287 Riqueza

  arlequines músicos, Bruno Venier

"Uno solo es siempre demasiado a mi alrededor" . Así hablaba Zarathustra".

Me he transformado en una esponja absorbiendo lo que me llega, filtro previo. Por momentos información aluvional. Se apodera de mí una ansiedad casi inexplicable. No permito me influyan modas, usos, desestimo temas creo superficiales, pero satisfago una avidez creciente en función de una urgencia a la que me referiré en otro Ufa, combinada con la necesidad, una vez comprendida, asimilada e incorporada a mi pobre bagaje de conocimientos, de base cultural insuficientemente cimentada, ya que por otra parte a esta altura no me interesa tanto acumular como disfrutar. Soy un autodidacta tardío. El entorno, a través de múltiples señales, lecturas, imágenes, noticias, realidades, me van nutriendo y al mismo tiempo demostrando mi pobreza cultural. No tengo tanto interés en retener como en disfrutar. No es que todo se me borre como si viajara en un tren que al mirar la ventanilla el paisaje desfila a velocidad y no permite identificarlo con claridad y menos aún incorporarlo a nuestro acervo.Pero si la mirada la fijamos  en un punto más distante la visión cambia totalmente y la nueva perspectiva nos da una imagen abarcativa y elocuente. Pues me sucede eso. Me llegan destellos que iluminan, motivan, generan ideas, inquietudes, afán de indagar. desarrollar o simplemente darme por enterado. Me sumerjo en un proceso que llamo de enriquecimiento interior, aunque este no sea perdurable. Se va sumando  valor agregado,  aunque soy consciente no me servirá a esta altura de mi vida para producir contribuciones de variada índole. Son, sin el menor atisbo egoísta, para mi deleite exclusivo. Arrogante sería si me creyera capaz, apoyándome en la incorporación de estos datos, producir, aportar creaciones de la más variada gama y valía. Asisto por momentos a un estado rayano en el asombro secreto. Percibo cuanto no sé de antes, cuanto nuevo existe, se incuba, estalla en la vida y la cultura actuales. Pero también indago en datos de la realidad social, económica, política en una larga lista cuya nómina va creciendo o achicando según  hacia donde dirija mi mirada e inquietudes. No nace en mí ni me alienta tomar modelos, transformarme en su epígono. Lejos estoy de utilizar la heurística  como metodología, ni sabría como hacerlo. A duras penas mastico lo elegido por una mente muy envejecida, horadada por los años, la poca salud, pero alimentada por una inquietud irrefrenable. Por esa inquietud que en algún momento me impulsa a confesarte lo que me pasa, afirmo, seguro en juicio equivocado, pero lo siento así, voy gozando de una riqueza espiritual, cuya compañía me ayuda a pasar más que ocupado, las muchas o pocas horas que me restan.

Chau y hasta la próxima.