Aparece los miércoles y los sábados

"Dios me puso en tu pagina como un tábano sobre un noble caballo para picarlo y tenerlo despierto" (algo de Sócrates).

miércoles, 24 de noviembre de 2010

365 Salamanca.

excomunion

En forma inesperada me encontré con la palabra excomunión. Palabra temida por aquellos creyentes y profesantes. Arma intimidatoria utilizada siempre cual espada de Damocles. Castigo para toda oveja salida del rebaño. Instrumento imprescindible del poder sobre la vida temporal.
Me la encontré  en forma inesperada en una tienda de suvenires y más tarde en la de la universidad.Claro que no fué en cualquier parte. Te preguntarás, ¿acaso en el Vaticano?. No como deducirás por lógica y encabezamiento en la ciudad de Salamanca y en cartulinas de distinto tamaño como las que ilustra el UFA.
Visitamos esa ciudad llena de expectativas culturales. Entramos en uno de esos faros culturales  del pasado con categórica presencia en el presente. Prestigio acumulado no desmentido por la realidad. La ciudad en sí nos atrapó. Coincidió nuestra llegada con una exposición itinerante y renovada en España llamada “Las edades del hombre” funcionando dentro de las dos catedrales, la vieja y la nueva. Deslumbrados además por la arquitectura, sus sitios emblemáticos. Sus altos jardines terrazas, el río Tormes, con puente romano incluido. Su drama de Calixto y  Melibea o La Celestina , la casa de Las Conchas, la plaza, me atrevería a afirmar la más hermosa del país, y sobre todo la universidad con su legendario edificio, y no sigo enumerando  bellezas arquitectónicas e históricas.  En su frente sus símbolos, la calavera y la rana. La calavera tallada en piedra con una rana encima. Los estudiantes que no la encuentran no aprueban el curso. "Ranita, tráeme suerte para el examen de mañana", invocan. Adentrarse en la universidad en sus aulas presentes y pasadas es una experiencia muy especial. En particular en esas aulas antiguas con asientos de madera hechos como de viga rústica, imaginárselas heladas con precaria iluminación y resonando aquella frase histórica de Fray Luis de León, "Decíamos ayer" o revivir la polémica entre Unamuno y el general Millán-Astray, que al escucharlo le gritó ¡ viva la muerte! y el respondió "venceréis pero no convenceréis"
Atrapados en ese clima que se adentró en nuestra sensibilidad salimos de allí flotando, como en un limbo. En la corta pero intensa visita nuestro espíritu había sido conquistado ,creció nuestro respeto ante tanta sabiduría. Admiración por lo visto y lo imaginado al abrirse precariamente la ventana de nuestra ignorancia. Patios cubiertos de placas en constancia del paso de próceres estudiantes como el de nuestro Manuel Belgrano, entre otros.Y esa excomunión pendiente y latente mostrando al mismo tiempo el enorme valor adjudicado al libro o cualquier documento para y del saber. Esa resolución debe ser leída y valorizada en toda su magnitud. Ella no se funda en lo común en materia religiosa definida como expulsión permanente o temporal de una confesión religiosa y al excomulgado en especial lo excluye de la eucaristía. Piénsese bien , todo ese castigo por un libro, pergamino o papel. De una sabiduría apabullante. No menos se podía esperar de la Universidad de Salamanca.


Chau y hasta la próxima.


Nota. Una cartulina similar a la de la ilustración en tamaño grande está en la biblioteca del barrio de Belgrano en la calle La Pampa. La doné con motivo de su reapertura lograda por nuestra acción vecinal.

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