Aparece los miércoles y los sábados

"Dios me puso en tu pagina como un tábano sobre un noble caballo para picarlo y tenerlo despierto" (algo de Sócrates).

sábado, 11 de agosto de 2012

Nº 546. Otra vez el mismo paisajito.

"La vida no está hecha de paisajes naturales sino de paisajes humanos" A. Tabucchi.

Hoy sábado de julio es un día hermoso, frío, de pleno sol. Más limpidez en el aire, imposible. Lo calificaría de esplendoroso partiendo de mis propias ansias por gozar aquello que de alguna manera me está vedado. Mi estado me lo impide. Sentado en mi pequeño observatorio compuesto de un sillón, un ventanal con sus cortinas corridas, una buena calefacción. Verifico el estado y progreso del edificio que se va levantando justo en mi línea de mira en la vereda de enfrente. De los recordados 6 o 7 pisos de la estructura ya pasan los 10. Me place ver a los obreros volcados a su tarea y me sorprende que junto al crecimiento en altura van apareciendo caños y otros elementos que van formando la telaraña de su futuro funcionamiento. En la vereda  abrigada por el sol una muchacha recostada en una pared de la obra espera para vender café al personal y a algún ocasional transeúnte.. Llega un obrero con su casco puesto, camina con cierta negligencia y se detiene para fumar un cigarrillo. La poca gente que anda por la calle lo hace muy abrigada y con distinto ritmo. Una pareja con ropa deportiva aparece y desaparece con la fugacidad propia de un trote rápido. De pronto no pasa nadie,  hasta que ese pequeño hiato lo cierra un joven llevando una escalera en marcha parsimoniosa. La vereda se va animando por momentos cruzada por esporádicas ráfagas de viento. Rueda un bollo de papel atravesándola y las cintas marcadoras de espacios reservados se agitan de vez en cuando. Pasan unas señoras con bolsas de compras, un conocido ayudado por un bastón. Este ir y venir de la gente se prolongará más allá de mi estadía observando. Los árboles están secos, despojados de todo follaje a la espera de la explosión primaveral. Un tráfico discreto circula en ambas direcciones y los habituales medios de transporte en un día como hoy de menos pasajeros, espacian sus apariciones.

Esta vez  los protagonistas no son las hormigas que en verano  andan por los cables, ni la gente, ni los vehículos,ni los negocios, ni los edificios, casas, sonidos, colores. Esta vez el protagonista soy yo aquí sentado con avidez de partícipe y sosiego realista. Pienso en aquellos que transitan y lo hacen con total naturalidad como lo hacía no hace mucho tiempo. En los que viajan, trabajan, luchan, disfrutan o sencillamente no se detienen a pensar en el enorme privilegio de estar en estado normal. Es querer dar un paso y darlo. Es ejecutar todo movimiento lógico con respuestas musculares adecuadas por simple orden mental.Yo me refugio en mi interior. Lo habito con total libertad y goce . Cultivo mi conciencia, con avidez más que informarme de todo, trato de conocer, conocer y conocer. Maravillarme de lo maravillable. Asombrarme de lo que ignoro en descubrimiento cotidiano. De serme posible asimilar, reflexionar, volcar algunos pensamientos o conclusiones en los UFA que podés visitar.

Si lo hacés esta vez situate frente a un edifico de dos plantas, rejas negras y adivinarás detrás de un ventanal a este anciano sentado en su observatorio emitiendo sus señales de vida.

Chau y hasta la próxima.

 

Nota, este texto está relacionado con el 1º paisajito  nº508 del 31 de marzo del 2012.

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