina como un tábano sobre un noble caballo para picarlo y tenerlo despierto" (algo de Sócrates).

miércoles, 25 de febrero de 2009

184 De padres e hijos

"Es dificil ser padre. Es dificil ser hijo. Más dificil aún es ser. Sin embargo ese camino erizado de dificultades es parte esencial de la hermosa experiencia que es la vida"

Tema complejísimo para ser abordado, desarrollado. Según su controvertido texto despertará benévolamente juicios muy contradictorios. Porque pretender analizar la relación de padres e hijos significa hallar tantas contradicciones, temas variados, situaciones opuestas en una escala plagada de oposiciones. Amor, odio, trato, destrato. Abandono, violencia de todo tipo. Moral, física, sexual... Amor de entrega total hasta el sacrificio inimaginable. Indiferencia. Hijos queridos, hijos no queridos. Es rozar o profundizar en los distintos vericuetos del alma humana. Por supuesto yo hablaré de mi experiencia basada en el sentimiento paternal, no maternal, aunque ambos coincidan en trato y criterio hacia los hijos.Y quienes están habilitados a formular un juicio son ellos. Yo en cambio lo hago además beneficiado por una hermosa herencia de vida dejada por mis padres, llenos de amor, dedicación, bondad. Se desvelaron por nosotros tres, dos varones y una mujer y nos pudieron brindar no solo holgura económica, carreras universitarias, instrumentos importantes para valernos y recorrer nuestros caminos con plena libertad y apoyo. Padres guías, padres inolvidables.
No hay duda que los cambios, a partir de fines del siglo pasado en lo sociocultural a ritmo vertiginoso modificó estilos de vida, estableciendo nuevos conceptos sobre una realidad mutante, parámetros de conductas, modalidades y moralidades.  Fue dificil para las generaciones como la mía comprender y aceptar a fondo gustos, estéticas, consumos, metas. Esos problemas abarcaron y golpearon nuestros conceptos y debimos afrontar los cambios donde nuestros hijos aparecían involucrados. Nuestros padres y abuelos pudieron y supieron tener en los hijos una garantía para su propia vejez. Ellos indefectiblemente se ocuparían de su suerte hasta la muerte. Mantenerlos, disponibilidad de espacio físico. Casas más amplias, patios, jardines. Nosotros, como lo señalé más arriba afrontamos esos cambios importantísimos que no voy a enumerar,aunque algunos los rozaré en lo que sigue. Uno de ellos fué y es la libertad sexual. Se nos derrumbaron todos los items "morales" de nuestra formación., en especial referidos a las mujeres. La facilidad de viajar, la instantánea comunicación rápida, facil, económica. Las nuevas carreras y las nuevas perspectivas. Sostengo en acotación que hoy ser joven me parece más dificil que en mis tiempos. Nosotros, con familia formada teníamos la presión de mantenerla, darle bienestar, asegurarles presente y en lo posible ayudar al futuro. En líneas generales eso no ha cambiado sustancialmente. El matiz, creo entre padres e hijos de clase media es que nuestros abuelos, nuestros padres podían ver garantizado su ocaso y final aún con la colaboración material  y moral de sus hijos. En los estratos sociales más humildes o pobres los hijos siguen siendo  o son parte del trabajo familiar, del aporte en la comida diaria a expensas de la educación y de la propia infancia. No es el tema al que me refiero.
A lo que me estoy refiriendo es que los hijos prolongaron por mucho más tiempo la dependencia material con los padres, no así la física y espiritual. En ese cambio los padres no vieron como sus abuelos  garantizado su ocaso y vejez por el cuidado y desvelo práctico de sus hijos. Se generalizó el envío de los ancianos a hogares o geriátricos. No afirmo  si está bien o mal sino puntualizo un hecho objetivo. Cierto es , por si hubiera alguna duda que los hijos no tienen ninguna obligación de hacerlo, por màs que el sentimiento de amor hacia sus padres germine . Jamás, de parte de los padres debió haber intencionalidad alguna en la espera de un retorno o retribución especulativa .Todo lo hecho es por amor, aún en los errores. Compartir con ellos alegrías y tristezas, felicidades y fracasos. Acompañarlos, ser solidarios, hacerles llegar y sentir nuestro inquebrantable apoyo. Ellos son los dueños de sus vidas, más allá de nuestros gustos y preferencias. A veces anidamos frustraciones que no son más que haber querido ver en ellos lo que nosotros no fuimos capaces de ser y hacer, en pretendida transferencia  de nuestros propios fracasos. Esta, una causa entre muchas aunque no siempre cierta.
Es muy dificil ser padre, nadie nos educó en ese sentido. Concepto remanido. Modelos heredados los hay,que por momentos hicimos propios.
Seguro que todo lo dicho no agota el tema. A duras penas puede producir disenso, reflexión, polémica, sobre experiencias propias más ricas, mejores o peores.
Culmino con palabras de mi admirado Carlos Fuentes "Ellos , se refiere a los jóvenes, nos traen las noticias del porvenir. Nosotros los mayores aseguramos sin embargo,  que no oviden las novedades del pasado"

Chau y hasta la próxima

1 comentario:

JCG dijo...

La vida las costumbres van cambiando, nada es fijo e inamovible. Hermosa la frase de Carlos Fuentes