Nº 869 Como son mis noches

Son las  tres de la mañana.¿Donde se metió la noche que ya pasaron  unas cuantas horas?.,Para tener una noción del transcurrir del tiempo he dejado abierta la puerta del escritorio donde un reloj de péndulo me dice las horas con sus campanadas.Así como en la oscuridad aguardo las medias y las enteras, llevo la cuenta, pero fallo y lo sé.Soy conciente de ello, porque creo estar despierto todo el tiempo y no es así, me engaño.Así a veces me sorprenden las 4 o 5 sin haber escuchado las horas intermedias. 

Otras veces el silencio del reloj no me confunde porque últimamente no funciona bien y suele detenerse abandonando su misión. A la mañana cuando lo veo compruebo en que momento de la noche se detuvo.Igual me significa que en contra de lo creído he dormido.Escucho los sonidos de la noche.Algo de tránsito, alguna voz humana, ruidos inexplicables, algún avión  del aeroparque, según viento y hora. Puede ser el paso de un tren. Los sonidos de los barcos que navegaban en el canal cercano a la costa desaparecieron al llevar el canal río adentro. La noche no se me hace pesada ni insoportable gracias a que dedico los momentos lúcidos a pensar, a anotar registrándolos mis pensamientos en un anotador exprofeso en habil escritura en plena penumbra. En todo ese tiempo me quedo POULD ,palabra que acabo de inventar. Sería el equivalente de me quedo piola, pero esta suena a inglesa. Hoy, la influencia anglosajona en escribas y hablantes es tal usadas a destajo entre otras cosas por moda..Entonces aquí me salteo  el tinte lunfardo, tan caro a nuestro porteñismo pasándome sin empacho al gringaje.

Llega la mañana y aunque no tengo nada que hacer me voy levantando. En su momento con algún instrumento de escribir le doy mejor forma  a mis textos.

Esto es todo. Esto es lo que luego se traducen en algunos UFA!.