Extra nº 16 Mi viejo on line

 

Los ordenadores son para los neófitos una caja misteriosa cuyos secretos no alcanzamos a comprender ni desentrañar. Pero la curiosidad hace lo suyo, y uno aprieta teclas o busca con el ratón para ver un poco que pasa. Y me pasó. Sorpresa, estupor, angustia. Apareció mi viejo on line. Palabras suyas, imágenes, invitación al chateo.Yo no atinaba a dar los pasos adecuados y necesarios. Estaba frente a un fantasma que utilizaba medios modernos, tecnología actual. Era como si en una sesión de espiritismo el invocado, en lugar de golpes en mesa de tres patas, utilizara internet. Reconstruyó diálogos pasados. Ví su imagen en movimiento. Lo recordaba así, vivo en una película de 8 mm que mi hermano filmó alguna vez.  De viejo solamente memoria y fotografías. De pronto allí, animado, hablándome, escribiéndome, reiniciando contactos. Como aquella vez que me escribió y conté en un Ufa llamado El mensaje. Historia repetida con nuevos métodos y tecnología. Atrás el sobre blanco, la estampilla y su letra característica. Tomé debida nota de su dirección,busqué en Google y nada. Comencé a teclear como un poseso sin éxito, como si jamás hubiera existido ese contacto. Mi computadora en un momento comenzó a apagarse sola para luego anunciarme un reinicio. Y así fué. Primero pantalla oscura, luego el consabido proceso habitual. Como si nada hubiera pasado, como si jamás se estableciera ese contacto. Dudé con razón de mi cordura y lucidez. No podía creer lo sucedido. Igual seguí intentándolo  inútilmente. Llegué a la conclusión de tarea imposible. Fué como querer repetir una imagen en un caleidoscopio. Me rendí. Fué un misterio que no logré develar.

Todo hasta que me desperté.

Chau y hasta la próxima.

Para mi viejo Nicolás .Inolvidable. En el día del Padre.