Nº 655 Dr. Ramón Pardal.

 

 

Reviso papeles viejos, entre ellos encuentro un mal y difumado recorte no fácil de leer con un rostro desdibujado. Esa imagen acciona en forma instantánea mi memoria; afloran recuerdos; me invade la nostalgia, porque al evocarlo debo retroceder a mi niñez de chico muy enfermizo.

Estoy en mi camita, ardo de fiebre, por momentos floto en la habitación. Su figura imponente parado a mis pies se destaca sobre una pared empapelada.Supe había llegado en taxi, raro que el médico tuviera auto propio.Usaban vehículos de alquiler. Imaginé se había quitado el sombrero orión que se ponía regularmente. De aspecto serio, casi severo, después de revisarme prescribía medicamentos hechos en la farmacia. Frascos cerrados con tapones rematados con unos sombreritos de papel atados con un hilo. Y en el frasco una etiqueta con la fórmula del remedio escrita a mano .

Al Dr. Pardal lo vi siempre. Yo iba superando las múltiples dificultades emboscadas durante mi infancia y juventud. Por la gravedad de lo padecido a él y a mi madre les debo la vida. Estoy hablando de 80 años atrás. Curioso, hoy con mis 85 vivo transitando con otros males senderos parecidos, aunque esta ves conozco el final.

Superado ese período enfermizo lo seguí visitando por razones médicas y también políticas.Yo militaba en la Juventud Democrática de Belgrano, parte de la Unión Democrática. Lo entrevistaba para invitarlo a actos y reuniones. Lúcido como pocos sabía ver y caracterizar a las personas, más de una vez adivinando en ellas intenciones e intereses muy particulares.

Recuerdo su consultorio sito en la calle Monroe pasando Cabildo, a mano izquierda antes de llegar a Ciudad de la Paz o en la cuadra siguiente. Impresionaban estando en la consulta la cantidad de libros y vitrinas que contenían hasta cabezas humanas hechas por los jíbaros,Su enorme conocimiento sobre la historia y práctica de la medicina americana aumentaban si cabía mi admiración. En mis visitas se tomaba el tiempo para explicarme por ejemplo los procedimientos de los jíbaros o las técnicas de trepanaciones craneanas.

Breve semblanza:

Nació en 1896 y murió el 30 de octubre de l955. Graduado en la F de Medicina en 1921. Fué miembro de la Academia de Medicina..Especialista en tisiología produjo numerosos trabajos y publicaciones científicas.

Publicó entre otras obras Medicina aborigen americana. Designado por el Gral. Justo en 1937 como orador del 2º congreso internacional de la historia de América junto con Ricardo Levene, Julio Rey Pastor, Francisco Romero, Atilio Dell' Oro Maini.

Fué el 1º presidente de la Sociedad Argentina de historia de la medicina (AMA).

Quizá , seguro mi evocación no despierte mayor interés entre mis visitantes, mas en mi interior sentí la necesidad de rendir mi humilde homenaje a persona tan valiosa.

Chau y hasta la próxima.