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"Dios me puso en tu pagina como un tábano sobre un noble caballo para picarlo y tenerlo despierto" (algo de Sócrates).

sábado, 10 de julio de 2010

326 La piedra

    Recuerdos renacidos  de Eduardo Serón

 

"Las viejas preguntas,las viejas respuestas, no hay nada como ellas". Samuel Becket.

Hay piedras famosas.Las hay anónimas.Las hay comunes. Las hay preciosas.

Su variedad es infinita., casi como su uso, o su presencia.Algunas decididamente históricas. La usada por David. Las no arrojadas a María Magdalena. La del no pecador  para ser la primera. Las utilizadas en las guerras. La de los nativos cuando se defendían de los conquistadores. Aquella que siempre llevamos por delante por ser un animal inteligente  y tropezar repetidamente con ella. Las de la mitología griega. Las piedras. La filosofal, la del escándalo.Y a poco que no me detenga estaré nombrando y enumerando infinidad de ellas con sus correspondientes ejemplos y simbología o aplicaciones. Y no se trata de esto.

Alguien imaginó un acertijo para formulárselo a Dios y preguntó si El podía crear una piedra que no pudiera levantar.Si puede y no la levanta no es Dios. Si no puede crearla tampoco es Dios. Esta formulación carece de sustento por cuanto quien la plantea es un humano que no puede ponerse en lugar de ni imaginar cual es su pensamiento y su poder. Ahora sí imaginemos una piedra común en cuanto aspecto, portadora en su interior de todas las bondades y sabiduría que la humanidad, el mundo necesita para curar, resolver, mitigar sus visibles males.Pensémosla cayendo sobre un lago, el espejo de agua formado por todos nosotros.Ella al impactar en la superficie produce una onda que se expande  abarcándonos sin excepciones. En acción benefactora . Cierto esto no es más que un juego de imaginación, pero acordemos que la existencia de esa piedra mágica es hoy más que nunca de imperiosa necesidad, en virtud que por el momento no somos capaces de poner fin a nuestros males. Y como dijo el filósofo John Dewey"El hombre no ha usado nunca plenamente los poderes que posee para acrecentar el bien del mundo, porque siempre ha esperado que algún poder externo a él y a la naturaleza hiciese aquel trabajo que es su propia responsabilidad".

Chau y hasta la próxima.

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