127 Los Caminos

La radio trasmite suavemente una música indefinida, cuyas variaciones temáticas no percibo por cuanto estoy enfrascado en este texto. Arranca un motor del edificio y su ruido se suma a los otros que llenan mi subconciente, poblando el aire de esta tarde prematuramente primaveral. Oigo taconear en el piso de arriba. Levanto la mirada distraída y frente a mí, sobre la mesa de trabajo un diario del día me grita, a pesar de su absoluta inmovilidad "el costo de la vida superó este mes el... Aumentan a jubilados...Díctanse normas...."No alcanzo a leer todos los títulos, ni me interesan. Vuelvo a lo mío acompañado ahora por un samba brasileño bastante picante. Fais de mi um instrumento de teu prazer, canta María Bethania. La vitalidad de la letra me distrae. No puedo concentrarme. Trato de reflexionar sobre "los caminos" sin apagar la radio. Quiero pensar, expresar lo que me sugiere el tema que se me ha ocurrido. O en el fondo ¿rechazo la idea?. Podría haberme puesto a redactar un cuento, una fábula, pero estoy convencido debo hacer otra cosa. Desarrollar el concepto, la asociación entre camino y vida. Porque indudablemente vivir es recorrer múltiples caminos. Algunos de extremo a extremo, otros solamente en parte, o retroceder luego de corto o largo trecho. Los más, no iniciarlos.
Siempre asocié mi existencia o la representé de esta manera, como una prolongada marcha por un camino a veces no elegido. Y me dije infinidad de oportunidades "hay que detenerse, preguntarse si el rumbo es correcto; mirar hacia atrás; otear hacia adelante. Y luego sacar conclusiones; rectificar la orientación si es necesario." Siempre tuve en cuenta un proverbio caldeo que dice "no aumentes tu destino" igual no sabría como.
Los caminos que recorre la vida humana son infinitos. O tanto como el número de personas; como variables tiene el destino individual, o de un grupo, comunidad, país, civilización. Y todos deberían confluir hacia uno y único. El de la perfección. Pero, ¿quién define qué es la perfección?. Además está bien buscar esa meta?. Con suerte llegamos a un remedo de ella. Me encuentro en estas cavilaciones y muevo el dial, sintonizo Amadeus donde la orquesta dirigida por Von Karajan interpreta Así hablaba Zaratustra de Ricardo Strauss.

Creación; obra de arte; comunicación; a mensaje; belleza. He aquí un camino con múltiples senderos. Me quedo ensimismado largo rato; no puedo ni quiero sustraerme al hechizo de esta música. Mis pensamientos se tornan confusos. He perdido el hilo de la reflexión. El poema sinfónico sobrepasa mi capacidad de concentración. Estaba escribiendo sobre los caminos...
Suena el timbre de la calle. Atienden. Ahora recomienzo.
He vivido muchos años. Soy conciente de mi precaria provisoriedad. Escaso o nulo el tiempo de oportunas rectificaciones. ¿Satisfecho? . Nunca. La insatisfacción es parte primordial del deseo de superación. Lo hace nacer, lo impulsa. Una vez más debo preguntarme. ¿he recorrido el o los caminos correctos?.
La música finaliza suave, lentamente. La orquesta se ve reducida a unas flautas y violines. Me repito ¿he recorrido los caminos correctos?. No tengo una respuesta exacta, segura. El poema sinfónico ha terminado. Sé que estoy vivo. ¿cuál es el camino?.

Chau y hasta la próxima