Aparece los miércoles y los sábados

"Dios me puso en tu pagina como un tábano sobre un noble caballo para picarlo y tenerlo despierto" (algo de Sócrates).

miércoles, 23 de enero de 2013

Nº 593. Frases , palabras y una historia corta.

 

 

"Hablo y digo"
El otro día fué otro día.
Las tres de la madrugada. Tres horas más esperando el amanecer, me parece muchísimo. Tres horas me resultan demasiado.
Autor de pensamientos. Actor ejecutándolos.
Del anotador de la noche escapé con el sueño.
Para estar bien hay que estar bien así. Para estar así hay que estar bien.
¿Dice algo el pronosticador?. Si.
Consignas de dudosa actualidad lanzan las organizaciones de vanguardia.
Las epistolares intercambiadas eran tan agresivas que parecían escritas con pistolas haciendo fuego. Luego se mandaron cartas
explosivas.
La ubicación de las cosas dependerá de su importancia.
La lechuza te chista en la oscuridad llamándote.¿para qué?. Ella lo sabe.
Ansío tener ansias.
Supongo que supongo lo que supongo, o no supongo.
Suponer o no suponer esa es la cuestión o no es la cuestión.
No siempre lo obvio es obvio. Obvio.
Si el cándido es pura candidez¿como sobrevive?
Cuando la reflexión supera a la idea, esta puede perder vigencia.
Quien esté libre de todo pecado que arroje la primera piedra. Quien la arroje cometerá su primer pecado.
El principio deja de serlo cuando comienza.
El santo es aquel que quiere a los demás más que a si mismo.
Oye, dijo una voz. Oigo contestó otra voz.
Anterior, posterior, y en el medio¿qué?.
Cuando digo hoy, ya es pasado.
Yace en la paz que le da la muerte.
Estoy aquí, estoy allá. Estoy.
La cosa tenía un sentido. Lo perdió.

Una historia corta. La oruga y el tanque de guerra.
Avanza lenta y ruidosamente, casi con precaución deslizándose sobre el adoquinado de la calle principal. Por debajo de su banda de rodamiento una oruga  andaba con su característica forma de desplazarse como lo hacen esos invertebrados. En parte por milagro, en parte por la conformación del piso, el paso del tanque por encima no la aplastó. En esa primavera el carro de guerra hacía su entrada en la ciudad para sofocar la rebelión. La oruga no aplastada por la otra de fierro siguió su marcha para convertirse en mariposa.


Por hoy termino, estoy desvelado pero no aparecen ideas.


Chau y hasta la próxima.

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