Aparece los miércoles y los sábados

"Dios me puso en tu pagina como un tábano sobre un noble caballo para picarlo y tenerlo despierto" (algo de Sócrates).

martes, 9 de febrero de 2010

283 Diario de un sin memoria

Phrenologychart

"Hay que andar mucho para ver. Hasta para ver lo que uno tiene delante de los ojos." Proverbio gallego.

En este cuaderno pongo jueves 6 de ... .Así dice el almanaque que tengo delante de mis narices. Son las 9 de la mañana según el reloj de pared. En este cuaderno escribo mi diario.

Sé quien soy. No sé quien soy. No sé quien no soy. ¿Por qué. Esos rostros que dicen conocerme, quererme me son desconocidos. Se empeñan en incorporarme a un mundo que no es el mío. Con insistencia invocan un pasado que no recuerdo. Se obstinan, deberían dejarme tranquilo. Es cierto que  muchas veces intento introducirme con esfuerzo en un tiempo anterior, pero todo es una gran nube, una gran sombra. Sombra impenetrable. Tampoco sé a qué se deben ciertos relámpagos brevísimos de luminosidad desconcertante. Por momentos he creído identificar algunos de esos empeñosos rostros. Son como las olas del mar. Van, vienen, se diluyen en la arena de mi memoria. Playa sombría; playa luminosa. No recuerdo que hago, qué he hecho. No sé como me llamo y aunque me lo repiten, me lo escriben en un cartel colgado del cuello. No lo sé, no me lo acuerdo. ¿Dormí?, ¿soñé?. Estoy afeitado, limpio, pero no sé si lo hice yo, si me atendió la gente de esta casona donde vivo. Estoy seguro no es la mía, pero tampoco se cual es la mía ¿Comí?. Tengo hambre. Viene alguien, me cambia. ¿Cómo, no hice pis ni caca?. Parece que sí, me lo acaban de decir. También que soy bueno y muy dócil. De esto me acuerdo muy bien que al principio yo era ¿como era?

En este cuaderno pongo jueves 6 de ... .Son las 11 de la mañana.¿de la mañana?. Por las ventanas no entra el sol. Me pregunto quien soy. No sé que hice ni qué hago. Alguien entra con un vaso de agua , una pastilla. Me acaban de retar y decir que no es hora para estar levantado y escribiendo. Me tomo lo que me dan. Tengo sueño, la nube de la no memoria me vuelve a atrapar y por más esfuerzos que hago para saberlo me repito siempre las mismas preguntas.¿quién soy, cómo me llamo?.

No sé que hora es. El almanaque dice viernes 7,pero ¿quién arranca las hojas?. El reloj marca las 10 y 1/4. Entra el sol por la ventana, debe ser de día. Me gustaría desayunar, espero en vano. Me informan que ya desayuné a las 8. Intentaré imaginar  qué hago en la vida, en esta vida, qué me gustaría ser. Ya sé, eso, eso es lo mejor. Muevo sin poder aquietar las manos, los brazos, camino en círculos. Parece que lo hago siempre porque me lo acaba de señalar una persona que ha entrado vestida de blanco. Se fué,no sé que me dijo. Intento recordarlo mientras camino en círculos y agito los brazos.

Descripción: Es más bien alto, tez blanca, mirada errática. Por momentos es severo, o dulce, triste, alegre, vivaz apagado. Un rictus en su boca dibuja gestos de enojo. Pero todo en armonía con su estado de ánimo. Con lo que traslucen sus ojos. Todo en él es de una autenticidad conmovedora. Agita los brazos, se frota las manos en el cuerpo, camina en círculos. Ciertos gestos los repite en forma mecánica. De joven  morocho, algo buen mozo. Figura con porte. Delgado, de voz suave por momentos no se le entiende lo que dice. Balbucea.

Lo visito, le demuestro mi afecto pero no lo acepta ni lo entiende. Mis actitudes, mi presencia le resbalan, no me reconoce. Intento meterlo en mi mundo, imposible. Después de una agobiante y dura hora de visitarlo me marcho abrumado. Somos dos viejos casi de la misma edad. Fué mi gran amigo, ya no. Se le borraron los 60 años de amistad. El es otra persona con el mismo envase conocido, pero diferente. Si lo pienso es un muñeco con otra gesticulación y otra alma. Me marcho. El corazón se me hace añicos. Pienso con injusticia mejor esté muerto.No tengo derecho. El es otro, otra persona y vive cada momento distinto del anterior al estar impedido de acumular datos, recuerdos, hechos. Vive su mutante realidad. La suya, la que se le viene in mente, al margen de una voluntad sin rumbo, sin puntos cardinales. Una brújula enloquecida.

Cuando llego a casa abro un cuaderno y me pongo a escribir, a imaginarme imaginándolo. A yo ser él. Con su variable e impredecible yo. Imito sus movimientos, actúo ante un espejo gesticulando, sonriendo, llorando, como él sabe hacerlo. Percibo que logro apoderarme de retazos de su personalidad y comienzo a escribir como lo haría él. ¿quién soy?. No sé quien soy. Me detengo, me pregunto y no encuentro una respuesta.¿Qué es lo que estoy haciendo?.¿porqué?,¿qué hice hoy?.

Me parece que visité a alguien muy querido. Por más que me esfuerzo no logro recordarlo.

Chau y hasta la próxima.

Nota, aunque esto es un ejercicio sobre la memoria recuerdo muy bien que ayer 9 de febrero cumplimos con Julia 55 años de casados.

1 comentario:

Corin@ dijo...

Mis felicitaciones Juan, y salude a Julia!!!
A veces la falta de recuerdos nos protege y otras nos acosa...
Inquietante...
Cariños