Nº 713 La palabra.

 

 

Emergió de las profundidades de la historia. Para hallarla habría sido necesario un espeleólogo. Sortear maravillosas estalagmitas y estalactitas. Ella presente en este prodigio. Proceso natural , necesarios unos cien años para un centímetro de gotas petrificadas.Testigo de este proceso provocador como tantos otros de su ´ámbito natural,para que este testigo pintor, elaborador de herramientas, necesariamente capaz de reproducirse, sobrevivir, le fuera dando forma, contenido, significación en un pre lenguaje a su exclamación.Ante determinados hechos con sonido repetido. Ya no se conformaba con señas.Sus capaces manos dejaron en cavernas el paso de su vida. Para asombro de remotos futuros sucesores apreciaran su legado.En documentación instintiva o inteligente, todo lo que fue capaz de hacer. Fabricó un gran espejo que el tiempo, la historia hicieron añicos.Los hoy,se fueron encargando de encontrar los pedazos para componerlo y poder asomarse a su vida, aunque aun muy primariamente  todavía en el presente lleno de incógnitas.Pero aquel de la exclamación, el aullido no dispuso de medios para dejarnos el sonido. Sin quererlo confió en su garganta, sus cuerdas vocales, a las que sumaría percusiones, cañas, caracoles, todo aquello que resonara, como parte de su lenguaje. Pero no hay respuesta posible para saber como fue la primera palabra. Para lo inexplicable hay una sola forma de explicarlo y es a través de la poesía.

Apelemos a nuestra imaginación y construyamos una respuesta sobre esa primera palabra que sin dudas era esa.

Chau y hasta la próxima.

 

 

NOTA: Este UFA  de científico no tiene nada. Prescindí de trabajos, teorías emitidas por filólogos, epistemólogos, filósofos,constructivistas y un largo etc..Me basé en mi sensibilidad emotiva. Habiendo visitado en distintos países museos y lugares, cavernas, incluida el anexo de Altamira. Allí, junto con las pinturas, en un sarcófago de cristal estaba el, estaba yo,estábamos nosotros. Pensé, le adjudiqué sería uno de los primeros que con su garganta puso el pilar para la primera palabra. Por eso decidí pensarlo a mi manera, omitiendo todo razonamiento científico.