Nº 595 El sectario.

 

"Se cree en lo que se es o en lo que no se es"

Se  le cayó un cachito de dogma, de ese que tenía, lo tenía desde muchísimo tiempo atrás.Así, en principio, casi sin saberlo o darse cuenta, se fué de   alguna manera humanizando. Todo aquello acendrado en su pensamiento, su ideología, incidiendo o moldeando su personalidad, iba desprendiéndose como hoja de árbol en otoño. Un día un concepto, en algún momento otro.Esos desprendimientos se iban hilvanando sin que mediara su voluntad, quizá a pesar de ella. Hasta que el viento del otoño del inconsciente dejó al árbol desnudo sin las hojas dogmáticas. Solo era cuestión de esperar la primavera, superado ese invierno, donde nuevas hojas, flores, brotarían en un follaje compuesto de amplitud. Allí si, la conciencia despertada y motivada generaría el firme propósito  de no repetir actitudes negativas, cerradas. No volver a ser el sectario de otrora. Su fundamentalismo primario sería trocado con opuesta conducta. Mas su naturaleza lo volvería a traicionar. Esa condición primaria metamorfoseada adquiriría nueva faz. De sectario cerrado en la unilateralidad ahora transformado casi en un predicador de todas las verdades, obnubilado otra vez en su capacidad para sostener y al mismo tiempo admitir posiciones múltiples. Hoy lo admitiría absolutamente todo, sin rechazo racional alguno. Es decir, volvía a ser nuevamente el sectario de siempre, con otro contenido.

Chau y hasta la próxima.