214 Creencia y fe

 

No es la primera vez que abordo este tema y me parece que volver a hacerlo no solo es oportuno sino para mí indispensable plantear problemas que el tema me suscita.Una cosa es no creer, ser ateo y otra ser agnóstico. Afirmó en reportaje recientemente publicado el fallecido Gregorio Klimovsky sobre Dios:"me coloco en una posición agnóstica, que no es lo mismo que atea. El agnóstico toma ese problema como tema que no está resuelto y como algo que resulta casi imposible de resolver. El ateo tiene resuelto el asunto, no cree. El agnóstico no cree,pero busca, no desecha la posibilidad.Es mi caso".

Ser  ateo, MI CASO lleva a profesarlo casi heroicamente. Es una carga difícil de sobrellevar. Años atrás en visita a una iglesia de Tucumán, siempre visito iglesias y templos con respeto, admiración, curiosidad, ví, frente a una conmovedora imagen de Jesucristo crucificado a una joven arrodillada hablándole. No escuché qué le decía. Ví solamente su actitud, su mirada, sus susurro coloquial y me dije, a pesar de que estaba empapado de filosofía marxista. No habrá jamás ideología, racionalidad, irracionalidad que sustituya la necesidad interior de esta muchacha, su fe. Batalla perdida, por lo menos en ese sentido. Pero no es a esta antítesis a la que quiero referirme sino a mi fe que no apunta a ningún dios, a ninguna religión. La vida moral, espiritual, la conducta, se tornan mucho más complicadas. Por más que uno ha bebido en fuentes greco-judeo-cristianas, ha recibido normas y leyes por educación, crianza, formación, la vida uno la construye de otra manera. Portadores de una conciencia en parte preformada uno la va moldeando, desarrollando, adaptando en función de factores múltiples. Hechos que se plantean, decisiones a tomar ajustados en parte a conceptos propios. El bien y el mal.. A parámetros y límites habrá que agregarles una contrucción propia, personal. Tarea muy  difícil . Edificar una ética. Al creyente podrá alcanzarle con preguntarle a su Dios en su intimidad, a su religión y logrará obtener respuestas, hasta dispensas, salvación. Abrazar la idea del reencuentro, de la otra vidas. Uno está solo con su conciencia. El polvo, la nada, el fin definitivo..Disyuntiva dura, durísima. Pero qué se puede hacer ¿Abjurar de convicciones si ellas son los suficientemente poderosas para no caer en la hipocresía exterior de una aceptación mentirosa, deshonesta?. Intentar engañar a un Dios en el que no creo?. ¿Sostenerse por amor propio y testarudez?.¿Renunciar a supuestos paraísos o darle la espalda a amenazadores infiernos?. Sí, absolutamente sí. Es la honestidad del pensamiento, de la actitud, de la conducta. De haber vivido así, fuera de una necesidad espiritual que jamás sentí. Es el amor al prójimo, en la honradez de dar de uno lo máximo . Vivir en la insatisfacción permanente como parte de un utópico camino de perfección imposible de lograrlo en plenitud. Ser consciente de ello. Sin compromisos tontos. Mi interior sale a la luz diciendo lo que digo, sin miedos por lo que digo, sin miedo por lo que pienso, por lo que sostengo. Sin esperanzas e ilusiones de recompensas. Solamente en lo que pude hacer e intenté, en lo que intentaré, o como dijo Mario Benedetti "yo creo en un dios personal que es la conciencia". Yo creo en un final silencioso y anónimo.De alguna manera expiaré errores y culpas remanentes. He saldado y las voy saldando cuando las compruebo.

Para todo lo afirmado, ninguna duda..... algunas... o todas.

Chau y hasta la próxima