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"Dios me puso en tu pagina como un tábano sobre un noble caballo para picarlo y tenerlo despierto" (algo de Sócrates).

sábado, 23 de agosto de 2008

131 Sobre la muerte




"La muerte y la belleza son dos cosas profundas que tienen tanto de azul como de negro y parecen dos hermanas terribles y fecundas con un mismo enigma y similar misterio" Víctor Hugo.

No es tema sencillo de abordar. Menos aún reflexionar sobre lo inevitable. Por su carácter lúgubre según interpretaciones. Tampoco es cuestión de sumar a la idea de pensar en ella y comenzar a agregar propósitos para darle por su influencia otro sentido a nuestras vidas. Esto último debe producirse con independencia de su influjo. Se trata de valorar la vida, no de interpretar la muerte para ayudarnos a transitar nuestra existencia, o utilizarla como fundamento o grotescamente como pretexto para pontificarnos o iniciar por un lado cierta autocrítica y al mismo tiempo firmes propósitos de modificarnos. La vida y ya en otra oportunidad intentaré referirme a ella debe vivírsela sin estar condicionado a la idea de la muerte,que ya ella igual se encargará de nosotros.
Cierto que mencionarla de joven, aunque entre en la probabilidad de producirse, somos seres vivos con conciencia de nuestra finitud. Pero difiere fundamentalmente de la forma que un anciano pueda hacerlo. Ella ya casi nos acompaña. Nuestra precariedad con la vida nos acerca, casi nos hace tocarla a pesar de su intangibilidad. Inexorablemente comienza a ser o es una sombra de nuestra sombra. Noche de nuestra noche. Oscuridad de lo oscuro. Silencio en el silencio. En la reflexión se esfuma el optimismo. Según la condición física, mental, familiar, el entorno social, material, el aferrarse a la vida casi residual, tendrá mayor o menor intensidad, o en momento terminal la entrega resignada, dolorosa, aliviada en sus brazos. Aunque leamos textos, mensajes, nos lleguen argumentos, aliento, visiones diferentes a las que sustentamos, que influyan o nos hagan cambiar de perspectiva, el concepto que de ella tengamos o hayamos tenido no nos será sencillo asimilar nuevos conceptos, menos visiones, formas diferentes de aceptarla. Ademas, cada uno de nosotros sustenta bases culturales, creencias que facilitan o dificultan o hacen imposible otros puntos de vista. No es lo mismo creer en la inmortalidad del alma, de lo que las creencias religiosas, la fe nos inculca o nos llenan de secreta esperanza. Para unos todo finaliza allí en cumplimiento de un ciclo natural, biológico. Para otros es el inicio de una creída nueva vida con los componentes que las distintas religiones prometen. Todo dicho así está muy claro al contarlo. Casi simple. Distinto es vivirlo, morirlo sin relato posterior, sin regreso, por lo menos en lo inmediato. Si Lázaro reía al resucitar, es porque había comprobado que la muerte no existía. Otros han elucubrado y mucho sobre el fin de la vida, tan única, tan irrepetible. Cuando el hombre ha imaginado alternativas, reencarnaciones, paraísos, infiernos, reencuentros, juicios finales, almas en pena, fantasmas, todo ello son escapismos para negarla o consolarse. Para asirse a un madero en el naufragio. Hasta suele calificársela como la metamorfosis de la vida. Otros la aceptamos con el fatalismo de lo inevitable. Los animales luchan con todos los medios que los dotó la naturaleza para conservarse vivos, sin conciencia de su existencia. Solo nosotros los humanos sabemos de ella. En realidad sabemos de nuestro fin. A ella en nuestro imaginario le dimos forma, imagen, la representamos, la transformamos en un ícono. Pero no es así. La muerte existe pero no es alguien que nos aguarda segura que caeremos en sus brazos. Nos extinguiremos sencillamente sin añadiduras, guadañas. Nuestro cuerpo dejará de funcionar, eso es todo. Claro que ese, nuestro cuerpo defeccionará, y al hacerlo el proceso puede ser muy duro, doloroso, de agobiante sufrimento. El resultado el mismo. Alguien alguna vez observó que la muerte no es cruel, sino la vida que se resiste a irse. "Solo los muertos responden bien con su silencio, con su muerte sobre conflictos en los que ha participado. ¿Tiene sentido hablar sobre la proximidad de la muerte?. No está allí donde se cree oirla, rondando alrededor de uno, ni más lejos de donde uno promone dirigirse. Su gran fuerza consiste en no estar en ninguna parte, excepto en la cabeza de aquellos a quienes obsesiona y que no la verán nunca". Louis -René des Forêts. Y agregaría nuestro gran Borges:"la muerte segura es un mero dato estadístico en la simple circunstancia en que hasta el momento todos habían muerto"

Por eso hablar de ella no es hacerlo de alguien, ni siquiera figurada. Hablar de ella y poder hacerlo es todavía estar vivo.
Chau y hasta la próxima

3 comentarios:

nor (que es nob) dijo...

El tiempo y el espacio es solo la mentira que nos hace posibles (nob)
Todo lo que llamamos Creación es virtual, lo único real es " qué" lo originó.
En la especie humana hay dos grandes milagros, entre todos los milagros y maravillas, uno es el "yo" (ilusorio-irreal) y el libre albedrío (libertad imposible
e innecesaria).
La muerte nos simplifica, nos quita esos dos milagros, nos reduce a simples elementos químicos orgánicos e inorgánicos y,finalmente a átomos, nos hace más reales.

coto dijo...

Seguí contando Papi;así todos sabemos que estás vivo.

Veji dijo...

Pablo me escribió lo siguiente:
Buenísimo.Gracias por estas reflexiones.Hay que seguir hablando de ello.Tratar de entender que hace nuestra conciencia en cuerpo que es finito o mortal desde su concepión.