Aparece los miércoles y los sábados

"Dios me puso en tu pagina como un tábano sobre un noble caballo para picarlo y tenerlo despierto" (algo de Sócrates).

miércoles, 22 de julio de 2009

226 Locus minoris resistenciae

Van_Gogh___la_M_ridienne

"Mi cuerpo es una celda" Novela del escritor colombiano Andrés Caicedo. Se suicidó a los 25 años.

Introducción. se refiere a la guerra en el cuerpo. Su triunfo connlleva el retitutio ad integrum. Se sostiene que los mecanismos de defensa son la suma de todo lo que nos impide  ser perfectos y completos. Se define al locus... como el lugar o punto de menor resistencia. Sitio donde existe una predisposición morbosa, generalmente debida a un proceso patológico anterior.

Este tema con título en latín y un significado que nos atañe se me ha insinuado más de una vez para que lo aborde. Confieso le he dado vueltas y vueltas sin encontrarle una clara punta al ovillo pero acepté este pequeño desafío.

¿Debía hablar de males físicos, de enfermedades?. Correspondería pero los descarté de inmediato. Por ahí no iba la cosa. ¿Mezclarlo con aspectos psicológicos de nuestro yo?. Me resultó más atractivo. ¿Pero cómo hacerlo?. Dejé correr la imaginación y a la simbólica pluma. Sabemos y lo aclara su definición que cuando sucede un locus minoris resistenciae es porque ha habido o hay una guerra en nuestro interior. Uso bien la palabra guerra donde el mecanismo de defensa libra batallas. Si resulta vencedor la paz exige recuperación, la vuelta a la normalidad, el restitutio ad integrum. Esta parte está clara. Ahora si pensamos y aceptamos como dice la cita del encabezamiento que nuestro cuerpo es una celda por cuanto no podemos salir ni prescindir de él estando vivos y sí podremos hacerlo según creencias a partir de nuestra muerte física, es evidente que él y de  él nuestra dependencia es total. Aún en la práctica de modelos hinduístas o de otras culturas donde el hombre logra un dominio tal de su materia que logra hacer abstración de ella. Por supuesto nuestro cuerpo material, pura naturaleza, pura biología, contiene o es portador de un yo. Esa vida interior, esa capacidad de sentir, pensar, sufrir, gozar. Esas mil facetas que lo expresan, conforman además conciencia, dependen de esa llamada celda, de ese cuerpo. Sin él estaríamos frente a un no yo. Aventuro a sostener de allí cuando digo locus minoris resistenciae es porque he apuntado a señalar la importante y vital batalla  permanente que él nuestro cuerpo celda libra para que dispongamos de una estructura donde podamos edificar nuestro ser.

Chau y hasta la próxima

2 comentarios:

analau dijo...

mi mirada sobre el cuerpo es la de un traje, que vamos cambiando a medida que crecemos, nos sacamos uno y nos ponemos otro, el punto es poder soltar el control y la necesidad de saber cual sera el proximo...
si la forma sera conocida, si formaremos parte de un organismo vivo imposible siquiera de imaginar o seremos polvo de estrellas que fecundaremos mundos a miles de años luz. el viaje recien empieza*

Corin@ dijo...

Entiendo que se libra una batalla cuando vivimos enfrentados con nuestro ser físico por alguna razón, salud, mandato, incomprensión..., entre algunas lecturas. pero la sensibilidad de reconocer la lucha nos acerca y permite levantar una bandera blanca en cualquier sentido. Aunque creo que no de cualquier manera. Porque solo se crece en tiempos de paz, y eso necesita nuestro ser para desarrollarse.
Gracias Juan por hacernos reflexionar!! Cariños