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"Dios me puso en tu pagina como un tábano sobre un noble caballo para picarlo y tenerlo despierto" (algo de Sócrates).

sábado, 12 de febrero de 2011

389. Tres violines.


violin auschwitz
"También el dolor y la muerte hacen al hombre inmortal" Una orquesta corta, mas bien un conjunto de músicos vestidos de etiqueta con instrumentos de cuerda solamente, en un escenario. A la izquierda, vistos de frente tres violinistas.La partitura no pude identificarla. Todo fué muy fugaz. Me quedó la imagen, algo del sonido y una profunda emoción reflexiva. Porque esos tres violines pertenecían al campo de concentración de Auschwitz. No sé si formaban parte de los elementos con que los nazis hacían sus documentales para mostrar lo bien que trataban a los prisioneros o formaban parte, lo más seguro de los bienes de las víctimas. Fueron tantos los objetos encontrados a partir de aquel 27 de enero de 1945 cuando los soldados rojos liberaron el campo poseídos de un llanto incontenible al enfrentar a esos fantasmas abandonados a su suerte, ya que los más "sanos" habían sido obligados días antes a emprender la evacuación, la marcha de la muerte donde la mayoría sucumbió por el camino. Un hedor insoportable lo envolvía todo. Allí las pruebas de los entre 1,5 millones 4 millones de exterminados. La mayoría judíos y en menor escala otras etnias, opositores, soldados prisioneros. Almacenadas ropas, zapatos, y todo aquello que se ha visto en documentales, museos, pruebas del horror,.Una perversidad incalificable había sabido crear el infierno en la tierra. Y esos tres violines.Se que el día del aniversario de  la liberación en un teatro de Madrid  volvieron a sonar. Se los pudo rescatar de ese campo que en 1979 la UNESCO lo declaró patrimonio de la humanidad. Ese campo cuya entrada decía Arbeit Macht Frei.(el trabajo os hace libres). Sonaron sus cajas, revivieron cargadas de muerte. Otros dedos pulsaron sus cuerdas. Otra mano paseó su arco. De quién habrán sido aquellos otros dedos, aquellas otras manos,aquellas almas, su sabiduría empeñadas en sobrevivir en la armonía del arte en medio del espanto,,del sufrimiento, de la agonía. Cuanto valor, que maravilloso ejemplo. Todo lo estoy imaginando a mi manera y vos seguro lo harás a la tuya. Pero sí sé, estoy seguro que si afináramos el oído, si pusiéramos en  juego  toda nuestra sensibilidad, percibiríamos que de cada uno de esos violines nace un sonido cargado de dolor, de angustia, de horror y también de amor. Cada violín acunó en su interior no solo el alma de las víctimas sino los gritos, los lamentos y la inclaudicable fe de esos maravillosos y sufrientes seres humanos.
Chau y hasta la próxima.

1 comentario:

JCG dijo...

hay un testimonio interesante de leer:
http://homepage.mac.com/eeskenazi/frankl.html

El hombre en busca de sentido, un psicólogo en un campo de concentración por Victor Frankl.

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