Nº 879. La lupa.

Y el investigador desconocido.Nadie en el pueblo, nadie en la comarca había tenido relación, contacto con él.Todo un recién llegado. De  inmediato se abocó a develar el misterio. Un verdadero un hechizo.Su aspecto normal, similar al resto de los pobladores, podía mimetizarse con cualquiera de ellos, pero no era de allí.No insinuaba posición holgada alguna.Modestia su forma de ser. Ningún alarde de infabilidad. No usaba la tradicional pipa. Su único elemento detectivesco era una lupa grande de borde plateado, mango negro.La consabida libreta de anotaciones.

Veamos el misterio.Una extraña muerte diezmaba al ganado.En simultáneo surgió una erotización incontenible en todos los pobladores de distintas edades y sexo.Esa coincidencia entre mortandad y lujuria produjo miedo y orgías.

Allí fué cuando apareció el desconocido detective.

Sin pronunciar palabra,encerrado en un mutismo hermético, buscó, observó. Apeló a toda su perspicacia y sabiduría. Tomó  abundantes notas.

Al cabo de un tiempo cuando los síntomas de semejante misterio habían desaparecido, reunió a pobladores, autoridades, en actitud similar a la de los personajes de Agatha Christie cuando hacían sus anuncios, pronunció una palabra definitoria.Mandrágora.. Ella la causa de todos los males.Explicó,Durante la noche ví, cosa que vds. no están capacitados de hacerlo algunos fantasmas merodeando. Revisé cuidadosamente las tierras de pastoreo.Analicé los alimentos consumidos por ustedes.Seguramente el diablo trajo la planta, también llamada manzana del diablo o instrumento de la hechicera Circe para vengarse de sus enemigos transformándolos en animales..La mandrágora de largas raíces nace de la eyaculación de los hombres muertos.

Se preguntarán como el hechizo ha desaparecido. Gracias a mi lupa que me ayudó a detectarla en campos y alimentos, porque ella tiene una condición mágica. A los males los hace desaparecer.Lo virtuoso, lo bueno los agranda hasta  imponerlos en la vida.

Dicho este último párrafo hizo mutis por el foro y desapareció con su lupa.

No se supo más nada de él y el pueblo retomó su rutina con sus más y sus menos.