Aparece los miércoles y los sábados

"Dios me puso en tu pagina como un tábano sobre un noble caballo para picarlo y tenerlo despierto" (algo de Sócrates).

miércoles, 4 de mayo de 2011

412. Cuentos absurdos pero no tanto: El volador.

 

dibujo: Ícaro  por Juanca Gargiulo

 

"La imaginación todo lo permite. Hasta volar sin ser ave".

A los muchos sentimientos que conformaban su personalidad prevalecía uno. Quizá calificarlo de sentimiento es incursionar equivocadamente en algo más preciso como decir ambición. Ambición predominante transformada en sentimiento. Era mas bien su deseo. Quería volar. Se pensaría  que esto no tiene nada de extraordinario por cuanto es común y lo ha sido , lo serán los deseos de volar. Surcar el espacio, visión del suelo, la tierra en otra perspectiva, un privilegio. La historia del hombre está subrayada por la meta del vuelo y vaya si lo ha conseguido. Pero él pretendía hacerlo cual las aves. Es decir extender los brazos,agitarlos como alas y remontar las alturas sin otro límite que el de su accionar. Se imaginaba un sólido Icaro libre del fin que le adjudicaba la mitología. El pretendía volar así nomás, de traje, de ropa común, sin aditamento alguno, sin artilugios ni aparatos. Sus sueños recurrentes no hacían otra cosa que remarcar su absurdo objetivo. Más de una noche se despertaba luego de concretar sus proezas ante el asombro de quien lo viera. En estos vuelos el se sentía un semidiós, vencedor de la fuerza de gravedad. Al elevarse en forma vertical, planear, hacer piruetas, sentía la sensación íntima de su superioridad con respecto a los otros mortales. Es posible que este sueño realizado por su subconsciente pudiera interpretárselo con la presencia de distintos complejos. Todo muy válido cuando uno duerme y sueña. Al no desprenderse de él en las vigilias, con los ojos bien abiertos , a plena lucidez , aspectos de esos complejos subyacían con evidencia. Alguna vez a solas, en un descampado movía los brazos, los agitaba cual ave. Jamás pudo despegar 1 mm del suelo. Hasta que un  día muy especial,apoderado de una mística también muy especial. Sintiéndose tocado por la varita mágica del destino se dirigió a un parque.Había bastante gente y así se preparó  a repetir en la vida real su sueño, su ambición, su sentimiento acendrado.

Pasó un vendedor de globos, uno de pirulines, más allá un fotógrafo de plaza. Las voces de los marchantes y de los niños se mezclaban con  el ladrido de algunos perros encerrados en un canil. El en medio de todo ese ambiente y bullicio se paró firme, pies juntos, mirada altiva. Vestido con ropa deportiva extendió los brazos y comenzó primero con lentitud, luego con más rapidez, por último en forma frenética. La inutilidad de tanto esfuerzo mostró su fracaso total. Detuvo su accionar, inició una prudente retirada y se marchó sin siquiera haber llamado la atención.Quizá tomado como un deportista más, con la indiferencia de todos.

Desde ese día cambió de sueños.

Chau y hasta la próxima.

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